➳[ 006 ]

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Suspire por décima quinta vez.

Estaba harto, muy, muy harto.

Tener a dos demonios en la misma casa, definitivamente era un asco y ambos iban a terminar con mi estado mental y nervioso.

Satanás, me compadezco de tí.

—¡Agarraste mi cepillo especial para acicalar mis alas!— gritó la chica, Lisa, mientras señalaba a mediomeo.

—¡Si claro, de seguro me lo metí en el culo y por eso no lo encuentras, estúpida bruja!— regrese mi vista a Lisa, quien tenía la boca abierta, estaba ofendida.

—¡Pues a lo mejor y si te lo metiste en el culo, ya no me sorprendería que te volvieras un demonio puto!— abrí mi boca sorprendido, metí otro puñado de palomitas en mi boca y giré mi cabeza a Park.

—¡Y a mí, no me sorprendería sí algún día te conviertes en el demonio solitario y más estúpidamente horroroso del infierno!— gritó. Giré mi cabeza a Lisa.

—¡Te voy a cortar tus putas bolas y se las voy a dar a mis perros!— Gritó. Metí otro puñado de palomitas, masticandolas rápidamente y mirando a Park.

—¡Tú y tus putos perros se pueden ir al limbo!

Era extraño ver a dos demonios pelear y mandarse al infierno e incluso al limbo, como sí fuera lo más normal del mundo, aunque a mí, me parecía divertido y bastante entretenido.

Toda esta maldita pelea empezó desde hace aproximadamente una hora y media. Todo empezó así....

—Oigan, ¿Han visto mi peine para acicalar mis alas?— Lisa salió de la habitación que le había dado, yo estaba recostado en mi sofá de siempre, comiendo palomitas y mirando una película, en el otro sofá, que estaba pegado al que estaba, ahí estaba Jimin, mirando la televisión conmigo.

—No me gusta agarrar cosas raras— conteste, sin mirarla y seguí comiendo.

—¿Y tú Asmodeo? ¿Has visto mi peine?— Jimin la miró con mala cara. Hoy, había amanecido de un humor de los mil demonios y quién sabe por qué.

—¿Acaso soy una puta hada madrina para hacerlo aparecer de dónde sea que esté?— quite la mirada de la televisión y lo miré.

—Pues las alas si las tienes, puñetas— dije. Él me miró mal.

—¿A tí quién putas te habló?— contestó.

—La puta de tu madre— él hizo el ademán de levantarse, pero Lisa camino hacia la sala y se paró frente a Jimin.

—Deja al humano, y dime, ¿Dónde está mi peine?— preguntó nuevamente, empezaba a perder la calma.

—No lo sé, tal vez esté en el baño, yo que sé— Lisa tomó eso de otra manera.

—¡Agarraste mi cepillo especial para acicalar mis alas!....

Y así llegamos a este momento.

—¡Voy a acusarte con el delegado, te estás metiendo con un demonio clase dos!— lo señaló.

—¡Tú clase dos y tus putos delegados me valen una mierda, igual que tú puto peine!— Lisa grita, se da la vuelta y entra a su habitación, cerrando la puerta de golpe, haciéndome brincar del susto.

—Agh, maldición, casi me saca el corazón— pose una mano en mi pecho.

—Te lo voy a sacar yo por andarte metiendo con mi madre— lo miré y sus ojos se volvieron completamente negros, sus alas se abrieron y tragué saliva, mientras me sentaba lentamente en el sofá.

—Jiminsito, tranquilo, estoy jugando ya sabes cómo soy— subí mis pies y me levanté arriba del sofá, mientras estiraba mis manos evitando que se acercará.

Cuando estaba a punto de salir corriendo, claro después de brincar el respaldo del sofá el cual, se me olvidó que estaba ahí, mi pie tropezó y me ví cayendo de cara detrás del sofá, pero, alguien fue más rápido y se aclaró en el suelo. Fue sumamente raro, sólo apareció de la nada.

Caí encima de su anatomía, y mis labios cayeron sobre los suyos. Le había dado un beso accidentalmente.

Abrí mis ojos sorprendido, puse mis manos a los costados de su cabeza y me levanté rápidamente. Él también lo hizo desde mí.

—Y-Yo...- empecé. Rasque mi cabeza y lo miré. —Tengo sueño.

Subí corriendo las escaleras, llegué a mi habitación y me encerré.

Había besado a un puto demonio.

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➳ᴹᴿ✿࿐Devil★❦ ✔ +18 - Jimsu - 《ADAPTACIÓN》❦FINALIZADA❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora