Tn es una chica sin ningún amigo, no tiene una alta reputación, y no le interesa subir en la escala del estatus social: vive bien donde está.
Manjiro Sano es un chico con unos amigos increíbles, su reputación es alta dentro y fuera de su grupo, y le...
¿En qué momento hemos acabado así? Pah no puede moverse, parece un zombi que ha sido brutalmente atacado por Osanai, yo miro desde las sombras y siento una voz llamarme con insistencia... ¿Pah, eres tú quien me habla? Tengo que salir de mi escondite, a pesar de que Takemicchi esté presente, tengo que ayudar a mi amigo... ¿Me perdonarás por esto, Comandante? Sé que es su pelea contra Moebius, la voz de ayuda de Pah...
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No tardé en correr hacia el sitio de la reunión y posicionarme junto a los capitanes, con las miradas de desaprobación del resto de los miembros, como siempre aparezco sin que se me vea la cara es normal que no confíen en mí. El tema esta noche era por una venganza, un problema de uno de los nuestros con la pandilla de Moebius, había leído de ellos; solo contaban con la fuerza bruta de Osanai Nobutaka: un cabeza hueca con el don de la pelea.
- ¡Han atacado al amigo de Pah y violaron brutalmente a su novia frente a él, han herido a inocentes y se metieron con uno de los nuestros; esta pelea es de Pah-chin, pero no dejaremos las cosas así! - Mikey grita, su voz refleja la intolerancia que tiene al tema, quizás porque se pone en el lugar de Pah y piensa en que pudo ser alguien importante para él.
- ¡Sí! - la respuesta resuena por todo el lugar, yo solo me quedo en silencio, no creo que sea correcto, pero tampoco tengo palabra cuando están así de decididos; viendo a Mitsuya, sé que la idea le gusta tan poco como a mí.
- ¿Tú también vas a ir, Serpiente Roja? - asiento, pero guardo silencio, nadie en ToMan ha oído mi voz aparte de los capitanes y los comandantes, por eso a los subcapitanes se les hace fácil hablar conmigo: no saben que soy una chica.
El día de la pelea llega, estamos esperando a que la otra pandilla llegue, pero yo estoy en una esquina subida en el techo; Mikey y Draken me dijeron que no saliera de ese sitio a no ser que yo considerara que la situación me gritaba que me meta. No tardaron en llegar con sus uniformes rojos y sus miradas llenas de desprecio.
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Salgo de mi sitio, me pidió ayuda, Pah me pidió ayuda. Caigo frente a todo el mundo, Osanai me inspecciona de arriba abajo con una sonrisa divertida, me arriesgué mucho saliendo así cuando Takemicchi está delante y puede salir a la luz el secreto más grande de toda la pandilla Tokyo Manji.
- ¡¿Qué estás haciendo?! - Draken me grita, quiero responderle con la verdad y decirle que nuestro amigo me llamó, pero no sé cómo hacerlo sin parecer una loca, tampoco puedo responder ahora o reconocerían la voz de una chica.
- ¿Qué tenemos aquí? - uno de los secuaces de Osanai trató de quitarme la capucha mientras su líder me distraía, pero no les funcionó para nada bien porque una patada se encajó en su mandíbula antes de que siquiera me tocara un pedacito pequeño de tela.
- Vaya, un chico misterioso. - su voz de repugnancia hacia mí era lo que me hacía apretar los dientes a tal punto que los escucho romperse, empezamos a tirar golpes al aire, uno de los golpes de Osanai me dio de lleno y caí al suelo, la gravedad hace su efecto: mi capucha cae primero, luego caigo yo al suelo.
