Los padres de T/N deciden mudarse a un nuevo vecindario. Al cambiar de escuela conoce a un niño llamado Michael, los demás lo describen como raro, así que decides acercarte a él, con el tiempo aprendes que no es como lo describen, solo es...diferent...
Lunes temprano, el despertador suena como todas las mañanas, hora de empezar mi día. Unos tenues rayos de luz entran por mi ventana aunque el día está nublado.
Bajo para desayunar con mis padres. Luego de eso voy a ayudar a mamá con la florería y de ahí voy a la universidad, regreso y ayudo a mi papá con el restaurante, no hay mucha gente, nunca hay gente, por lo que me voy a casa temprano, antes haciendo la limpieza.
Martes Todo es igual, solo que esta vez me doy un tiempo para pasar a ver a Oliver. Decidimos un horario de visitas entre Matías y Laurie. Umh, ahora que lo pienso no he visto a Laurie ¿Cómo está ella? Debería ir a visitarla. Dejo unas flores en la habitación de Oliver y luego de un rato me voy a casa.
Miércoles Las cosas no mejoran. Voy a casa de Matías, eso siempre me hace sentir mejor, aunque está vez no presto atención a las palabras de mi novio, se ve entusiasmado con algo, supongo que le enseñaron una nueva receta. Solo puedo sonreir y asentir, soltando de vez en cuando una risa inocente. Mi mente vaga en la noche de Halloween.
Jueves Realmente no quiero levantarme, lanzo el despertador a una esquina rompiendolo en pedazos y en lugar de despertar de buen humor me vuelvo a tapar con las sábanas, quiero permanecer en cama el resto del dÍa, de mi vida si es posible.
Olvidé pasar a la florería y no recuerdo si comí algo antes de salir. Aunque entro a clases no puedo concentrarme. El día esta nublado y gris, justo como me siento.
Es mi turno de visitar a Oliver, pero no quiero hacerlo. Me niego a visitarlo, no estoy de animos. Quiero ir a casa de Matías a contarle como me siento, pero me obligo a no ir. No quiero preocuparlo. Se supone que siempre este feliz ¿verdad? Todos me conocen asi, solo debo seguir la corriente. Si, e-estaré bien, solo debo resistirlo, ignorarlo.
Viernes Nada aquí está bien. Absolutamente nada. Salgo de mi casa a toda prisa muy temprano por la mañana, no quiero preocupar a mi papá o a mi mamá, a mi novio o a mi amiga.
Corro sin un rumbo en mente. Me persiguen los recuerdos de halloween, están en mi cabeza y simplemente no se van. De tanto correr me quedó sin aire, al voltear a mi alrededor me toma unos segundos ubicarme, estoy enfrente de la casa Myers. Quiero correr, huir, pero mi cuerpo no me responde. En lugar de eso recuerdo que Tn siempre me dijo que la mejor forma de vencer un miedo era enfrentandolos, que me importaran una mierd.. jeje, bueno, ella y su vocabulario.
Me adentro a aquella casa que hace que mis tripas se revuelvan. Entro sigilosamente, a diferencia de la puerta que rechina al abrirla y el suelo que cruje bajo mis pies con cada movimiento que hago.
Cada parte de mi está tensa...
-¡Aaaah! -un grito sale de mi al escuchar un golpe en la casa. Mi alma abandona mi cuerpo. No puedo moverme y me quedó ahí aterrada, estática, escuchando pasos que vienen hacia mi bajando las escaleras.
Aquella figura que se encuentra a contra luz tiene cuatro brazos. Lo último que escucho antes de desplomarme en el suelo es a alguien diciendo mi nombre.
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