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Era algo a lo que nunca se acostumbraría, cuando Ling llegaba al mismo ambiente en el que estaba Zilong se hacía más pesado, ambos entrenaban constantemente por separado, salían del Altar y regresaban tras pasar unos días. Desde un gran y peligroso incidente que envolvía únicamente a Chang’e, ella recibió la preciada luna del Gran Dragón, así que siempre trataba de acompañar a su hermano en sus viajes cortos, no entendía la razón del porque se esforzaban tanto o viajaban tan a menudo.

- El maestro busca un nuevo sucesor – le explicó Baxia a WanWan mientras se batían en un duelo de ajedrez, Baxia era muy amargado pero también era muy leal y una buena compañía.

- ¿Un sucesor? – repitió sin querer, la cabeza le quemaba, apenas le quedaban pocas piezas y Baxia no había perdido casi ninguna.

- Si, el maestro está bastante mayor y siente que las fuerzas lo están abandonando – WanWan hizo una pausa, ya no soportaba la presión del juego, no pudo ganarle a Baxia ni una sola vez, se dejó caer sobre la hierba, y no muy lejos se percató de que las hojas de los árboles se mecían de una manera extraña.

- Hay algo o alguien ahí – alertó a Baxia señalando la copa del árbol que estaba próxima a ellos.

- Ten cuidado – ágil y ligera cual felina, saltó a las ramas más altas, pero cuando quiso equilibrar sus pies simplemente no pudo, si se paraba firmemente chocaría contra el pecho de Ling, indecisa por sus acciones la gravedad la reclamaba, pero las cálidas manos de Ling sostuvieron su cintura evitando que cayera y se lastimara, por acto reflejo WanWan se sujeto a los brazos de Ling.

- Perdóname Ling, no sabía que eras tu – el mencionado no dijo una sola palabra, ninguno de los dos se movía, ella tenía la punta de su nariz acariciando su pecho.

- ¿Estas bien? – le hablo por primera vez con algo de naturalidad.

- Si… Gracias por sujetarme – continuaron así por un par de segundos más sin tener idea de como alejarse sin que se fueran a caer.

- Salta… te atraparé – Zilong que había llegado en el momento exacto y presencio todo el problema, ofrecía su ayuda desde la base del árbol, Ling irritado por la intromisión de su rival, tomó a WanWan entre sus brazos y saltó con ella.

- Tranquila, ya estas bien – le dijo cuando la dejó en la seguridad del suelo.

- Gracias… - murmuró, y Ling simplemente se marchó.

- ¿Estas bien? – Zilong sonreía, ahora sabía como molestar a Ling, puesto que él parecía estar desarrollando la misma atracción que sentía WanWan por el, aunque su gran ego no se lo permitiera ver.

- Si… gracias por preocuparte – las maripositas revoloteando en su estómago, el hormigueo que prevalecía en su cintura, pero la manera en la que se alejó le daban a entender que quizás le resultaba aún más desagradable su presencia que antes.

- Vamos por agua – sugirió Chang’e al sentir la tensión en el aire.

Entre tantas idas y venidas de todos los discípulos del Gran Dragón, a WanWan le parecía inevitable pensar en combatir por el puesto de sucesor, después de todo aquella mañana todos emprenderían sus viajes por separado  a quien sabe donde, y nuevamente volvería a quedarse sola, por cortesía ante su maestro y la joven, todos estaban sentados en aquella enorme mesa degustando el desayuno, no podían ocultar las prisas.

- Iré también a un viaje de entrenamiento para luchar por el título de sucesora del maestro – alzó la voz, por la sorpresa Zilong se atragantó con lo que llevaba en su boca, nadie objeto nada, ni apoyó tampoco, el deseo de WanWan era solo ser parte de esa nueva familia, no tenía otra intención -Gracias por la comida... Voy a alistarme – se levantó y retiró las vajillas que utilizo para ir a lavarlas.

- Voy contigo – Chang’e también sorprendió con su respuesta, le pareció divertida la idea de compartir su tiempo con WanWan, después  de todo, su hermano podía pasar días meditando, olvidando por completo que ella existe.

Con ambas animadas por la sensación de aventura, juntas como equipo, fueron las primeras en marchar, Zilong pensó que era mejor dejar a su niña vivir de la manera en la que ella quisiese, después de todo tenía a WanWan con ella, y si las cosas se ponían peligrosas, sabía que Ling estaría ahí para cuidarlas, después de todo el camino que escogió minutos después fue el mismo que ellas habían tomado. No lo iba a engañar a él, por más que el mismo Ling ignorara lo que sentía, era evidente lo que pronto sucedería si el peliblanco seguía jugando a estar ciego, ella podría cansarse de esperar o simplemente la vida misma la empujarían al regazo de un nuevo y verdadero amor, como fuese, esperaba que sus preciados amigos no salieran lastimados, ese era el único tipo de dolor del que él no los podría proteger.

El sendero de vez en cuando se les perdía, mas sus sonrisas espontaneas o sus locas risas rompían el silencio del bosque, Chang’e optó por recolectar toda la fruta, hiervas u otros comestibles que pudiese, mientras dejaba a WanWan encargarse de la cacería, Ling desde una distancia prudente no podía dejar de seguirlas, empecinado en saber que era lo que le atraía de ella, porque demonios ya no salía de sus pupilas, renegaba para si mismo, era insulso interrumpir su entrenamiento para descubrir que era lo que la gatuna tenía de diferente a las mujeres que se sentían atraídas por él, porque precisamente ella era la que captaba sus miradas constantemente, igual solo era curiosidad hasta cierto punto, pero luego verla se le volvió necesidad.

Corazón Narcisista ~MLBB~ (Ling x WanWan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora