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-te dire pero no puedes escaparte, ¿bien?

-si, si. -Daemon me agarra de la mano, Salimos de su gran mansión y comenzamos a caminar. Estábamos en un bosque, donde habían muchas casas pequeñas, ninguna comparada con la casa de Daemon. Ya me quiero ir lejos de este bosque y alejarme de este perro mal oliente. Escucho que Daemon gruñe, ¿ahora que?

-no soy un perro, soy un lobo.

-yo no dije nada.

-pero lo pensaste.

-espera.... Cómo...

-¿como se? Puedo leer tu mente.

-¿como?

-estamos conectados.

-¿yo puedo leer tu mente?

-¿eres licántropo?

-no.

-hay tienes tu respuesta. -yo giré los ojos, maldito. Me di cuenta que todos nos miraban, todos nos miraban de diferentes maneras, unos con asombro y otros con felicidad.

-qué cárajos.

-esa boquita.

-¿porque nos miran tanto?

-porque eres la luna de la manada.

-luna mis ovarios, no me gusta que me miren así.

-ya llegamos. -dijo Daemon y veo a lo lejos como Axel y Arón se estaban ejercitando con otros chicos sin camisa. ¿Quienes son esos chicos? ¿Y por qué son tan sexys? Babeaba de tan sólo verlos.

-si vas a pensar en otros hombres procura que sea lejos de mi. recuerda que eres mía y te puedo encerrar en mi mansión todo el tiempo que me plazca. Tienes suerte que estemos en público, o si no te haría mía ahora mismo. -atrévete si puedes. -tú lo pediste. -él me agarro el rostro de la nada yo lo miré confundida y comenzó a besarme, era un beso sumamente brusco, sin delicadeza, yo intenté separarme de él.

-su...suel.... Suéltame. -luego me soltó y yo me limpié la boca con asco y fui directo hacia mis hermanos y los abracé.

-Elina, ¡te extrañamos!

-yo también los extrañé y ¿padre? -mi padre se acerca y me abraza. -¿en donde estaban?

-el alfa nos dio una pequeña casa en la manada.

-¿puedo estar con ustedes? No quiero estar con Daemon.

-lo siento querida, pero es tu mate, tienes que vivir con el.

-¿es enserio? ¿Me van a dejar con un total desconocido? ¿Te dignas a decir eso pero nunca llegaron a decirme que son hombres lobos? -ellos me miraron triste.

-lo hacíamos para protegerte.

-díganme la verdad, ¿mamá también era una mujer loba?

-no, tú madre, Morgana,  era una bruja y no murió por una enfermedad, murió por un hechizo muy poderoso, que no pudo controlar y... murió al instante.

-por eso le gustaba tanto la naturaleza, ahora comprendo, pero lo que no comprendo es porque me mintieron.

-era por tu bien, pero ahora que sabes todo, puedes vivir con Daemon, el te ama.

-no me ama, no nos conocemos, me tiene aquí a la fuerza.

-pero se conocerán y te enamorarás.

-¿¿Estan a favor de Daemon?? ¡Literalmente me tiene encerrada contra mi voluntad!

Nuestra Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora