Capítulo 3

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Esta – conexión, entre nosotros — dijo Harry, más tarde ese día. En lugar de ir al Gran Comedor a cenar, terminaron robando más comida de los elfos domésticos en las cocinas, llevándose el postre al dormitorio con ellos. Tom los había acomodado a ambos en lo que aparentemente era la cama de Mulciber para comer el pastel pegajoso. Definitivamente le gustaba molestar a Harry; se había sentado contra la cabecera y luego jaló a Harry para que se sentara de espaldas al pecho de Tom, acurrucado entre las piernas de Tom. Tenía un brazo alrededor de la cintura de Harry, su pulgar rozando distraídamente el estómago de Harry.

También se las estaba arreglando para comerse el pastel sin derramarlo por todas partes, cosa que Harry definitivamente no estaba haciendo. Al menos consiguió la mayoría de las migajas en la cama de Mulciber en lugar de él mismo.

— ¿Qué pasa con eso? — preguntó Tom.

— Hay una, ¿verdad? — Harry perseveró. Había hecho tantas preguntas potencialmente estúpidas ese día que había perdido todo sentido de lo que contaba como sensato o no — Más que simplemente gustarnos el uno al otro. No todo el mundo se siente así, ¿verdad? —

— No tengo idea de lo que sienten los demás — dijo Tom con desdén — y nunca he tenido el más mínimo interés en averiguarlo —

— Esa no es una respuesta, Tom —

Tom suspiró, su aliento rozando la oreja de Harry — No, no todos comparten el tipo de conexión que nosotros. Si es único o no, eso no lo sé — Se movió un poco y Harry respiró hondo cuando Tom le mordió la oreja, ligeramente — No creo que sea una línea de investigación productiva — dijo, pasando la lengua por la oreja de Harry. Los ojos de Harry se cerraron y se reclinó hacia Tom — Solo sé que nada en este mundo me había hecho sentir como me siento cuando te toco, Harry Evans — continuó Tom, moviendo la boca hacia el cuello de Harry. Harry dejó caer ciegamente el plato con los restos de su pastel al suelo. Intentó darse la vuelta, pero Tom lo sujetó — Y sería intolerable — murmuró Tom, mordiendo el hombro de Harry antes de continuar con un beso, calmando el lugar con la lengua — obligarte a sentir así, si no lo sintieras tan claramente también. Más aún, incluso. La forma en que me respondes, Harry... — Finalmente relajó su agarre y Harry se retorció para presionar un beso en la boca de Tom, a ciegas, lleno de una repentina oleada de anhelo — Me haces arder, Harry — dijo Tom en su boca — y a cambio... A cambio, quiero destrozarte —

Dio la vuelta para que Harry quedara atrapado debajo de él. Harry gimió al sentir la erección de Tom presionando contra la suya. Tom abrió las braguetas de ambos antes de que Harry terminara de ajustarse a sus nuevas posiciones, envolviendo sus largos dedos alrededor de ambos. Cubrió la boca de Harry con la suya, tragando los sonidos que Harry hacía ante la sensación de sus penes rozándose, la mano de Tom sobre ambos. Había la cantidad justa de fricción, atenuada por el líquido pre seminal que se escapaba de ambos. Tom deslizó su pulgar alrededor de la punta de Harry y Harry se encogió contra él, jadeando en la boca de Tom.

Vente por mí, Harry — siseó Tom y Harry lo hizo, derramándose sobre ambos con un grito, arqueándose hacia el agarre de Tom como para acercarse aún más, persiguiendo la sensación incluso cuando estaba enterrado por ella.

Tom se dejó caer sobre él y Harry se dio cuenta de que él también se había corrido. Sus emisiones estaban atrapadas y pegajosas entre ellos, pero Tom no parecía tener prisa por moverse. Yacía con la cabeza presionada contra el cuello de Harry, su mano enroscada sobre el hombro de Harry.

— Quédate — dijo perentoriamente, cuando Harry hizo un vago intento de escabullirse de debajo de él.

— Esto se va a poner bastante incómodo — protestó Harry, pero estaba disfrutando el peso de Tom encima de él. Así que se quedó y se dejó arrullar por la cálida oleada de rectitud que sentía por todo.

Promesas Promesas| TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora