La chica de la ToMan {Manjiro Sano/Mikey X Tú}

Impulsos Oscuros

No sé cómo pasó, ¿en qué momento llegamos a un enfrentamiento entre las tres deidades de Kanto? Nos miramos todos, pero realmente nadie pone atención a los demás, creo que estamos en un mal punto... Sus ojos, negros y sin muestra de emoción, me miran fijamente y, de la nada, un pensamiento con su voz me recorre la mente.

- "No tienes cómo salvar a tu Mikey, estorbo." - le doy una mirada de odio, aunque en el fondo sé que nunca podría odiar algo que tuviera que ver con Manjiro, por el simple hecho de que yo amo a ese rubio infantil.

- "Ya veremos, Impulsos Oscuros." - esas palabras fueron enviadas desde mi mente hasta la de esa cosa, muestra una leve sonrisa de la cual solo yo parezco darme cuenta.

Con Hakkai, Chichi y Take fuimos a hacer una pequeña visita interesada a un viejo amigo; según Chifuyu es para buscar refuerzos, yo no estoy muy convencida de que esto pueda salir bien, pero en estas circunstancias solo queda confiar. Nos atendió un hombre alto y delgado, reconocería sus ojos saltones en donde fuera: Peyan.

- ¡Soy yo, Haruki Hayashida! - la voz de Pah se metió en los oídos de Takemicchi, quien lo miraba impresionado - Vaya, ¿quién es tu compañera? Es muy guapa. - detiene su vista en mí, suelto una suave risita, alguien más se da la vuelta.

- La verdad es que sí es muy bonita, podría ser modelo si se lo propusiera y yo estaría encantado de ser quien le diseñe la ropa. - los halagos comenzaron a hacer efecto en mí, mis mejillas se pusieron coloradas, pero Chifuyu solo me sacó la lengua.

- "Ni que fueras tan guapa." - le doy una sonrisa de orgullo, tengo el remate perfecto para eso que acaba de decir.

- "Tú también pensabas que era guapa antes de que Take se me tirara encima diciendo mi nombre." - lo veo mover la cara al costado, puedo adivinar que el sonrojo le cubre la cara gracias al color que tienen sus orejas.

- Soy Tn, chicos, Serpiente Roja. - sus bocas se abrieron, están con los ojos casi saliendo de sus cuencas, ninguno se cree que y sea esa misma Tn - Cierren la boca o les van a entrar moscas. - les tiro mi zapato con fuerza, se ríen de la situación mientras que el peli-pollo y Chichi se miran entre ellos confundidos.

 - ¡Definitivamente eres Tn! - Mitsuya cae en el sofá entre risas, Pah y Pe se encuentran tendidos en el suelo con la marca de mi zapato en la frente, creo que eso les recordó que nunca se me quitará la costumbre de reprocharles sus malas actitudes.

Takemichi, Chichi y yo nos despedimos de Hakkai, luego de un rato también es Chifuyu quien se va; el peli-pollo y yo nos quedamos viendo cómo se acerca a una tienda de animales, ¿ahí es donde trabaja? Todos los sueños de los chicos se han cumplido, todo salió bien para ellos, pero Mikey... Takemichi y yo estamos dispuestos a arriesgar ese futuro para verte con nosotros.

Nos dirigimos al taller de Draken, entrar aquí va a ser bastante duro para mí, aquí trabaja uno de mis mejores amigos y a él tampoco le hablé durante todo lo que estuve fuera... Mi mente comienza a llenarse de preguntas, diferentes interrogantes no dejan de aparecer en mi cabeza, veo que Takemichi me mira con preocupación.

- ¡Lo siento! ¿Te pasé mis pensamientos? - asiente levemente, pero su mano acaricia mi cabeza con suavidad, me enseña una sonrisa poco creíble; tomo aire profundamente y toco la puerta del taller.

- ¡Adelante, Takemichi! - el peli-pollo no le avisó que vendría conmigo, no estoy muy segura de que Draken quiera verme después de no haber tenido noticias mías durante dos años, el llamado pasa primero y yo voy con sutileza detrás de él - ¡Oh, vaya! ¿Quién es tu amiga?

- Draken... - las lágrimas comienzan a salir de mis ojos sin control, el chico de la trenza se me queda mirando como si fuera muy rara, le sonríe a mi acompañante extrañado - Soy Tn, Draken, tu mejor amiga...

Sus ojos se paran en mí, analizándome por completo, no se mueve de su sitio, pero tampoco me muestra alguna expresión. Se gira a Takemichi con una mirada furiosa, están cara a cara y veo que el más alto está a nada de meterle un puñetazo al peli-pollo, aparto su brazo de una patada, como tengo costumbre de hacerlo.

- Así que sí eres tú, Tn. - sus brazos me rodean en un cálido abrazo, puedo oír pequeñas lágrimas caer al suelo, pero a él no suele gustarle llorar frente a otros - Después de tanto tiempo...

- Estoy aquí, Draken, estoy aquí... - lloramos con Takemichi mirando, a estas alturas me da igual si nos ve o no, eché de menos a mi amigo dragón, aquel que siempre me cuidaba como si fuera mi madre.

Salimos a dar una vuelta en Bebu, la CB250T de Takemichi, Draken nos explicó este futuro a detalle: la pérdida de cabeza de Mikey, las peleas entre las pandillas. Cada palabra que suelta me quiebra cada vez más, la situación me sobrepasa, tengo que recuperar a ese Mikey que hablaba con una sonrisa brillante sobre la nueva era de Japón...

- ¡Atrápenlo! - Inui vuela de una moto a otra, un tipo alto fue quien lo tiró. Salto de la moto y recibo al chico con cicatriz en mis brazos - Vaya, ¿y tú quién eres, pequeña? - parece interesarse en mí.

- Él es South Terano. - me susurra Draken en el oído, así que este sujeto es el que reina en el distrito portuario de Tokio, me da asco.

En menos de un segundo nos vemos rodeados por toda su pandilla, se acercan a Bebu donde están Draken y Take, yo me quedo apartada con Inui, no parecen tener intención de atacarnos a lo salvaje... Quizás los pandilleros pueden hablar con la boca y no solamente con los puños, su sonrisa está impresa en su cara.

- Únete a mí, sé mi aliado. - giro mi cabeza, le habla a mi amigo dragón, uno de los sujetos de las motos se acerca hasta el chico de la cicatriz y a mí, no creo que venga a hablar tranquilamente.

- Ven cuántas veces quieras, mi respuesta no cambiará. - ¿ya vino otras veces? Es un tipo insistente por lo que veo - ¡Jamás me uniré a Rokuhara! - el enorme tipo lo mira en completo silencio.

Le suelta un puñetazo luego de gritarle, me levanto de mi sitio y me acerco hasta él en silencio, pone una de sus manos en mi cabeza... Se ríe de la diferencia de altura, aunque siempre fui dos centímetros más alta que Mikey, él era bastante bajo; clavo mis ojos en los suyos, su risa se detiene de golpe.

- ¿Qué te pasa, enana? - agacha su cabeza para dejarla frente a la mía, mala jugada, amigo; le doy una patada con la pierna izquierda, nadie de los tipos del Rokuhara Tandai se mueve mientras ven a su líder en el suelo.