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Narrador

-¡hermano! -dijo Daemon y lo abrazó. -qué sorpresa, ¿cómo estuvo tu viaje?

-bien la verdad, un poco cansado.

-ya lo veo. -dijo mirando a la chica que tenía al lado. -¿es tu mate?

-no, no, es una amiguita, ya sabes a lo que me refiero. -ambos chicos se ríen.

-mucho gusto, me llamo Alaska, y tú eres Daemon ¿cierro? -dijo mirándolo coqueta.

-soy Daemon, mucho gusto.

-el gusto es mío. -dijo con una sonrisa, luego bajo Elina.

-voy a ir a ver a Lexi, Daemon. -él asintió con la cabeza.

-espera, espera, ¿no nos presentarás? -preguntó su hermano.

-Dan ella es Elina, mi pareja, Elina él es Dan, mi hermano.

-mucho gusto. -ambos se estrecharon las manos. -eres muy linda, nunca te había visto por aquí.

-cuidadado, es mi mate. -dijo Daemon acercándola hacia su cuerpo.

-¿¡es tu mate!? ¿Por qué nunca me lo habías dicho? Por lo menos me hubieras llamado.

-esas cosas no se dicen por teléfono.

-oye y ¿qué edad tienes? -Dan estaba muy curioso.

-17, pero pronto cumpliré los 18. -dijo con una sonrisa. -¿ya me puedo ir?

-a un no. -susurró Daemon.

-¿17? ¡Que joven! Yo tengo 100 años.

-¿que? -preguntó impáctada.

-¡si! Bueno, en edad de humanos es como tener 20 años, pero si te sorprendes con mi edad te sorprenderás con la edad de Daemon.

-¿q..qu..que...e..edad...tien..tienes? -preguntó con miedo.

-tiene 300 años, es un vejestorio! -comenzo a reír burlándose.

-eres un anciano, yo mejor me voy. -Elina salió de la mansión y comenzó a buscar a Lexi.

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