Bubblegum (Michael Myers x T/n)

ℂ𝕣𝕦𝕫𝕖𝕞𝕠𝕤 𝕞𝕚𝕣𝕒𝕕𝕒𝕤

Actualidad.

Me levanté y llevé mis manos a mi cabeza. Dolia. Tarde un par de minutos para darme cuenta de lo que ocurria. Al abrir completamente mis ojos, me asuste. Todos las imagenes de la noche anterior venian a mi mente como un flashazo ¿Noche anterior? Ni siquiera se cuanto llevaba aquí. Recogí mis piernas y llevé mis manos a mis tobillos mientras acomodaba mi cabeza entre mis rodillas. Ya no quería pensar y tampoco tenia ganas.

La noche en que se llevaron a Michael, era algo que no quería recordar, no me gustaba, en especial todo el escandalo que se hizo, como terminaron las cosas. En Haddonfield y, supongo que en los lugares cercanos los chismes  corrian a una manera sobre humana, llegué a oir cosas que nisiquiera eran verdad, algunas de ellas sobrepasaban lo rídiculo. Las personas suelen hablar, sin saber los hechos. Existían muchas versiones de los acontecimientos, pero solo importaba una, la de Michael, quien se encontraba a un costado de la cama, observandome fijamente.

—¿Cuánto pasó desde que me desmayé?

Silencio.

—¿Por qué volviste?

Silencio denuevo.

Quería preguntar sobre los demás. Me preocupaban.

—¿Te quedaste a mi lado desde que me desmaye?

Michael asintió lentamente.

Okay, asi que podia responder preguntas de si y no, esto sería dificil.

Algo bueno es que si dice la verdad nadie más salió herido.

—¿Pasaron un par de horas?

Volvío a asentir.

Aún escuchaba la música proviniente de mi casa.

Se me acababan las preguntas, algunas ni siquiera las contestaba. Me incómodaba el hecho de que llavara puesta una máscara. Quería ver su rostro.

Las sirenas de las patrullas rompieron ese silencio incómodo que habia entre nosotros, a juzgar por el volumen en que se oian estaban en mi casa, la habitación de Michael no tenía ventanas asi que no sabia que estaba pasando... pero la de Judith, si. Mi semblante cambio, un rayo de esperanza atravesó mi ser. Alzé mi cabeza y Michael miraba hacia enfrente, si bajaba de la cama por el otro lado y corria lo más rápido que mis piernas aguntaran podia ganar un par de segundos de ventaja, de distracción.

Y así lo hice, puse mi plan en marcha. Bajé de la cama y corri hasta el cuarto de Judith, Michael me siguió. Abrí la ventana y asomé la mitad de mi cuerpo, la fría frisa me golpeo la cara. Veia a los policias desalojando a las personas de mi casa, poniendole fin a la fiesta, las luces de colores aún brillaban, la música ahora era más tenue, me preguntaba si había alguien conocido para ayudar a los policias. Apoyé mi rodilla en la orilla del marco de la ventana, abajo me esperaba una gran caída, lo había hecho miles de veces en el pasado, entonces ¿por qué dudaba? El miedo me inundo, parecía como si el piso se alejara aún más de mí. Ya tenía el cuerpo en la ventana, solo me hacia falta salir al tejado, necesitaba llegar hacia la parte más baja para poder rodar y caer en... los arbustos ¡Por dios! Ni siquiera sabia si seguian esos arbustos.

—¡Ayuda!

Mi pánico me impedia moverme, solo comenzé a gritar. Los oficiales y las personas parecian no oirme, me aferraba a aquellas tejas en el techo. Algo me hizo voltear atrás, ahí estaba, me quedé sin aliento, petrificada.

Michael tomó mis piernas y me atrajo hacia él, mi cerebro me dio una punzada, su forma de decir: "Reacciona, tonta."

Pataleé y me sujeté al marco de la ventana, mis uñas y dedos se clavaban con todas mis fuerzas.