❝Queda estrictamente prohibido enamorarse de su víctima.❞
♠︎••Jimsu••♠︎
➳Jimin: Top
➳Yoongi: Bottom.
➳Hermosos gráficos de portada realizados por @Cebicles.
Todos los créditos están reservados para @Minkiyomi-, quien me permitió adaptar esta ma...
Sus ojos se abrieron lentamente, un suspiro de haber descansado lo suficiente, salió de su nariz, mientras estiraba su cuerpo y poco a poco, empezaba a mirar a su alrededor. Frunció el entrecejo un poco confundido.
¿Donde estaba? Las paredes blancas, la cama blanca y ese uniforme blanco no era algo que él utilizaría. Se levantó de la cama y se puso unas pantuflas del mismo color, giró su cabeza en diferentes direcciones y se sorprendió al ver una gran pared a pocos metros de él, sus pies empezaron a moverse hacia esa pared, hasta que una luz que venía de sus espaldas, le hizo detenerse, giró hacia atrás, cubriendo un poco su vista de la fuerte luz, pero le era muy imposible ver algo, así qué, giró hacia enfrente, mirando como en la gran pared, empezaba a reflejarse un vídeo.
—¡Feliz cumpleaños Yoongi!— se sorprendió un poco al ver a su madre, su padre y una pequeño Yoongi sonriendo, mientras le soplaba las velas al pastel de una caricatura animada que él solía ver de pequeño. —Tu padre y yo, te tenemos un gran regalo. Cielo, dáselo, por favor.
Yoongi notó como su padre sacaba una caja y al abrirla, saco un muñeco que él tanto había querido en su niñez, de la caja, también saco unos crayones y un libro de colorear. El pequeño Yoongi estaba más que feliz.
—¡Gracias por este regalo, de verdad, gracias papás!— ambos padres compartieron una sonrisa cálida y de haber cometido su logro de hacer feliz a su pequeño.
La luz se apagó y volvió a encenderse, recreando otros recuerdos.
—Señor Lee, ¿Usted tiene mi muñeco?
Yoongi sintió una punzada en su pecho, haciendo que sus ojos se llenarán de lágrimas y no se apartaran de la pared. Las lágrimas bajaron por sus mejillas al ver cómo aquel hombre, abusaba de un pequeñ Yoongi, quién súplicaba porque se detuviera. Las luces se apagaron y volvieron, está vez, empezando a reproducir la vida de Yoongi, desde que salió de casa, hasta cuándo se encontraba en la azotea del edificio.
Sus ojos no se despegaron de Jimin, quien lloraba mientras abrazaba su cuerpo sin vida. Sintió un revoltijo en su estómago. De pronto, aquella luz que reflejó su vida entera, se apagó y giró su cabeza hacia atrás, logrando ver a una chica para ahí, con alas blancas y un lindo rostro.
—Hola Yoongi, mi nombre es Sua, y hoy, seré tu guía en el paraíso de Dios— Hizo una pequeña reverencia. Yoongi frunció su entrecejo.
—¿Qué? ¿Paraíso de Dios?— Pregunto, con cierta burla que hizo que las alas del angel se erizarán.
—Sí... estás en el cielo.
—No, yo no puedo estar en el cielo. ¡Yo debo de estar en el infierno, ahí está mi lugar!— Jadeo con molestia, tomó su playera blanca y se la quito de golpe, mirando con asombro su pecho, sin encontrar marca alguna en este. —¿Qué rayos...? ¿¡Dónde están mis marcas!? ¿¡Dónde!? ¡Ustedes no saben nada, yo no pertenezco aquí, Jimin me está buscando!
El arcángel trono los dedos, haciendo que Yoongi cayera al suelo, desmayado, con otro chasquido, hizo que su camisa volviera a estar en su cuerpo.
Había algo raro en Yoongi, le aterraba su manera de actuar. Cualquier persona estaría feliz de saber que fue al cielo y no al infierno, ¿Por qué está vez era distinto?
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