Todos habían tomado sus respectivos asientos, el avión estaba a punto de despegar y eso ponía de nervios a Lozano.
Estaba acompañado por Gutiérrez, quien hacía lo posible por calmarlo. Tomados de la mano para cuando despegaron y siendo observados por Guardado.
Decidió dormir para no tener que sentir esa pequeña molestia, volar no era una de sus cosas favoritas sino todo lo contrario. Paso el tiempo y un calorcito se postro en su mano, la
cual estaba siendo apretada con tal gentileza que lo hacía bastante cómodo.Por un instante pensó que se trataba de su mejor amigo, por lo que sin vergüenza alguna se recosto en su hombro, recibiendo unas cuantas caricias en su cabeza. Sonrió al imaginar las manos de Andrés, quería que fuera él quien le daba mimos y le sujetaba de la mano. Nada fuera de lo que era la mera realidad.
José observaba cómo el menor dormía plácidamente, le encantaba la bella imagen que ofrecía el beta. Agradeció internamente a su compadre por convencer a Erick de cambiar asientos.
Sabía de antemano de la fobia que tenía Hirving, puesto que más de una vez lo había visto nervioso e incluso ponerse pálido. Es por ello que en esos momentos se encontraba a su lado, aunque también fue uno que otro celo al ver cómo Galaviz no dejaba al delantero.
De nuevo volvía a sobre pensar las cosas, analizaba bien cual sería su siguiente movimiento, no podía dejarse llevar por ese tipo de sentimientos. Fue entonces cuando recordó la escena en el aeropuerto, ver a Guillermo correr al encuentro del argentino lo hizo sentir miserable, ellos estaban dispuestos a renunciar a todo con tal de estar juntos, en cambio él... Era un cobarde que no se atrevía a hacer ni el más mínimo intento.
-Pepe...- salió de su ensoñación al escuchar la tenue voz de Lozano el cual se aferraba a su brazo babeando parte de la manga.- Quiero una hamburguesa, cómpramela.
-¿Clásica?
-Con mucho queso.- termino por susurrar el menor, perdido entre sueños. Un cálido sentimiento se instaló en el pecho del centrocampista, deseaba poder sentirlo siempre.
Estaba cayendo en la locura, le gustaba la relación que hasta ahora mantenía con Lozano, y sin estar muy seguro de ello, se decidió a intentar algo con el beta. Si su compadre podía, ¿por qué él no?- Cuando regresemos a México te comprare todas las hamburguesas de queso que quieras.
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Pasaron horas del trayecto, Rodrigo seguía cuestionandose como fue que el alfa estuviera a su lado, giro su cabeza intentando ver por arriba del asiento, pidiendo ayuda a Memo. Al ver que estaba sentado con Gutiérrez supuso que él se lo había pedido, se sentía de cierta forma traicionado.
Maldijo internamente, ambos compañeros estaban despiertos, Guardado observando su celular mientras que él permanecía inquieto tal como niño chiquito. Volvió a mirar a atrás, y fue recibido por la mirada del portero que le indico que hablara con el mayor, negó sutilmente con la cabeza.
Se acomodó en el asiento y respiro profundo, dejando salir el aire con pesadez, sin darse cuenta se quedó contemplando el rostro de José durante varios segundos hasta que el contrario regreso la mirada.- ¿Qué me ves?
-La cara de idiota que tienes, principe de pacotilla.- Espero algún contraataque de su compañero, un regaño o algún golpe en la nuca pero este nunca llegó, por el contrario, recibió suaves caricias en su cabeza, y unas manos que despeinaron su cabello.- ¿Te sientes bien?
El mayor asintió con una ligera sonrisa en los labios. Se acerco a su oreja y le susurró poniendo a Hirving nervioso.- ¿Tú te encuentras bien?
La cálida respiración chocando contra su fría piel le erizo los bellos, le propinó un codazo y se alejo hasta chocar con la ventana, aprecio la vista de la oscura tonalidad del cielo, le atraía mucho esa calma que desbordaba la noche. Entonces con voz baja le dedicó un "me gustas", pensó que no lo habría escuchado pero en ese instante la mano del centrocampista tomo la suya.
Y por lo bajo se escuchó un "lo sé, tú también".
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Habían pasado ya días desde su regreso México, se encontraba algo irritado puesto que su cuerpo se sentía fatigado, tenía algunos dolores de cabeza y algunos mareos repentinos. Lozano quien estaba a su lado llamo a Andrés, este llegó casi a los dos minutos con varias cajitas y un poco de fruta.
-Estuve investigando un poco y, o tienes anemia o...- El grito chillón del menor interrumpió al centrocampista.
-¡Ay dios, hay que llevarlo al doctor, capaz se nos desmaya aquí!
-¿Quieres calmarte? Lo que trataba de decir es que los síntomas también pueden ser de un embarazo, tarado.
-Ah... Y ahora que procede?
El de rizos solo observo como su compadre sacaba algunas pruebas de embarazo y otras pastillas para sus dolores.- Guille, deberías probar una.
En unos minutos salió con la prueba y una mueca de felicidad, sus ojitos brillaban más que de costumbre. La pareja se acerco al moreno y divisaron las dos rayitas rojas en la tira de plástico.
El beta abrazo a Francisco con gran delicadeza y justo después se les sumo el alfa.- Estoy embarazado.- susurro el mayor de todos con gran entusiasmo y la voz tiritando.
-Oh por dios, ¡Voy a ser tío!
-Antes de ponernos más melodramáticos, hay que asegurarnos del resultado. Podríamos sobornar a un médico para que no diga nada.
José estaba tan feliz por su amigo, quería asegurarse de la pequeña existencia de ese cachorro que pronto sería su sobrino.
-Simon, el principito tiene razón, hay algunas clínicas que conozco, son muy seguras y en una de ellas trabaja una amiga.
-¿Estás seguro de eso?- cuestionó el de chinos, aún no estaba del todo listo para que la gente supiera sobre su verdadera casta y esa noticia lo había tomado por sorpresa. Aún así lo haría con tal de salir de dudas.
-Por supuesto, solo es cosa de hacer unas llamadas y quizá mañana por la tarde ya tengamos los resultados.
Guillermo fue por un vaso de agua, todo esto lo ponía de muchas formas, su corazón estaba un poquito alterado. Guardado se acerco al menor y lo abrazo por atrás, aspirando el olor a perfume.- Asegúrate de que sea una buena clínica.- dijo y termino depositando un beso en la mejilla del contrario antes de la llegada del omega.
Y así pancho deseo que el día siguiente llegará para poder hacerse los estudios, anhelaba con todo su ser darle la noticia a Lionel, estaba dispuesto a incluso volver a viajar a Qatar para sorprenderlo, claro que eso sería hasta que estuviera seguro de los análisis.
La mañana siguiente llego, sus amigos lo acompañaron. Los nervios lo carcomían e intentó no gimotear cuando la jeringa atravesó su piel para tomar la muestra de sangre. Odiaba eso pero no había más opción; por la tarde Lozano los paso a recoger y entonces el trío se junto en un pequeño local, muriendo de la curiosidad.
Todo estaba correcto, quiso llorar en cuanto vio el positivo impreso en la hoja, ahora ya podía contarle a su alfa, quería ver su reacción, ansiaba poder verlo pronto.
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Goles de rencor (Messi x Ochoa)
FanfictionDerrota tras derrota, era lo que obtenía el equipo mexicano en los partidos "amistosos". No hay problema, es solo un juego decían; si bien este no es el caso, había mucho más en juego que las otras veces. El partido estaba por finalizar, la selecció...