➳[ 021 ]

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—¿En serio tengo que asistir?— Pregunto, ganándose la mirada de reproche de su madre.

—Sí, hoy presentarán a la nueva muerte, así qué, espero y no faltes, de lo contrario, me encargaré de que los perros te coman las alas— Jimin rodó los ojos, tenía mejores cosas que hacer, como buscarlo, por ejemplo. Él se negaba a pensar que él se encontraba perdido en el Inframundo, por eso, había estado divagando entre los enormes pasillos, y lugares de tortura, pero no había tenido éxito alguno, cosa que empezaba a desesperarlo.

Cuando la noche cayó, Jimin se vistió con un traje de gala, un saco rojo de terciopelo, unos pantalones de vestir negros y un peinado que lo hacía ver más intimidante de lo que ya era, sin olvidar dejar sus alas sueltas para crear más miedo en aquellos demonios inferiores y personas que servían en el Inframundo. Camino por varios pasillos, hasta encontrarse con su hermano, Hoseok y su hermana, Rose, quién representaba a la envidia.

—¿A la reunión, hermanito?— Jimin paso por el lado de Hoseok, empujando su hombro.

—"Tú ni me hables, escoria— Gruño.

Hoseok rió.

—Me lo agradeceras— Sonrió. Aliso con delicadeza su bonito traje de color negro, acomodó la joyería que había en su cabeza y colgaba de esta, y miro a Rose. —¿Vamos, hermana?

—Hoseok, no debiste de haberte metido con Jimin, sabes que él es muy vengativo por ese lado, además, te metiste con un humano que no se te había sido asignado para matar— Dijo, cosa que hizo a Hoseok rodar los ojos y mirar con molestia a su hermana.

—Rose, eres bastante aburrida, creo que debiste ser un arcángel, haces más cosas buenas que malas— La miro con desden de arriba hacia abajo, soltó un bufido y volvió a mirarla con molestia. —Nos vemos, ya no quiero entrar contigo a la reunión, haces que me vea demasiado bueno y no es así como debo de verme. No tardes— Miró hacia enfrente y meneando las caderas con un movimiento bastante sensual, reanudó su paso por aquel pasillo, dónde lo llevaría al enorme salón, aquel que amaba por completo, era hecho de oro puro, incluso aquel trono, dónde esperaba sentarse en algún momento de su vida demoníaca, realmente tenía las esperanzas que la nueva muerte se llevará bien con él y le concediera sentarse siquiera un momento en ese hermoso trono.

Rose negó con la cabeza, soltando un suspiro de derrota, definitivamente hablar con su hermano era más difícil de lo que parecía. Estaba a punto de caminar, hasta que algo se estrelló con ella de golpe, abrió los ojos sorprendida al verse de cara en el suelo, sus alas se abrieron en alerta, pero sólo lograron lastimar la mejilla de la persona que choco con ella. Rápidamente se levantó y miro al sujeto.

Oh, el sujeto.

—Lo siento mucho, ando perdido, no sé dónde estoy, una disculpa señorita— Hizo varias reverencias, viéndose tierno y muy lindo a los ojos de Rose.

—Oh, no te preocupes, estaba parada justo en medio del pasillo, creo que la que obstruia el pasillo era yo. Lo siento— Hizo una pequeña reverencia.

—No se preocupe— Sonrió el chico.

Rose miró sus ojos y le sorprendió verlos de un lindo color café claro.

—Disculpa, ¿Hacia donde ibas?— Oregunto. —Puedo ayudarte, si gustas.

—Oh, claro. Iba hacia la reunión, nos invitaron a todos los demonios, así qué debemos de ir, ¿Sabes dónde queda el salón?— Ambos empezaron a caminar.

—Sí, justo voy hacia allá, mi hermano ya debió haber llegado, bueno, todos mis hermanos— El demonio frunció el entrecejo.

—¿Hermanos?— Rose asintió. —¿Quienes son tus hermanos?— Pregunto, curioso.

—Jimin, Hoseok, Seokjin, Jungkook, Tzuyu y Solar— Dijo, enunmerandolos con sus dedos. —Yo soy Rose, soy Gula— El demonio abrió sus ojos sorprendido, detuvo sus pasos y se puso de rodillas de golpe, asustando y sorprendiendo a Rose.

—¡Señorita, por favor, perdone mi falta de respeto hacia usted, prometo enmendar mi error y prometo no volver a verla a los ojos sin su consentimiento! ¡Le pido una disculpa!— Rose miró hacia todos lados, sintiéndose un poco presa del pánico, nadie había hecho algo así, por eso prefería mantener su nombre y rango oculto de los demonios, para evitar que le hicieran este tipo de escenas.

—Por favor, levántate— Pidió. El demonio negó. —¡Por favor, levántate, no quiero que te pongas de rodillas, levántate!

El demonio rápidamente se levantó, pero sin mirarla, había cometido una falta, no lo haría dos veces.

Rose miró la cabeza agachada del demonio, sin poder ver aquellos ojos cafés que tanto le habían gustado. Se sintió triste.

—Por favor, levanta la cabeza— El demonio negó.

—No puedo, lo siento. Sería una falta de...

—¡No me trates como alguien importante!— Grito, soltando su irá. Sus ojos se volvieron negros completamente y unas venas se remarcaron alrededor de sus ojos. El demonio al ver eso, dió dos pasos hacia atrás. —¡No vuelvas a mostrar respeto si no te lo pido! ¡Odio eso, lo odio!

Se dió media vuelta y camino por el pasillo, hasta llegar a la reunión.

Todos iban de aquí para allá con copas de champagne o vino, sus ojos regresaron a la normalidad, viéndose tan apacible como siempre.

Del otro lado del enorme salón, se encontraba Jimin, una copa de vino se encontraba en su mano, degustandola mientras miraba con aburrimiento aquella reunión, cuando se disponía a dejar la copa y largarse a seguir su búsqueda de Yoongi, un chico de vestimenta bastante rara, apareció de un costado de dónde se encontraba el enorme trono de oro.

—¡Gracias por venir a la presentación de la nueva muerte, a Mi señor le encanta que el salón este lleno y haya mucha convivencia y sean bien atendidos!— Hizo una pequeña pausa, dándole permiso a los aplausos inundar el salón, cuando estos acabaron, el chico volvió a hablar, bueno, gritar. —¡Ahora, es momento de hacer una reverencia a su nueva muerte! ¡Sea bienvenido Mi señor!

Todos hicieron reverencia, sus miradas se posaron en el piso, Jimin también hizo lo mismo.

El sonido de una puerta abriéndose y dándole paso a un sensual sonido de la suela del zapato estrellandose en el hermoso suelo, hicieron eco por todo el lugar. Todos, aún escuchando dicho sonido, no levantaban la mirada, hasta que la nueva muerte estuviera en el trono y se les sea dada la orden de levantarse.

El sonido de los zapatos siguió, hasta subir los escalones, el hermoso y esbelto joven, acomodó su hermoso traje negro y tomó asiento, en su cabeza traía una corona brillante, hecha también de oro.

El joven asintió hacia el chico, quién asintió y volvió a emitir una orden.

—¡La muerte ordena levantarse y mirarlo!— Todos se fueron reincorporándose poco a poco, la mirada de Hoseok se abrió, mientras que a Jimin, se le resbaló la copa de su mano y termino en el suelo, mirando al hombre que se hallaba sentado en el trono, con un hermoso traje negro y de hombros altos.

—M-Min Y-Yoongi.

—Park Jimin... quiero decir, Asmodeo, un gusto en volver a verte— Sonrió, haciendo que sus ojos brillarán.

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➳ᴹᴿ✿࿐Devil★❦ ✔ +18 - Jimsu - 《ADAPTACIÓN》❦FINALIZADA❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora