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Elina

Salí de la mansión y empecé a mirar la manada. Solo conozco a mi padre y mis hermanos, necesito encontrar una nueva amiga para que me ayude a salir de aquí, comencé a caminar, había una hermosa brisa que hacía que mi cabello se agitara, por lo menos no hace calor.

Estuve caminando por un tiempo hasta que me detuve al ver una cafetería. Entré y pedí un mocha capuchino . Me senté en una de las mesas y esperé a que me entregaran mi café. Después de unos 6 minutos llegó la camarera con mi café, era bastante linda, tenía cabello castaño corto y ojos color miel, creo que es un poco más baja que yo.

-Gracias. -mire de reojo su camiseta, era de una banda que yo amaba. -me encanta esa banda.

-wow, eres la primera persona que me dice eso. No conozco a nadie de por aquí que le guste.

-yo tampoco conozco a nadie que le guste, siempre he querido hablar sobre sus canciones con alguien.

-salgo de trabajar en 15 minutos. -luego se fue.

-

Después de esos 15 minutos ella y yo comenzamos a hablar. Se llama Lexi y es súper graciosa y divertida, nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común.

Ya habían pasado tres horas, ya era de noche.

-¡ya vamos a cerrar!

-es el jefe, creo que tenemos que irnos, se enojará si seguimos hablando. -salimos de la cafetería. Pasamos nuestros números y yo me dirijo hasta la mansión. Por fin encuentro a alguien con buenos gustos.

Al llegar a la mansión abro la puerta y veo a Daemon caminando de un lado a otro desesperado.

-¿hola? -me volteo a ver rápidamente.

-¿en donde demonios estabas?

-estaba en una cafetería.

-¿por que llegaste tan tarde?

-estaba conociendo a una persona.

-¿qué? -él se acercó a mi y me apretó los brazos con fuerza. -¿con quien estabas?

-me haces daño, suéltame animal. -yo forsejeo pero no me suelta. -estaba con una chica, con Lexi Salazar. -me suelta.

-tenías que haberme dicho que ibas a llegar tan tarde.

- ¿por que te lo diría? Igual te ibas a enojar y ya cállate, me das dolor de cabeza. Me dirigí hasta las escaleras para dormir en una de las habitaciones pero Daemon me empuja hacia la pared y me acorrala. -¿puedes dejar de ser tan brusco?

-vas hacer lo que yo ordene, porque estás viviendo en mi casa y seguirás mis reglas.

-estoy aquí porque tú me obligas, si fuera por mi yo me hubiera ido hace tiempo.

-¿a si? Ahora vas a ver quien manda. -ambos subimos y entramos a una habitación que no conocía. Daemon me tiro en la cama y comenzó a quitarse la ropa....

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