Capítulo 58

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Pablo le da el teléfono a Aitana y se despiden, mientras Pablo se sube a la furgoneta, Aitana y Luis caminan hacia un restaurante, hablando sobre el concierto y de temas diferentes.

Al día siguiente, Aitana se levanta y  corre al baño, a penas y le da tiempo a abrir los ojos y cuando consigue abrirlos de encuentra sentada en el suelo y vomitando en el vater.

Llama a su padre todavía sentada en el suelo bastante débil. Una vez que llega Cosme al baño, la coge corriendo y la tumba en la cama, este le toma la temperatura y suspira, en ésta época del año siempre se constipa bastante fuerte, baja a la cocina y le prepara una taza de manzanilla, le hecha un poco de azúcar y sube a la habitación, se lo deja en la mesita de noche y le besa la frente.

Aitana- tengo que ir a trabajar papá, no me puedo quedar en la cama *susurro levantandome*
Cosme- ey ey, yo le digo a Luis que avise a su madre de que no vas, no tienes fuerzas para levantarte Aitana
Aitana- pero no puedo faltar al trabajo papá
Cosme- Aitana quedate aquí si? Yo hablo con Encarna
Aitana- *asiento leve y me tumbo de nuevo*

Cosme baja a la sala de estar y coge el teléfono

Cosme baja a la sala de estar y coge el teléfono

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Cosme deja el teléfono y sube a su habitación, comienza a ponerse la ropa de trabajo y una vez listo para irse entra a la habitación de su hija, le besa la mejilla y se despide de ella

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Cosme deja el teléfono y sube a su habitación, comienza a ponerse la ropa de trabajo y una vez listo para irse entra a la habitación de su hija, le besa la mejilla y se despide de ella.

Al medio día, mientras Aitana solloza de dolor al encontrarse bastante mal, llaman a la puerta, esta se levanta maldiciendo en voz alta, a penas puede mantenerse en pie aunque hace todo el esfuerzo posible por llegar a la puerta sin caerse, lo consigue, pero le cuesta mucho abrir la puerta, es como si mover la manivela pesará kilos.

Consigue abrirla y abre la puerta un poco, mira al culpable de que ella esté levantada y sonríe leve, la visita que menos esperaba pero que a la vez necesitaba.

Mimos y más mimos es lo que recibe la chica acurrucada en el pecho de Luis, no necesita más, su taza de té, su novio dándole mimos y tumbados en la cama acurrucados entre ellos, no necesitan más, se sienten completos.

Horas y más horas pasan, la hora de la cena está por llegar y en vez de esperar a que Cosme llegue cansado a casa, es Luis quien está haciendo la cena mientras Aitana descansa en la cama.

Las llaves en la puerta suenan, la llegada de Cosme se hace presente y Luis sale de la cocina sonriente, saluda y le explica como se encuentra su hija, una vez que Cosme sube a su habitación para ponerse el pijama, Luis sube a la habitación de Aitana para despertarla.

Caricias y besos suaves son lo que hacen abrir los ojos despacio, sonríe y le da un beso en la mejilla a Luis, tiene mejor cara, sigue constipada pero ahora tiene mejor color, este le coloca el flequillo bien y la coge a koala de las piernas mientras está se acurruca en su pecho y bajan a la cocina.

¡¡AQUÍ OTRO CAPÍTULO!!

Entre ricos y pobres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora