➳[ 011 ]

392 44 4
                                    

Limpio sus lágrimas y se levantó, mirando con aburrimiento su habitación, no sabía porque se había vuelto tan legumbre y sin emociones, aquella habitación en la cual, había celebrado algunas victorias, compartido momentos con Kihyun, en los cuales, ninguno eran sexuales.

Bufó. Salió de su cuarto y bajó al primer piso, toda la sala y cocina estaba en total silencio, manteniendo una paz bastante falsa, porque dentro de Yoongi, sabía que algo iba a pasar, porque el sentimiento de intranquilidad e inseguridad, incluso lo sentía traspasar las paredes y acecharlo con cuidado, para después, caer de golpe, arruinándolo más.

Sus pasos empezaron a dirigirse hacia la cocina donde tenía un mini bar, dónde podría tomar y tomar, para aligerar sus penas y malos recuerdos. Tomó una botella de whisky, uno que había comprado en su viaje a Canadá, era un whisky bastante caro, al igual que bastante fuerte si no se tomaba con delicadeza.

Tomó un vaso de cristal y si sirvió hasta llenarlo, puso la tapa a la botella y se llevó el vaso a sus labios, sin importar atragantar sin emborracharse de manera, bastante rápida y para nada saludable.

Vaso, tras vaso, tras vaso, Yoongi estaba completamente ebrio, mirando hacia enfrente y dejando que sus lágrimas bajarán por sus mejillas, en un momento de distracción que agachó la cabeza, fue el suficiente tiempo para que alguien se apareciera como por arte de magia, tomó la botella y la retiró un poco del alcance de Yoongi.

Él alzó la cabeza y vió lo más hermoso que sus ojos habían visto.

—¿Quién eres y qué haces en mi casa?— su voz salió ronca, grave y bastante pesada, tanto que arrastraba las palabras al hablar.

Él le sonrió y se inclinó un poco hacia el.

—Un amigo.

—No tengo amigos.

—Ahora los tienes.

—No quiero amigos— finalizó. Yoongi tomó su vaso y se terminó el poco licor que este tenía, con su mirada empezó a buscar la botella, pero yo no la halló, así que miro al chico que tenía enfrente a él —¿Dónde está mi botella? ¿Acaso eres un ladrón y te estás llevando mis cosas aprovechando lo ebrio que estoy?— lo señaló.

—No soy ningún ladrón y mucho menos aprovecharé de que estés ebrio— explicó. —¿Qué dirías si te dijera que soy tu ángel guardián?— preguntó, teniendo una sonrisa de lado.

Yoongi dejó su vaso en la mesa, lo miró con una mirada, bastante profunda y habló.

—Te golpearía hasta hacerte regresar al cielo— aquello hizo que el arcángel frunciera su  entrecejo.

—¿Por qué?

—Porque jamás me cuidaste, jamás supiste ayudar a tu hermano... te necesite como no tienes idea, pero jamás respondiste a mis llamados, creí en tí... hasta que fui abandonado por tí, fue entonces que deje de verte como mi salvador y empecé a verte como un demonio... uno bastante podrido por dentro.

Él arcángel se quedó callado, mirándolo sin saber que decir, hasta que alguien más habló por él.

—Vamos, dile dónde estabas cuando todas esas cosas pasaron— Félix miró con enojo al demonio que estaba a unos cuantos pasos detrás de un borracho Yoongi.

—No te metas, demonio. Tú ni siquiera deberías de estar aquí— atacó. Yoongi bufó, tomó dos vasos más de vidrio y tomó la botella, sirviendo el licor hasta llenar ambos casos e incluyendo el suyo.

—¡Callense! Me dan dolor de cabeza— talló su cabeza, resolviendo su cabello y dejándolo algo desordenado. —Beban esto si realmente son unos verdaderos hombres— la lengua de Yoongi estaba prácticamente dormida, pero eso no impidió que ambos se mirarán, tratando de desafiarse. Taehyung sonrió de lado y miró al arcángel con burla.

—¿Qué? ¿No me digas que tú papi Dios te va a castigar por beber licor?— Félix frunció su entrecejo, empezando a sentirse furioso. —¿Acaso eres una niña, pequeña hada?— el demonio tomó el vasito de cristal y sin pensarlo mucho, se lo tomó, tragandolo como sí fuera agua —¿Entonces?— reto nuevamente el demonio.

Félix miró el vaso y sintió un poco de asco, él no era alguien que desobedecia a su señor, pero que un demonio lo este retando de dicha manera, lo ponía furioso y quería mostrarle a aquel ser de obscuridad que él podría hacerlo. Así que sin pensarlo mucho, tomó el vaso y se lo tomó, al instante hizo gestos y arcadas de asco. Pero logró soportarlos.

Ese y los demás vasos que se les fue servidos por Yoongi, quien ya estaba lo suficiente borracho como para perderse completamente.

Una hora más tarde, con el arcángel cayéndose de borracho en el sofá, Yoongi sentado y riéndose de quién sabe qué cosa, y un Jimin mirándolos de pie con los brazos cruzados y una ceja arqueada, negaba lentamente con la cabeza, un poco molesto y divertido con la escena.

—¡Diooooooos!— gritó él arcángel, señalando hacia arriba. Jimin río.

—E-El maldito d-demonio ganó— el nombrado alzó una ceja, ofendido.

—Oye idiota— le llamo, Félix lo miró y se levantó con dificultad. Tambaleando, logró ponerse de pie y señalar al demonio... o eso pretendía.

—Estoy acá idiota— hizo su mano en un puño, trató de pegarle un puñetazo al demonio, pero falló en el intento, se dió una vuelta completa y cayó nuevamente en el sofá. Ya no se levantó, sólo balbuceaba cosas sin sentido.

Jimin chasqueó la lengua y dirigió su mirada a Yoongi, quien al parecer, se había quedado dormido en el sofá, con su cuello hacia un costado. Soltó un suspiro y se acercó a él, cargandolo al estilo nupcial, empezó a subir las escaleras.

Al llegar a la habitación de él, lo acostó en su cama, tomó una sábana y la cubrió hasta su cintura, pero su mano fue tomada de improviso haciéndolo sobresaltar un poco, levantó la mirada hasta dirigirla a Yoongi, quien le sonríe de lado.

—J-Jimin— sonrió, se reincorporó, quedando rostro con rostro, a una distancia bastante corta —Te deseo.

Y el demonio perdió totalmente el control.

Mientras que en la sala, se encontraba dormido aquel arcángel que había llegado a salvar de la oscuridad a su protegido...

Sin saber que estaba apunto de perderlo por completo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
➳ᴹᴿ✿࿐Devil★❦ ✔ +18 - Jimsu - 《ADAPTACIÓN》❦FINALIZADA❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora