Quedate conmigo, por favor

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Aclaraciones antes de leer!!

▪︎ Tonway: Toni Gambino y Jack Conway
▪︎ Final alternativo de londres

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La lluvia helada seguía cayendo, resbalando por sus cuerpos magullados y por la barandilla de metal mientras hacía un intento por sostener al italiano con todas sus últimas fuerzas. Todo había sido muy rápido y para cuando Conway tuvo el control de nuevo, vio con horror como Toni estaba colgando por encima del precipicio, su mano se estaba resbalando lentamente y, por si no fuera poco, el chico estaba casi inconsciente.

- Toni no me sueltes el brazo, no me lo sueltes - suplicaba con voz temblorosa. - No me hagas esto, no te sueltes, - afirmo su agarre en la muñeca contraria e intento jalar un poco hacia arriba, sin éxito. - Levanta Toni por dios, levanta.

Vio como el ahora castaño soltaba una queja parpadeando repetidas veces y mirando hacía arriba con una media sonrisa le decía con calma.

- Hasta aquí hemos llegado, Conway. ¿Un final bonito no? Piénsalo, aquí los dos bajo la lluvia... es bonito.

El de corbata ahora estaba entrando en pánico, la voz del italiano sonaba derrotada y la mano que al inicio lo sostenía de vuelta empezaba a soltarse voluntariamente.

- Toni podríamos haber hecho un gran equipo por dios, todavía tenemos una oportunidad, - las lágrimas habían empezado a caer por las mejillas del pelinegro y su voz se quebraba más en cada palabra - no hagas el gilipollas, no te sueltes.

- Yo no tengo nada por lo que luchar Conway, yo ya estoy acabado... - el chico le sonrió con tristeza, en sus ojos reflejandose el cariño que había llegado a tener por el otro hombre en tan poco tiempo - Cuídate mucho Conway.

Iba a soltarse. Estaba a punto de perderle a el también. Vio en camara lenta como la mano del italiano aflojaba el agarre en su brazo. Entre el pánico y las lagrimas Conway logró agarrar el brazo de Toni con su otra mano, impidiendo que este cayera hacia su muerte.

- No no no, por favor - negaba entre sollozos, - quédate conmigo, por favor no me sueltes. Eres lo único que me queda.

- Conway...

-Cállate, cállate - interrumpió con la respiración agitada - déjame subirte, déjame ponerte a salvo, agárrate bien y dame tu otra mano Toni ¿vale?

Durante la pelea ambos pares de gafas habían volado por los aires así que el italiano podía ver el miedo reflejado en los ojos oscuros del contrario y dudó. ¿Por qué ahora que ya había decidido su final? ¿Por qué era ahora que salía Conway a detenerle?

El mayor por su parte espero lo que le parecieron horas hasta que sintió la mano del italiano volver a sostener su brazo. Soltó un pequeño suspiro de alivio cuando vio que el chico le tendía su otra mano como le había pedido. No desperdicio ni un segundo para tomar de ambas manos al menor y subirlo. Cuando su cabeza estuvo arriba de la barandilla, soltó una de sus manos para atraerlo desde la cintura alejandolo del peligro totalmente.

Lo estrecho en sus brazos y se alejó lo maximo posible del borde, cayendo de sentón llevándose al italiano consigo. No lo soltó y no pensaba hacerlo, las lágrimas seguían resbalando por sus mejillas y parecían no querer parar nunca.

Toni al sentir el abrazo tan necesitado dejo salir las emociones que estaba reteniendo y escondió su rostro en el cuello del mayor, rodeando con sus brazos la cintura del pelinegro notando como este se relajaba un poco y respiraba hondo para intentar recomponerse.

- Yo.. no voy a dejarte ir a ti también - Conway rompió el silencio luego de unos minutos, habiendo recuperado su respiración. - No puedo.. yo no.. no quiero... - susurró lo último, su voz quebrándose de nuevo.

El italiano sorbió la nariz acomodándose mejor en el pecho del otro y soltó un suspiro tembloroso.

- Ti amo.

Ante esas palabras Conway solo lo abrazo más fuerte contra su cuerpo, cerrando los ojos intentando procesar todo lo que acababa de ocurrir, y como habían terminado así. Abrazados, ambos con heridas en sus rostros y cuerpos, llorando debajo de la lluvia sosteniendo al otro como si fuera lo último que tuvieran y alguien intentara arrebatarselos. Lo era. Para ambos, el contrario era lo último que les quedaba. Su última esperanza, su última oportunidad de ser de alguna forma felices.

No tenía ni idea de como iba a funcionar, que iba a pasar en un futuro. Pero estaba seguro de no querer soltar a ese chico italiano que caló tan hondo en su corazón. Era uno de los únicos que había logrado mantener a "Jacky" a raya lo que significaba que podía ser Conway con el, sin el constante miedo de lastimar al otro. También lo quería, más de lo que imaginó. No iba a cometer el error de guardarse lo que pensaba y sentía, no de nuevo.

Respirando hondo por segunda vez, ya más calmado y con el menor aún entre sus brazos se sentía bien, en calma. "Te quiero" le había dicho el italiano, así que sin perder más tiempo le respondió:

- Yo también te quiero, Toni.

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