Aclaraciones antes de leer!!
▪︎ c!rebornplay: c!Auron y c!Reborn
▪︎ Se shipean los cubitos de minecraft
▪︎ Inspirado en una frase que me dio auronkz
▪︎ Lo demás se entiende leyendo <3---
Enamorarse.
Era una palabra que no había tenido un significado importante hasta ahora. Ninguno había experimentado realmente lo que era enamorarse de alguien en el pasado. Ahora se encontraban evitando los ojos del contrario en cuanto sus miradas se encontraban, sintiéndose nerviosos cerca del otro y avergonzados cuando alguno de sus amigos le picaba al respecto.
Desde hace un tiempo, Reborn se dio cuenta que lo que sentía por ese chico era definitivamente algo más que una simple amistad. Sabía que quedarse despierto pensando en el otro no era tan normal, había caído en sus encantos inconscientemente y ahora no podía salir de ahí. Tampoco era algo que le molestara y para ser honesto, lo amaba. Especialmente el color de sus ojos, intentó en algún momento memorizar el brillo que aparecía en ellos cuando se emocionaba por alguna cosa. También aprendió a leer al chico por su lenguaje corporal, era lo que tenía el quedarse embobado observandole tanto tiempo. No se cansaría nunca.
Una sonrisa boba apareció en su rostro y se atrevió a pensar por un momento, que Auron sentía lo mismo por el. Su corazón se aceleró feliz, pero sacudió la cabeza suspirando, su sonrisa ahora triste. No podía seguirse ilusionando solo. No estaba seguro de los sentimientos que tenía el contrario hacia él pero si sabía que al menos, el cariño como amistad era mutuo.
Ahora que lo pensaba, el mayor solía coquetearle de vez en cuando. La sonrisa esperanzada quiso volver a aparecer en su rostro pero terminó por convertirse en una mueca. No podía contar en eso, Auron era coqueto por naturaleza y soltaba comentarios así con todo el mundo.
Sonrió de nuevo al pensar que el mayor había hecho un puente exclusivamente a la puerta de su casa. La mueca volvió a aparecer cuando concluyó que probablemente había sido para ahorrarse pasar por el agua, nada más.
Frunció el ceño. Ni siquiera eran las ocho de la mañana y ya se estaba atormentando de nuevo con pensamientos negativos. Esta vez, decidió hacer algo al respecto.
Salió dirigiéndose al puente que conectaba su casa con su vecino de enfrente. Decidido, caminó a paso rápido por el puente morado pero se detuvo de golpe antes de bajar las escaleras del otro lado. ¿Qué iba a hacer al respecto? No lo sabía, había caminado por impulso y no tenía nada en mente aún. Pensó en darse la vuelta y regresar pero su nombre mal pronunciado le hizo mirar a su derecha, encontrándose con el causante de sus desvelos.
Ribourn. Sonrió inconscientemente ante el apodo y le devolvió el saludo, terminando de cruzar el puente para acercarse hacía donde estaba el más bajito.
- ¿Qué te trae por aquí? - le recibió Auron en su usual tono juguetón cuando lo tuvo enfrente, con esa sonrisa coqueta que le encantaba ver.
- De hecho, quería proponerte algo. - Mierda. Lo había soltado sin pensar siguiéndole el juego.
- ¿Sí?
- Eh... si - se aclaró la garganta. Piensa Reborn. No tenía muchas oportunidades para hablar con el chico a solas, siempre había alguien en medio. Tomó aire, armándose de valor, recordando algo perfecto para la ocasión. - ¿Quisieras ir a explorar solo conmigo? Digo, encontré un bioma nuevo el otro día y vi algunos árboles que no conocía. Tal vez... tengan madera bonita.
Bien, no había sonado tan nervioso y había tenido sentido. Se dio una palmadita en la espalda mentalmente, intentando ignorar el rubor que amenazaba con aparecer en sus mejillas y el que pensó ver en las mejillas contrarias.