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Tiré el arma asustada, azoté nuevamente la puerta y corri escaleras arriba. Me encerré en mi habitación, no quería saber más de Loomis, de la situación en la que me encontraba o incluso de Michael.
Me quedé un buen rato abrazando mis piernas con la cabeza cabizbaja y los ojos fuertemente cerrados, quería olvidar todo lo que había pasado esta tarde.
No pasó mucho tiempo antes de que a mi nariz llegara el olor a humo. Reaccioné levantandome deprisa, la tarta de manzana que había dejado horneandose se me olvidó por completo.
A toda prisa, casi cayendome de las escaleras logre llegar a la cocina en tiempo récord, tomé los guantes y abrí la puertita del horno de donde salio bastante humo. Deje las cenizas de la tarta a un lado y me dirigí a abrir una de las ventanas.
Me dio curiosidad saber si de verdad había matado a Loomis, asi que me acerque a la cortina y la abrí solo un poco, como la vecina chismosa que se la pasa espiando a los vecinos todo el tiempo. Loomis no estaba. Volví a la cocina y me tumbe en el suelo, si seguia vivo iría a la policía.
La noche cayó, no sabia donde estaba Michael, pero hace unos minutos habia escuchado pasos, lo que significaba que seguía con vida, eso o era un zombie.
El piso de la cocina no era para nada cómodo así que me fui a mi habitación.
Ahí hecha bolita nuevamente en el suelo, una idea cruzó mi cabeza, salir de este maldito lugar de una vez por todas, de esta casa, de este pueblo.
Mi mano toco la perilla de la puerta, no se porque pero contenia la respiración. Estaba a una puerta de mi libertad, y no podía abrirla, estaba dudosa.
—¡Carajo!
Azoté mi puño contra la puerta, ¿por qué? ¿por qué no podía salir y ya?
En cambio solo podía pensar en Michael. Sabia que si lo dejaba solo con esa herida podría morir.
En mi mente solo habia espacio para la imagen del ojiazul herido, con esa maldita y gigentesca mancha de sangre en su ropa en la parte de su abdomen.
Mierda.Me aleje de la puerta dando unos pasos hacia atrás.
De algo estaba segura, no pensaba llamar a la polícia, no era una opción viable, si Loomis no se arrastró hacia su muerte ya debío de haber hablado con la polícia y estoy segura que me mencionó, después de todo casi lo mato.
Inhale para oxigenar mis ideas.
Resignada, di media vuelta para regresar a aquella habitación.
Sorpresa que me llevé al ver a Myers parado a unos metros de mi, o algo por el estilo. Mantenía una postura encorvada, una de sus manos hacia presión en su herida y con la otra se apoyaba en la pared, me dolia verlo asi, nisiquiera podía mantenerse de pie.
—Te dejaré dos cosas en claro Michael— comenzé a hablarle, aunque de una manera seria, seguia enojada con él. —Quiero que te disculpes por casi matarme, no ahora porque sonaria forzado, pero quiero una disculpa, y dos, no vuelvas a intentar matarme.
Me acerqué a él y lo tomé del brazo que tenía apoyado en la pared y con cuidado lo pase por mi hombro. Deslizé mi mano por la espalda de Michael, intentariamos subir las escaleras y llegar a mi cama, lo que en esta situación era todo un reto.
—Ten cuidado al subir.
Y como si le hubiera dicho lo contrario, Michael termino resbalandose en el tercer escalón.
—Mierda —murmure para mi.
Subir no era una opción, el ojiazul se encontraba muy grave como para subir.
Me agache hasta quedar a su altura.
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Bubblegum (Michael Myers x T/n)
FanfictionLos padres de T/N deciden mudarse a un nuevo vecindario. Al cambiar de escuela conoce a un niño llamado Michael, los demás lo describen como raro, así que decides acercarte a él, con el tiempo aprendes que no es como lo describen, solo es...diferent...