XIV

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Al levantarse, Andrés cargo al mayor hasta la bañera en donde ambos se acomodaron. Lionel con las piernas abiertas dejando lugar para que Guillermo se sentará entre estás.

La tibia agua cubría los cuerpos y el jabón en barra paso por el pecho del moreno, el argentino parecía bastante entretenido jugando con los pezones del omega.- ¿Disfrutas del baño, cariño?

-Yo puedo limpiarme solito, no hace falta que...- Sus palabras fueron interrumpidas por pequeñas cosquillas en su glándula, la nariz del delantero recorría parte del cuello hasta chocar con la marca, donde aspiraba el olor a chocolate que lo volvía loco.

Las manos tallaron el resto del cuerpo. Cogió el falo de Ochoa y comenzó con un vaivén lento, enjabonando cada parte con gran delicadeza, su plan consistía en seguir con una segunda ronda y quizás una tercera.- Quiero que hoy sea un gran día, mañana tenemos partido así que, ¿por qué no aprovechar el momento?

El mayor mordió su labio inferior, evitando que los sonidos obscenos salieran.- Leo, mi c-cuerpo no es d-de a-acero.

El movimiento cada vez era más rápido, Guille sabía qué no aguantaría mucho tiempo pues nuevamente estaba erecto, su animal pedía a gritos que el alfa lo tomase ahí mismo. De forma inconsciente movió su trasero rozando con el creciente trozo de carne.- Vos también lo deseas Memo.

-Quiero sentirte de nuevo.- Su voz temblaba debido a los espasmos de su cuerpo, el olor a sidra y gardenias que desprendía el argentino solo hacían que el mayor se sintiera inclusive más exitado.

Con fuerza en la zurda levantó por la cintura al moreno, lo suficiente para que la diestra acomodara su polla en la entrada del portero. Podía sentir lo estrechado que estaba, las paredes apretando exquisitamente.

Lionel era conciente de la nula experiencia del mayor, se había llevado su primera vez, y ahora tenía una ferviente necesidad de hacerlo suyo de todas las formas posibles.

Al terminar el baño, Andrés cargo de vuelta a Magaña, ambos se acostaron en la cama y poco a poco cayeron en las tierras de ensueño, o almenos uno de ellos lo hizo. El argentino vistió una bata y salió en busca de ropa para su amado, al regresar de la habitación de Guillermo, traía consigo un par de conjuntos para ambos.

Con extremo cuidado de no despertarlo, fue colocando prenda por prenda, acto seguido se acostó a su lado y quedó dormido abrazado al más alto como si de un koala se tratase.

Pasaron unas cuantas horas, el hambre y unos ruidos en la puerta los hicieron despertar.- Por favor díganme qué ya no están como animales en época de apareamiento.

-Eres un pendejo, juntarte con el Chucky no te hace bien.

-¿Y yo que hice? Esta juventud de hoy en día ya no tiene respeto.

-¿Juventud? Vos sos el menor aquí boludo, deja ya las drogas por dios.

-Paco, calma a tu macho o me lo surto.- Los cuatro habían tomado asiento en la pequeña sala.- Por cierto, pasamos a comprar un poco de comida, me deben 32 dólares.

-Que generoso de tu parte, ¿no quieres también un helado, cabrón?- Una tos falsa emitida por Guardado lo hizo desviar la mirada.- Pinche bola de mendigos interesados.

- Espérate carnal, te aceleras muy rápido güey.- Los ojos de guardado pidieron ayuda a su compañero, que como siempre, estaba en sus propias nubes.- Solo queríamos darte esto.

Una pequeña y rectangular caja fue pasada a sus manos, la observo detenidamente haciendo que sus ojos se abriesen.- ¿Esto es...?

Pensaba que se trataba de una jodida broma por parte de sus amigos, pero al parecer no lo era, sabía que lo hacían por su bien pero ya había decidido arriesgarse con Lionel, el que sus compañeros le dieran eso solo hizo que su mente entrara en caos.- Debe tomarse antes de las 24 horas, es de buena calidad así que no tienes por qué preocuparte.

Goles de rencor (Messi x Ochoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora