Capítulo 13

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La molestia que mi madre seguramente estaba sintiendo, se notaba mucho en su semblante. Este se encontraba con el ceño fruncido y estaba sentada mirando de manera muy intimidante. Era impresionante como a pesar de ser un adulto, su presencia me seguía haciendo sentir nervioso cuando la veía molesta.

Mi mamá me analizaba con una mirada profunda. 

Me hubiese ahorrado este momento de incomodidad si hubiese llegado ayer por la noche, pero pase más tiempo con Levi que se hizo tarde y él me pidió que me quedara por seguridad, claramente no me hice del rogar para nada. Además, antes de irme a casa de Levi, ni siquiera le avisé a mi mamá que saldría.

Prácticamente, hui de su casa.

Si bien, estaba nervioso por como me escaneaba la mirada de la castaña, pero mis sentimientos parecían haberse quedado en la casa de Levi, porque mi mente se encontraba ideando una excusa que darle a mi mamá por mi escapada, mientras que mi tonto corazón no hacía más que latir muy fuerte cuando por miseros segundos recordaba esos momentos que tuve con Levi.

Verlo despertar fue y seguirá siendo una de las más hermosas sensaciones que había sentido en mi vida.

Se suponía que llegaría a casa justo cuando el sol comenzara a asomarse, pero cuando intenté levantarme de la cama, levanté por error al azabache y me invitó a desayunar, claro que tampoco me hice del rogar y acepté de inmediato. Tardé mucho desayunando lo que cocinó Levi porque él me comenzó a conversar, así que comía por momentos para poder darle la suficiente atención y no perder el curso de la entretenida charla.

También me retrasé un poquito por haber estado viendo como un niño paseaba a su gato con un collar de picos, casi me ahogaba de risa por dicha imagen que presencié, aunque a la vez me enterneció la manera en que le hablaba al animal. Todo eso lo vi en compañía de Levi, quien me contó que ese pequeño solía pasar frente a su casa todos los sábados, y que a veces el niño le pedía jugar en su patio, porque el de su casa no era espacioso.

Temí que el pelinegro se fuese a meter en problemas por eso, pero él agregó que conocía muy bien a los padres del pequeño y que incluso eran buenos amigos. Entonces me tranquilicé, y tal cual idiota sin nada que hacer, me puse a jugar con ese niño y con el balón que traía en manos, mientras que Levi cargaba al gato "peligroso".

Sí, desayuné muy lento y después jugué con un niño desconocido en el patio de Levi. Por eso tardé mucho en llegar. No obstante, definitivamente, estaba disfrutando mucho ese tipo de acciones tan poco relevantes a ojos de los demás, pero muy importantes para mí.

Recordé lo bien que se sentía tener el sueño de ser padre en un futuro y tener una familia, creo que despedirme de Levi y el niño fue un poco triste debido a lo divertido que fue estar así con ellos. Me hice amigo de ese niño desconocido que se dijo llamar "gato volador".

-Deberías prestarme atención y no mirar al piso, desvergonzado- Oh no, su voz por fin salió de su boca y no fue para decirme nada bueno.

Salí de mis pensamientos y la miré con culpa, mis mejillas se hallaban rojas de vergüenza y mis nervios parecían haber superado la barrera que alguna vez existió. Traté de pensar en algo bonito con la intención de aflojar el nudo que sentía en mi estómago por el miedo que causó lo fría que sonó su voz, pero ningún pensamiento pudo quitarme ese temor de ser descubierto al lugar a donde fui.

Porque antes no hubiese tenido problema con que mi madre supiera que iría a casa de Levi a visitarlo, ni siquiera aunque fuera de noche, sin embargo, ahora que ella seguramente seguía con la intriga de sí en verdad me gustaba o tenía un mínimo interés en el prometido de su hijastro, lo tenía.

Amantes (EreRi).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora