⌲XXI

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Caminaba por los pasillos despacio, el guardia siguiéndole por detrás lo más cerca que podía, tratando de apurarlo pero no se inmutaba ante ello, sólo trataba de relajarse

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Caminaba por los pasillos despacio, el guardia siguiéndole por detrás lo más cerca que podía, tratando de apurarlo pero no se inmutaba ante ello, sólo trataba de relajarse.

Una vez llegaron vió la gran puerta, el recinto número cuatro estaba frente a él, pensó que jamás pondría un pie allí de nuevo pero ahí estaba.

Semi pasó su tarjeta por el detector ocasionando que las puertas se abrieran, entró rápidamente y una vez las puertas detrás suyo se cerraron se arrepintió.

– Habitación 5037 —Dijo Eita a su lado viendo el mapa del recinto— Piso seis.

Sus ojos grises se posaron sobre él, Oikawa tragó en seco y miró hacia arriba, aquel lugar le traía muy malos recuerdos.

Caminó detrás de su guardia quien subía y subía escaleras hasta por fin llegar al piso correspondiente, siguiendo las indicaciones del mapa en la planta baja caminó por los pasillos, varios omegas les miraban con recelo, algunos susurraban sobre Tooru cosas que casi no comprendía. Cuando pasaron frente a alfas estos llamaron su nombre, gritándole distintas cosas no agradables a la comprensión, y así seguían entre pasillos de alfas y omegas.

Entonces cuando por fin llegaron al pasillo de la 5030 hasta la 5040 Tooru sintió como se le revolvía el estómago. Caminaron por allí, las habitaciones estaban vacías, sólo podían escuchar una risa escandalosa que se les hacía extrañamente conocida.

Una vez pararon frente a su destino divisaron a dos chicos, un alfa con apariencia de omega y un omega con apariencia de alfa, charlando y riendo entre ellos. No notaron que estaban allí, estaban dentro de una burbuja como si el exterior no existiera, como si sólo fueran ellos dos.

Oikawa les miró asqueado, jamás había visto a Kageyama reír de tal forma, verlo hacerlo con alguien de ese recinto le generaba repulsión.

– Kageyama Tobio.

Aunque Eita lo llamó este no escuchó, y no importaba cuántas veces lo hiciera ni con qué intensidad este no escuchaba ni respondía.

Tooru agarró una barra en el suelo y se acercó a los barrotes de la habitación, Semi la notar su intención se cubrió los oídos. El pelicastaño entonces golpeó la barra contra los barrotes, el fuerte sonido de ambos metales chocando ocasionó un silencio en todo el lugar, la pareja mirándoles aturdidos hasta que Tobio los reconoció a ambos.

– Pueden irse, no volveré aún.

– Tu superior soy yo —Recordó Semi ya irritado por su actitud— Me obedeces o me obedeces.

– Uyy que miedo —Dijo el peliblanco frente a Tobio sarcásticamente— ¿O sino qué? ¿Lo vas a someter a un castigo? Cuanto cariño.

El rostro de Tobio se tensó al escuchar la palabra "castigo" pero no se levantó.

– No estoy hablando contigo.

– Pero estás frente a mi celda, así que es conmigo lo quieras o no.

Kairosclerosis || Pretty Setters TeamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora