Inesperado

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WanWan se quedó inmóvil, todo lo que había sucedido hasta ahora era una total locura… y ahora necesitaba tomar una decisión. Por un lado, Ling esperaba relajado y Yin, el ya se le había acercado. Se sentaron abrazando sus piernas, sintieron incómodos por alguna razón y se limitaron a ver el caos a su alrededor.

Fue un viaje divertido —

Le sorprendió aquellas palabras que vinieron de repente de Yin. La miró con culpabilidad por todo lo que su inquilino causó gracias a su desconcentración.

¿Qué dices tonto?, aún nos falta mucho por recorrer —

— Lo haré solo a partir de aquí —

— No podría dejarte Yin —

— No debes preocuparte por mi —

— ¡No!, siempre es fácil pedirlo… no voy a dejarte, no quiero que estés solo —

— ¡Por poco y los mato a todos!—

Yin perdió los estribos y asustó a WanWan,  jamás lo había visto enojado, pero aún así no se dejó ganar.

— Que pretencioso de tu parte, me niego a la idea de verte sufrir en soledad —

— Haré amigos tan fuertes,  que Lieh no podrá contra ellos… vas a estar orgullosa de mi, te lo prometo —

— ¿Insinúas que soy débil?

— Digo que si se trata de mí, no querrás herirme —

… cuando menos te lo esperes, iré a buscarte… si descubro que mentiste, voy a golpearte —

— Y si yo descubro que tú lloraste, yo voy a matarlo —

Señaló a Ling, WanWan no estaba preparada para explicar nada y a Yin no le hacia falta oír nada para saber la razón de la espera de aquel jactancioso sujeto. Se miraron por ultima vez… las despedidas eran siempre dolorosas y está era inevitable, solo un abrazo fraternal habló por ellos.
Yin y Ling cruzaron miradas, la amenaza por parte de Yin era notoria y Ling lo ignoró.
WanWan temía enfrentarse a Ling por el simple hecho de sentirse confundida, ahora que estaban solos no tenía la oportunidad de evadirlo. Exhaló algo fatigada y prefirió no dar mas largas al asunto. Ling vio en esa tierna mirada, la determinación… no iba a terminar bien para él, de hecho,  lo que sucediera iba a terminar con él.

— Ling… es momento de que regreses al Altar y retomes tus deberes como el discípulo disciplinado que eres… yo regresaré a casa y luego —

— ¿Volverás al Altar? — ella desvió la mirada… no podía, no tenía las fuerzas suficientes para decirle que ya no quería volver a pasar por lo mismo.

— Lo decidiré después — sus palabras eran como la seda y a la vez como una telaraña aguardando atraparla nuevamente.

— Bien —

WanWan sintió una punzada en el corazón por la simplicidad de aquella respuesta. Pasó de largo de él y fue a por sus cosas,  para emprender inmediatamente su retorno a casa. Le urgía ver a su padre y contarle demasiadas cosas que la estaban reteniendo en la misma página.
No buscó despedirse de Ling, tampoco verlo por última vez, que caso tenía pensar que él podría cambiar. Aunque su corazón enamoradizo le imploraba esperar una nueva señal que ahondara lo que ya de por si sentía.
Donde fuera que ella estuviera, no importaba donde… sabía cómo volver a casa, la imagen de su padre y su hogar se sumaban a su tristeza cargada.  Los pasos que daba parecían más lentos y pesados, quería tirar sus casas a un lado y retomar el camino cuando se sintiera mejor, pero no contaba con que su pequeña distracción terminaría hiriéndola considerablemente. Una roca muy afilada entre la maleza, cortó su tobillo.

— ¿Te encuentras bien? — Ling envolvió su brazo en la cintura de ella, para evitar que cayera y se hiciera más daño.

— ¿Por qué estás aquí? — una extraña manera de agradecer.  Las mariposas en su estómago parecía enloquecer por su presencia.

— No me alejé de ti, en ningún momento — La cargó en sus brazos, luego recogió la mochila de ella, y continuó la caminata hasta un lugar más cómodo. Tratar la herida era importante.

Ling, con una calma sublime sacó de su mochila un pequeño estuche que contenía unas pomadas y vendas entre otras cosas importantes. Luego, le quitó la zapatilla para tratar la herida con mayor eficacia. WanWan estaba totalmente sonrojada, puesto que era la primera vez que alguien aparte de su padre, le tocaba los pies.

— Déjalo, puedo hacerlo por mí misma—

— Y yo también puedo hacerlo, porque quiero —

Desinfectó con delicadeza, le quemaba un poco pero nada que no pudiera soportar. Vendó la herida y se aseguró de que no fuera incómoda para ella. Con leves movimientos se aseguró de que no estuviera muy apretada… y una acción sin intención sucedió. Ling besó la herida de WanWan sobre la venda, esa cola suya se erizó al contacto cálido de la respiración de Ling sobre su piel, y él, simplemente pensaba en el porqué había hecho tal cosa.

Gr-gracias y… y no lo vuelvas a hacer —

Su nerviosismo entorpecia sus movimientos, así que le fue una tarea casi imposible poder asegurarse la zapatilla. Con ese rubor intenso continuó su caminata, mientras Ling observaba la mano con la que le había sujetado el tobillo… se sintió tan suave y tersa, que la curiosidad le impulsaba a querer tocar más.
Prestó atención a la delegada figura que tenía en frente, el movimiento de su cola, sus manos… sus piernas. No estaba en sus cabales cuando se ánimo a alcanzarla y por primera vez, entrelazó sus dedos con los de ella.
WanWan estaba perpleja y por acto reflejo retiró su mano. Sin embargo, Ling se atrevió a sujetar su cola y WanWan cayó de rodillas, nerviosa e incómoda por todo lo que él estaba haciendo. No parecía el Ling que ella conocía, este era una faceta que ni él mismo se conocía y le estaba gustando, pues su lívido había tocado las nubes cuando la vio con poca ropa al cambiarse. Ahora simplemente quería palpar y explorar el cuerpo ajeno sin recato. En cambio ella, aunque estuviera nerviosa, o que iba a desfallecer en cualquier instante… también estaba ansiosa por ver que sucedería después.


(El próximo capítulo es el final)

Avisarles que tendré un nuevo OneShot en esta ocasión... algo fuertísimo.

Corazón Narcisista ~MLBB~ (Ling x WanWan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora