➳ᴹᴿ✿࿐Devil★❦ ✔ +18 - Jimsu - 《ADAPTACIÓN》❦FINALIZADA❦

➳[ 017 ]

Yoongi salió de los baños, acomodando su ropa, para evitar que se viera como si hubiera follado en el baño, cosa que claramente, sí hizo. Paso sus manos por su cabello y salió completamente del baño, seguido de Jimin, quién sólo sonreía por los nervios de Yoongi y ser atrapado.

—Me tengo que ir, quiero dormir un poco antes de ir a la entrevista que tengo— Miro a Park, y este asintió, tomándolo de la cintura y acercándolo a él.

—Bien, entonces, ¿Nos vemos en la noche?— Yoongi mordió su labio inferior y asintió.

—Claro que sí— Jimin sonrió y se inclino hacia él, besándolo con delicadeza. Yoongi se separó y le sonrió. —Me voy, sé cómo va a terminar este beso— Jimin rió y asintió. —Nos vemos.

Yoongi agitó su mano y se marchó, Jimin lo vió subir al ascensor, se dió la vuelta, dispuesto a marcharse al departamento de Yoongi, pero se detuvo al detectar un aroma a putrefacción. Se dió la vuelta, pero las puertas del ascensor ya habían sido cerradas.

—Maldición.

Mientras que Yoongi, tarareaba una canción, mientras que el ascensor continuaba subiendo, Yoongi hacia el esfuerzo por mantener sus ojos abiertos, pero tenía sueño. Las puertas del ascensor se abrieron, sacándole una sonrisa a Yoongi, la cual, se borró al instante al ver dónde había llegado.

—¿Qué demonios hago en la azotea?— Iba a aplastar el botón con el número ocho, pero fue empujado bruscamente hacia fuera del ascensor, el cual cerró sus puertas de inmediato y se marchó. -Joder- Se levantó, ya que había caído de rodillas, y corrio hacia el ascensor, aplastó el botón rojo, llamándolo, pero no cedía, incluso el cuadrito que marcaba por qué piso estaba, estaba apagado. —No puede ser.

—Yo creo que sí, puede ser— Yoongi detuvo todo movimiento, parpadeo repetidas veces y lentamente, fue dándose la vuelta, hasta quedar frente a un demonio de grandes alas negras y dos cuerdos sobresalientes de su frente. Yoongi se pegó de golpe a la base metálica y abrió sus ojos sorprendido. —Dime, mi querido Yoongi, ¿Esperabas mi llegada?

—¿C-Cómo... Cómo es que tú?— El demonio rió y negó con la cabeza.

—Tranquilo, sé que no comprendes nada aún, pero te daré un resumen— Él le sonrió, pero Yoongi no hizo lo mismo. Estaba aterrado. —Verás, por culpa de un humano insignificante, ¡Soy un maldito demonio!— Yoongi pegó un pequeño brinco en su lugar. —Estoy aquí, para cumplir una orden directa del rey del Inframundo— Sonrió, en ese momento, sus ojos se volvieron completamente negros y Yoongi soltó un grito de dolor al tenerlo en un abrir y cerrar de ojos, ahorcandolo. —Antes de morir, sentirás el mismo dolor que yo sentí cuando mis alas se pudrieron y mi pureza fue cambiada por pensamientos dolorosos y llenos de rabia, como mi halo fue cambiado por estos horribles cuernos.

Yoongi empezó a sentir como su espalda dolía horrores, su cabeza dolía como si fuera a estallar, mientras que sus ojos, se volvieron completamente negros, compartiendo el dolor con Jimin, quién no dudo en utilizar sus dones de demonio e ir hacia donde Yoongi se encontraba, al llegar, pudo saber el porqué de su dolor, tan sólo con un movimiento de su mano, Félix salió volando hasta el otro extremo de la azotea, chocando con la pared que había ahí.

Yoongi recupero aire, cayó de golpe al suelo, con una marca en su cuello y sus ojos regresando a su forma natural. Jimin corrio hacia él y lo tomo por las mejillas.

—Yoongi, ¿Estás bien? ¿Me escuchas? Por favor, háblame— Lo sacudió ligeramente, cosa que hizo que empezará a retomar la conciencia.

—Jimin...— Tomó una gran bocanada de aire, haciendo sonreír ligeramente a Jimin, quien lo ayudó a levantarse y recuperarse del mal rato que pasó.

Pero mientras Jimin le daba la espalda, Félix se arrancó tres plumas de sus alas y las arrojo con fuerza, como si fueran navajas. Yoongi miró por encima del hombro de Jimin, notando que aquellas plumas tomaban forma y el filo de un cuchillo o más bien, de una navaja. Apretó sus labios y abrazo a Jimin y lo hizo girar.

Yoongi sintió el impacto en su espalda.

Jimin jadeo al ver cómo aquellas plumas, se enterraban en la espalda de su amado, los brazos que rodeaban su abdomen, perdieron fuerza y Jimin no tuvo tiempo de detener la caída de Yoongi.

—¡No! ¡Yoongi!— El mencionado escupió sangre y parpadeo repetidas veces, tratando de mantenerse aún con vida. —¡No te mueras, tienes que esperar, aún no es tu tiempo! ¡Por favor, mantén tus ojos abiertos!

—Jimin...— Jadeo ante el inmenso dolor que estaba experimentando. —Mata a e-ese bastardo... por m-mí.

Jimin, entre lágrimas, tomo la cabeza de Yoongi y la pego a su pecho, tratando de mantenerlo con vida, pero Yoongi, simplemente, murió.

Félix había cumplido con su parte del trato.

Ahora, Jimin cumpliría con la última voluntad de su amado.

Alzó la mirada y la choco con Félix, el demonio que lo miraba sin miedo y con una mirada retadora.

—Voy a mandarte al limbo... hijo de puta— Y tan sólo con un movimiento que hizo de su mano, volviendola puño, arranco sus alas de golpe, sacándole un enorme grito de dolor, la sangre de color negro, brotada a grandes cantidades de su espalda, mientras que trataba de mantenerse de pie. Félix alzó la mirada y abrió los ojos sorprendido al ver a Jimin parado justo frente a él.

Jimin estiró su brazo, atravesando su pecho, Félix hizo una mueca de dolor, bajo lentamente su mirada hacia su pecho, Jimin saco su mano y juntó a eso, su corazón negro, podrido. Félix simplemente se desplomó en el suelo, a los minutos, se volvió ceniza y el aire se la llevó.

Jimin giró su cabeza hacia donde estaba el cuerpo sin vida de Yoongi. Sus ojos se volvieron normales.

—Te buscaré. Lo prometo.