Bubblegum (Michael Myers x T/n)

𝕋𝕠𝕕𝕠 𝕖𝕤𝕥𝕒𝕣𝕒́ 𝕓𝕚𝕖𝕟... 𝕝𝕠 𝕡𝕣𝕠𝕞𝕖𝕥𝕠 II

Parte II

—¡Tn! —Coraline me abrazo en el segundo que entre a la escuela. —Me alegra verte, al fin.

—Solo fueron dos días.

—Me parecieron más.

Tal parece que la familia de Randy decidió cambiarlo de escuela, asi que el resto de este año sería tranquilo.

Las clases transcurrieron con normalidad. Sin brabucones.
A la hora del almuerzo todo iba bien.

—Nos vemos en el salón.  — dijo Michael.

—Sip. —contesté.

Michael se fue a mitad del almuerzo . Y en ese momento empezaron los problemas. Algo me decía que no estaba bien, tal vez mi paranoia. Wesley era otro de nuestros bullys y amigo de Randy, molestaba especialmente a Michael y que cambiaran a su amigo de escuela no debio hacerle ninguna gracia. Mi paranoira la provocaba el saber que Wesley era mucho más violento y no lo habia visto más que en clase. La tranquilidad se fue cuando cientos de pensamientos inundaron mi mente.

—Matí, ¿puedes seguir a Michael?

El me miro extrañado.

—Es probable que solo haya ido al baño.

—Por favor. — supliqué.

—Ir al baño juntas es cosa de chicas ¿no?

Ahora Coraline también me veia de la misma manera.

—¿Pasa algo? —pregunró la morena preocupada.

—Puede que no, pero Wesley no dejó de mirarnos en clase de biología.

—Ese imbécil. —pronunció Matías.

—Tranquila, no ha de ser nada. — el rostro de Coraline no decia lo mismo, ahora ella estaba igual de angustiada que yo.

—Iré para que estén más tranquilas ¿Ok?

—Si.

—Bien. —contesté.

Después de la hora del almuerzo no supe nada más, como tenía gimnasia me fui con Coraline a los vestidores. Ambas quedamos angustiadas, incluso la maestra me regaño tres veces y recibí un balonazo en la cara por estar distraída, maldito voleibol. El resto de la tarde me la pasé en la enfermería, pues mi nariz no dejaba de sangrar, la enfermera me dijo que estaría bien, nada grave, según ella.

[...]

Al salir de la enfermería mire el gran reloj en la pared, me senté en una de las bancas de afuera a esperar a Michael, aún quedaban unos 20 minutos, no le veia caso entrar al salón y recibir más gritos de adultos molestos.

—¿Aún estas aquí? —preguntó Coraline que venia con Matías.

—Pensé que ya te habrías ido. — él aún traia la ropa de ginmnasia.

—Salí hace unos minutos. — los mire confudida —Espero a Michael. — aclaré, aunque no veia el por qué. Sabian que nunca me iba sin el de cabellera rubia. Después de todo vivia a lado.

—¿No te dijo? —habló Matías.

—¿Decirme que?

—Tuvimos clases separadas después del almuerzo. —dije.

—Después de lo ocurrido con Wesley, los llamaron a la oficina del director, sus padres tuvieron que venir.

—¿La señora Myers estuvo aquí?