8

1.3K 78 0
                                    


Elina salió de la mansión y comenzó a buscar a Lexi por todas partes, hasta que la vio a punto de salir de la manada.

-¡Lexi! -grito Elina y Lexi se dio la vuelta mirándola. -¿qué haces? ¿A donde vas?

-oh, voy a comprar unos suministros para mi hogar. -Elina la miró confundida.

-¿pero ustedes no son lobos? ¿No deberían cazar?

-somos mitad lobos y mitad humanos, muchos de ellos le gustan cazar pero a mi no, así que voy a ir al mundo humano para comprar un poco de comida.

-oh, ok, nos vemos luego. -Lexi se despidió y luego desapareció. -¿ahora que haré? -susurró Elina y comenzó a caminar alrededor de la manada, estaba mirando todo, las casas, pequeños lugares de comida, una pequeña biblioteca, donde decidió entrar pero antes de eso unas manos la detuvieron.

-Elina, lo sentimos, ¡nunca debimos mentirte! Eres nuestra hermanita favorita. -dijo Arón.

-si, no tuvimos que escondertelo, pero algún día te lo íbamos a contar, solo que el tiempo se adelantó...

-esta bien, los perdono, pero Arón, por favor... por favor arréglate ese cabello.

-¿qué? ¿Que tiene mi cabello? -Arón intentó mirárselo.

-literalmente parece paja, paja amarilla, pero un amarillo feo... ¿no puedes dejártelo como Axel? ¿Negro Natural?

-me gusta el rubio, mañana me lo pintaré a si no se tendrán que preocupar por mi cabello.

-no es cabello.... Es paja... horrible. -susurró al final. -bueno, voy a entrar a la biblioteca... si me disculpan. -Elina entró a la biblioteca y comenzó a buscar algunos libros.

Busco libros de licántropos y de brujas, comenzó  a leer un poco.


Ya habían pasado dos horas y Elina se sentía un poco cansada así que pago para llevarse dos libros, uno que trataba de los alfas y otro que trataba sobre brujas y hechizos.

Elina ya había leído un poco sobre unos libros y se había llevado dos libros. Elina había vuelto a la mansión muy feliz, hasta que esa felicidad desapareciera cuando vio a Alaska coquetear con Daemon y verlo a él también coquetearle, eso la molesto y no sabe la razón.

-¿hola?

-oh, hola Elina. -dijo Alaska separándose de Daemon.

-¿qué hacen?

-estamos hablando, no pensé que regresarías tan temprano.

-me aburrí, ¿donde esta Dan?

-fue a saludar a unos amigos. -respondió Daemon.

-ok.... me voy a mi habitación a descansar.

-espera.... -dijo Daemon pero era muy tarde, Elina ya había subido las escaleras y se había encerrado en su habitación.

-maldito mujegriego. -susurró y entró a su habitación.

Comenzó a leer el primer libro que vio.

Este libro trataba de los alfas y cómo era su ciclo de celo. Elina leyó que los alfas son muy posesivos y siempre intentan buscar a una mujer loba para que pase el día de celo con ella. A diferencia de los licántropos normales, los alfas suelen ser más bruscos en su etapa de celo y suelen durar toda la noche en el acto. Si la mate de un alfa es humana tal vez no sobrevivan al siguiente día, porque su deseo sexual es casi insaciable.

-qué carajo.... -comenzo a leer en voz alta. -"se recomienda que si un alfa tiene como mate una humana, se encadene lejos de ella, porque serán muy bruscos y es posible que quieran tener relaciones sexuales durante toda la noche. El ciclo de celo varia, pero casi siempre le da el celo a los alfas en la primera luna llena de abril." ¡Espera! ¡Hoy es la primera luna llena!

Nuestra Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora