Mil Inviernos

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- No conseguirás nada si sigues insistiendo en pelear solo, Takemichi. - lleva una semana aquí dentro, en el hospital, venimos a verlo de vez en cuando, su ánimo baja con cada día que pasa, pero la gente a nuestro alrededor no puede notarlo.

- No pudiste contener las ganas de leerme la mente, ¿no es así? - le sonrío, no es que no haya podido contenerme es que no quería hacerlo, me devuelve la sonrisa a medias. Sé mejor que nadie lo que está pasando ahora en la mente de Take, y también sé que no soy yo quien debe calmarlo.

- ¿Sigues aquí, Tn? - Hina llega con bolsas en la mano, se había ido para poder comprarle flores al peli-pollo, supongo que contaba con que todos seguiríamos aquí, es ella quien debe encargarse de este niño.

- Sí, pero ya me voy, HinHin. - ella sonríe, estiro mis brazos y me levanto de la silla, verlos me trae mucha nostalgia... Mikey, nosotros éramos así también, pero tú y tus caprichos de descuidarte por los demás...

Es de noche, a mí se me ocurre salir, no tengo muchas ganas de volver a casa por el momento, fuegos artificiales iluminan el cielo de la noche; mis pies me llevan hasta la antigua tienda de motos de Shinichiro, caigo de rodillas frente a la puerta mientras las gruesas gotas de mis ojos empiezan a formarse sin que yo pueda controlarlas.

- Shinichiro, perdón, no puedo hacer nada... - siento una mano que se apoya en mi hombro, miro al cristal de la puerta, esos ojos oscuros que tienen de familia me miran con una de sus características sonrisas.

- "Todo irá bien, no tienes que pedirme perdón." - no me creo lo que veo, la figura de Shin me mira con calma mientras me deja leer su mente, él realmente deja su esencia allá donde haya pisado.

- Ojalá... Ojalá tengas razón... - no me esfuerzo en contener mis lágrimas, un fantasma, una aparición, o lo que quiera que sea ese Shinichiro que acabo de ver... me da fuerzas para poder levantarme.

Voy a buscar a Chichi para su descanso en su trabajo, le llevo un cupcake muy adorable decorado como un gatito

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Voy a buscar a Chichi para su descanso en su trabajo, le llevo un cupcake muy adorable decorado como un gatito. Él me espera en la puerta, me acerco con mi mejor sonrisa, gracias al maquillaje no se nota todo lo que lloré la noche anterior; a no ser que Chifuyu se diera cuenta, pero no quiera hablar del tema.

Vemos a Takemicchi llegar desde lo lejos, pasó un mes desde la última vez que lo vi, tiene una mirada un poco diferente, parece que Chichi sabía que el peli-pollo vendría, lo miro confundida. Mi mirada pasa de uno a otro, tienen las caras serias, creo que soy la única que no sabe de lo que va esto.

- ¿Qué pasa? - la voz de Chifuyu sale con un tono distante - ¿Vienes a buscar pelea ni bien te dan de alta? - es cierto que la última vez que hablaron no salieron muy bien las cosas, pero no creo que sea correcto tratar así a Takemichi, son buenos amigos...

- Yo realmente lo siento... No era yo mismo en aquel entonces... - rasca su cabeza, no se atreve a levantar la mirada para mirarnos a los ojos, Chifuyu lo mira desganado - Estaba luchando contra mi estupidez...

- Si has venido a hablar solo de eso, por favor, vete. - el peli-pollo y yo lo miramos con sorpresa, Chichi me toma de la mano dispuesto a que nos vayamos y dejemos tirado a Take, freno mis pies.

- ¿Puedes escuchar lo que tiene para decir, Chichi? - mi repentina frenada hace que mi acompañante también detenga sus pasos, suspirando de resignación se queda en su sitio, le asiento a Takemicchi para que siga hablando.

- ¡Estaba pensando en formar una nueva pandilla! - mi sorpresa vuela hasta el cielo, ¿una pandilla? - ¡Una que pueda vencer a la Kanto Manji! Sé que esto es pedir mucho, pero vengan a pelear a mi lado, Chifuyu, Tn. - el rubio de flequillo liso comienza a andar.

- Ya es muy tarde... - me pongo junto a Takemichi, yo me quedaré a pelear junto a él las veces que hagan falta - Enviaré una carta de renuncia, ¡espérala! No puedo meter a la tienda de animales en esto. - aunque ellos no me vean, tengo una sonrisa de lado, me alegra que volvamos a estar los tres juntos - Así que espera por mí, compañero.

- ¡Chifuyu! - el peli-pollo le salta encima sin dejar de llorar, ¿en serio esta es la máxima cantidad de tiempo que puedes aguantar sin llorar? Es patético, Take, mi risa llega hasta ellos, se giran a mirarme y me abrazan a mí también.

Salimos de la tienda de animales, estaban verdaderamente tristes de que Chifuyu se fuera sin motivo, pero no le hicieron muchas preguntas. Damos vueltas, el peli-pollo y yo miramos al tercero de nosotros, tiene una cara seria desde hace un rato, pongo mi mano en su hombro a punto de preguntarle qué es lo que le pasa; estoy aprendiendo a dejar de leer sus mentes o no tendrán privacidad.

- Mil Inviernos... - se gira a nosotros con su característica sonrisa, creo que entiendo lo mismo que Takemichi porque me quedo viendo a mi amigo con incredulidad.

- ¿Qué es eso? - preguntamos a la vez, la cara de Chifuyu hace una mueca para decirnos que somos idiotas, toma una bocanada de aire profunda y suelta su explicación con un tono considerablemente alto.

- ¡El nuevo nombre de la pandilla! - tras una breve explicación de que su excentricidad llega hasta la nueva forma de llamarnos no nos queda más remedio que sonreírle - ¡Y también tengo el logo, lo he tenido en mente durante mucho tiempo!

- Cuando se pone así, ni te esfuerces en decirle que no, Take, créeme que te ahorrarás tiempo. - quizás fuese porque extrañaba los momentos así con ellos dos, pero me siento bien cuando estamos así.

 - quizás fuese porque extrañaba los momentos así con ellos dos, pero me siento bien cuando estamos así

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- Bien, me uniré. - Hakkai nos sonríe, no dudó ni un segundo en lo que iba a decirnos, ¿acaso te lo pensaste, peli-azul idiota? Take y Chichi están igual de sorprendidos.

- ¿Aceptas sin pensarlo? - el peli-pollo da un paso más hacia Hakkai - Puedes tomarte tu tiempo, ¿sabes? - el peli-azul suelta un suspiro sin borrar la sonrisa de su cara, creo que aquí hay algo de lo que nos estamos perdiendo.

- No lo entiendes, ¿verdad? - cierra sus ojos - Takemichi, si vienes pidiendo ayuda, no hay manera en que yo pueda rechazarte. - ahora lo entiendo, el peli-azul se siente en deuda con el peli-pollo, gracias por esto, subcapitán de la segunda.

- Bien, Hakkai, ponte esto. - Chifuyu le extiende uno de los nuevos uniformes, es un poco ridículo, pero el peli-azul no ha llegado a ver el logo aún así que se la pone sin pensarlo; en seguida te arrepentirás, no te preocupes.

- Esto sí que es una muerte segura... - digo para mis adentros - pero me alegra morir junto a ustedes. - les sonrío, aunque ellos no me escuchen, sé que en el fondo saben que esto podría salir verdaderamente mal para todos nosotros.

La chica de la ToMan {Manjiro Sano/Mikey X Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora