02

1.3K 111 4
                                    

Cambie algunas cosas del capitulo, por eso la edición, sin más que decir espero lo disfruten.










Memo se despertó sintiéndose... mmm, maravilloso.
Su mejilla estaba presionada contra algo cálido y cómodo.
Sonriendo somnoliento, se acurrucó en su almohada. Olía bien.
La almohada se movió.
-Buenos días.
Memo se obligó a abrir los ojos y se encontró mirando el magnífico pecho desnudo de Lionel que era lo que aparentemente había estado usando como almohada.
-No te fuiste -dijo Memo, parpadeando-. Y estás medio
desnudo. Estoy bastante seguro de que ayer no estabas desnudo cuando me quedé dormido.
Los labios de Lionel se crisparon, pero por lo demás su expresión permaneció extrañamente tranquila.
-Tenemos que hablar -dijo.
Memo hizo una mueca.
-Por favor, ¿podemos no hacerlo? Sé cómo va esa charla.
Realmente deberíamos omitirla.
-Omitirla -repitió Lionel, mirándolo con rareza.
Memo sonrió.
-¡Síi! No te preocupes, entiendo que fue un error, y no volvera a suceder, no voy a hacer las cosas incómodas. Nadie necesita saber sobre esto -Agitó la mano vagamente entre ellos, sonriendo más ampliamente, como si hubiera hecho una exelente broma y su corazón no se rompiera activamente con cada palabra que
decía.
Él estaba bien. O estaría bien. Se negó a ser el perdedor patético y poco atractivo que actuaba de manera pegajosa y vergonzosa con un hombre que estaba fuera de su alcance. Él sabia que Lionel iba a volver con Christiano, siempre pasaba asi. No se dejaria afectar. El era mejor que eso, maldita sea. Tenía su orgullo. Eso era lo unico que tenía.
Lionel frunció el ceño.
-Memo-Sonó un celular.
-Es el tuyo -dijo Memo, dándose la vuelta para arreglar su ropa arrugada. Se sorprendio al darse cuenta de que estaba desnudo por debajo de la cintura. Idiota. Por supuesto que estaba desnudo por debajo de la cintura-. Deberías contestarlo, parece urgente,por la forma en que no se rinden -Sin ver su boxer por ningún lado, Memo se decidió a tirar de las sábanas hasta la cintura.
Detrás de él, pudo escuchar a Lionel finalmente alcanzar su teléfono y contestarlo.
-¿Sí? -Dijo brevemente, su voz mezclada con irritación e
impaciencia.
-¿Donde estas!?-La conexión era tan buena que Memo podía escuchar a la otra persona-Dijiste que llegarías temprano.
Lionel dijo con fastidio.
-Mira, lo siento Scaloni, se que no es un buen momento...
-¿Me lo estás diciendo enserio? -Se escucho decir la otra persona, aparentemente era Scaloni el entrenador, estaba enojado-. Crees que tengo tiempo para esto?
-Calmate -Dijo Lionel. Memo pudo oírlo alcanzar su ropa. Memo no se dio la vuelta.
-Tu crees que tengo todo el tiempo del mundo?!, Te quiero aca a menos tardar una hora.-Scaloni dijo más firmemente, con un tono frio en su voz-, Rapido.
Lionel exhaló con fuerza.
-No esta Gabriel por allí?-dijo, la otra persona dijo algo más, Lionel parecio pensarlo un poco-. Esta bien, estare ahí en 30 minutos.

Cuando colgó, Memo estaba impresionado y dolido, no queria que se fuera, pero que podia exigir el, no eran nada, nisiquiera amigos, asi que ocultando si dolor, dijo:
-Te llamó Scaloni. ¿No sabía que lo tenías que ver hoy?, creí que descansarían, ya sabes despues de la victoria.
Se oyó el crujir de la ropa.
-Eso hubiera hecho, pero al parecer Scaloni quiere, replantear algunas cosas.-dijo Lionel-. Solo quiere estar seguro.-Su voz se volvió fría-. Francamente, no me sorprende.

Memo se dio la vuelta. Se sintió aliviado y decepcionado al mismo tiempo, encontro a Lionel casi vestido.
-Estás hablando como si no te importara.
Lionel sonrió sin mucha alegría.
-Tal vez no lo hace. Quizas perdamos en cuartos, o ganemos, no lo se, cariño.
-No deberías decir eso -dijo Memo, frunciendo el ceño, tal vez logren pasar. Memo fruncio un poco el seño.
Lionel acarició entre las cejas de Memo, alisando la arruga allí.
-Eso es lo que pasa, Memo-dijo
en voz baja-. Por más que planees algo, no sabes si eso funcionara con exactitud. -
Lionel se rio entre dientes con dureza-. A veces ni siquiera
estoy seguro de ser bueno en lo que hago. Trato de tener todo el control de mis acciones, realmente no se que sucedio ayer. He tratado de reprimir todo esto, no soy solo instinto.

El corazón de Memo se apretó. Incapaz de reprimir el instinto de consuelo, tomó la mano de Lionel y la apretó.
-Creo que estás siendo demasiado duro contigo mismo. No creo que seas solo instinto. Lionel se rio un poco antes de acercarlo a él.
-Eso es porque no he tenido que actuar contigo, sacas mis instintos mas bajos-dijo, apretando los brazos alrededor de Memo con tanta fuerza que fue casi doloroso y perfecto.

Los párpados de Memo se volvieron más pesados cuando Lionel enterró la cara en su cuello-. Me encanta estar cerca de ti. Me haces sentir... -Lionel se calló antes de suspirar y abrazarlo aún más fuerte-. Joder, no quiero
irme. Pero tengo que hacerlo.
-Lo sé -dijo Memo.
Lionel maldijo en voz baja, tan silenciosamente que Memo apenas lo escuchó.
-¿Por qué todo es tan malditamente complicado... -murmuró-. Tendré que hablar con Scaloni, aclarar las cosas, planear algo.

A Memo le ardían los ojos. Miró la pared opuesta sin verla. Se sintia usado.
-Está bien -dijo, apretando sus brazos alrededor de Lionel y
esperando que en realidad no se aferrara.
Probablemente lo estaba. El conocimiento de que era la última vez, la última vez que podían estar así, antes de que Lionel se arrepienta y quedara fuera de sus límites, lo volvía pegajoso y necesitado. Fue un momento robado, algo que en realidad nunca había sido suyo y, sin embargo, aún le dolía renunciar a el.

El teléfono de Lionel se escucho sonar de nuevo.
-Mierda -gruñó, sin levantar la cara del cuello de Memo.
-Deberias irte, quizá te este esperando -dijo Memo de mala gana, todavía aferrado a él.
No podía dejarlo ir. No quería dejarlo ir nunca.
-Probablemente lo este-dijo Lionel, exhalando. Besando la parte superior de la cabeza de Memo, se apartó y contestó su teléfono, su expresión ya se cerró cuando salió de la cama-. Si, -dijo, sus ojos endureciéndose-. Ya estoy saliendo, estare haya lo mas rapido que pueda
.
Memo tiró de sus rodillas contra su pecho y envolvió sus brazos alrededor de ellas.
-Adiós -dijo cuando Lionel colgó la llamada. Lionel no lo miró. Había frustración y tensión en su lenguaje corporal, sus hombros tensos y sus ojos preocupados.
-Memo... -comenzó antes de interrumpirse con un suspiro-.
Tendremos que hablar de esto más tarde -dijo, dando un paso hacia la puerta antes de detenerse y salir de la habitación.
Ni siquiera lo miró.
Nisiquiera miro hacia atrás.





















Pues aca esta la continuación, aun faltan unos cuantos capitulos por terminar, espero les guste, no me funen porfa

Pues aca esta la continuación, aun faltan unos cuantos capitulos por terminar, espero les guste, no me funen porfa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora