Cap I

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Después del partido, cada integrante de los equipos salieron de la cancha directo a los vestidores, cuando fue el turno de Ochoa, los gritos y abucheos de gente estallaron al unisono, inculpando al portero de la selección mexicana por no haber atajado el balón.

Guillermo se sentía pésimo, y los insultos solo empeoraron la situación, había defraudado a su equipo. Cada palabra escuchada solo provocaba que su pobre corazón se fragmentara más de lo que estaba; un dolor en su pecho se instalo, bajo la mirada para evitar que notaran las pequeñas lágrimas que se instalaron en sus ojos, las cuales resbalaban a lo largo de sus mejillas.

Antes de llegar a su vestidor, paso por la del equipo contrario, pudo divisar aquel jugador que había introducido el balón en su portería. Aquel que muchas veces lo había humillado en antiguos partidos amistosos, nuevamente había perdido contra el.

Lo respetaba, claro que sí, mantenía gran admiración por Lionel incluso si no lo admitía. Pero dentro de la cancha no era más que otro contrincante al que deseaba bajarle los humos de presumido.

De seguro está alardeando.- Susurro de forma inaudible sin pensar en el tiempo que había permanecido estancado en el mismo lugar.

El argentino volteo al sentir una mirada penetrante, se topo con unos ojos hermosos de color café, eran de Guillermo, el mismo sujeto con el que anhelaba entablar más allá de una amistad.

Alzo su brazo quedando a la altura de su cabeza, agitandola de un lado a otro en forma de saludo mientras mostraba una amigable sonrisa llena de dulzura. El mexicano lo ignoro de manera instantánea haciendo que Messi dudará del estado de ánimo del mayor.

Escucho como sus compañeros estaban por irse a celebrar, no obstante, poca cosa le importo aquello y fue en busca del futbolista de cabello rizado.

Al llegar, diviso como Ochoa quitaba su playera deportiva.- Memo...

El aludido giro su cuerpo dejando expuesto parte de su torso, ágilmente se tapo con la prenda que cargaba en sus manos.- ¿Q-qué haces aquí?

El menor tuvo que girar su rostro para no terminar carcajeándose por la actitud del moreno.- Solo quería asegurarme de que todo estuviera bien, ya sabes.

-No tienes porque preocuparte, a fin de cuentas no es más que un juego.

-Lo se, fue un gusto jugar contra tu equipo y, espero con ansias una próxima vez.- Le dedico una sonrisa mientras estrechaba una de sus manos.

La calidez que sentía Guillermo era tan reconfortante, por un momento había olvidado lo que sucedió en el partido; su instinto Omega estaba saliendo a flote y eso era algo que no iba a permitir. Con todo su pésame retiro su mano de la del argentino y le regaló un intento de sonrisa.- Si lo mismo pienso Leo.

Salió de ahí sin siquiera darse cuenta que no traía puesta la camisa. Hasta que se topo con uno de sus compañeros de la selección.- ¿Por qué estás sin camisa?- Cuestionó Andrés con gesto confuso.

-¿Qué?- Tal y como había mencionado su amigo, este no traía la parte de arriba del conjunto deportivo.- Ahora no tengo cabeza para pensar en absoluto.

-Calma hombre, esto es solo un pequeño tropiezo. Ya verás que en el próximo partido venceremos.

Goles de rencor (Messi x Ochoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora