Goles de rencor (Messi x Ochoa)

Cap XIII

-Es hombre muerto.- Decreto Gerardo seguido por los demás.

-Ese compa ya está muerto... Nomas no le han avisado.- Musitó Lozano con melodía.- De ley me toca golpearlo primero.

-¿Estás pendejo? Bueno si estás, pero ese no es el punto. Yo voy a ser el primero y se aguantan.

-¡Pido segundas!

-¡Yo terceras!- Los demás integrantes del tri también tamaron un turno para golpear al argentino, el cual ya podía verse en una tumba después de esto.

-Guille, ¿podés calmar a los rabiosos?

-Si tu plan es seguir vivo, te recomiendo que no los vuelvas a llamar así.- Su semblante era tranquilo pero dentro de él, su omega estaba colapsando por miedo y vergüenza.

Era más la vergüenza que el miedo creciente de quedarse sin alfa, conocía muy bien a su equipo y sabía que no serían capaces de hacerle algo a Lionel, en cambio a memo, por supuesto que sí.

No porque fuera a recibir una reprimenda llena de insultos, no, se trataba más que nada de las burlas que recibiría a cada momento, era consciente de ello. Eran una bola de pendejos que aprovecharían cualquier situación para sacar el tema.

Y por si eso fuera poco, tardaría un tiempo para volver a verles las caras sin sentir bochorno, y es que todos los presentes ya estaban más que enterados de lo que pasó. Solo faltaba que la selección albiceleste apareciera, era mejor mantener la boca cerrada antes de que diosito lo escuchará y se lo hiciese realidad.

Cogió su celular y mando un mensaje a Guardado, mientras que Messi se acomodaba mejor e inundaba sus fosas nasales con el aroma de Ochoa.
"Podrían dejarnos, esto es incómodo para todos. Te lo compensaré después compadre, pero por ahora no quiero reclamos".

-¡Bien! Que quede claro que lo hago por qué quiero y por qué traigo un hambre de perro. Vámonos a la chingada.- Saco a todos con empujones azotando la puerta con agresividad para dejar a los dos amantes en soledad.

-Memo... En cuanto acabe el mundial quiero formalizar mi relación con vos.

Ochoa medito por unos segundos aquellas palabras, realmente no había pensado en las consecuencias de un romance con Lionel, por un lado estaba su carrera cómo deportista, sabía que pronto se retiraría pero eso no quitaba el hecho de que la FIFA pudiese enterarse de todas las falsificaciones que realizó.

Si eso pasaba sería repudiado e incluso podría ir a la cárcel, falsificar papeles era un delito y más cuando se trataba de la casta, todos sus premios y logros que había conseguido hasta esos momentos serían retirados de su posesión, aquellos arduos esfuerzos durante tanto tiempo se irían a la basura, no estaba listo para esa tormenta tan desastrosa.

Muchas veces quiso rendirse, tirar todo por la borda y poder ser feliz sin tener que fingir algo que no era, una promesa fue más fuerte que sus propios anhelos, ahora no estaba dispuesto a renunciar a ello. No cuando el fútbol paso a ser una parte importante de su vida, no después de que entendió la verdadera llama del deporte.

Pero... En verdad quería estar con Messi, despertar por las mañanas rodeado por los brazos del argentino, sentir una y otra vez las suaves caricias junto a los fogosos o castos besos que le proporcionará. Formar la familia con la que tanto soñaba, dejar salir a flote ese instinto omega que últimamente luchaba por liberarse y, envejecer al lado de la persona que más amaba.

Quizá por un tiempo podría seguir fingiendo ser un alfa pero todo se iría al diablo en cuanto quedará preñado. Si un hijo entre un beta y un omega era casi imposible, la cría entre dos alfas sería algo absurdo e imposible de creer.

De una forma u otra terminaría perdiendo algo valioso, era seguir con esa farsa y llevarla consigo hasta la tumba o, renunciar a todo para ser feliz con Leo. Sus pequeños ojos se hicieron acuosos, no quería que el albiceleste lo viera así, más sin embargo, no pudo evitar derramar aquellas gotas saladas.- Lo siento.

Cubrió su rostro con las palmas de las manos, Lionel preocupado poso las suyas en los costados de ambas, y con gentileza retiro dejando expuesta la cara roja con rastros de lágrimas y unos ojos a medio hinchar.- ¿Pasa algo? ¿Dije algo malo cariño? Podés decir lo que sea, estoy aquí para vos.

La dulce voz acentuada tranquilizaba a Francisco, esa misma que lo había enloquecido al momento de conocerlo.- Tengo miedo, no sé si seré capaz de renunciar a lo que amo.

Andrés entendió a lo que se refería, el también sentía ese miedo, para el lo más importante era el fútbol, no había otra cosa que lo hiciera sentir vivo y por ello comprendía a Ochoa. Era un serio problema, puede que hace años, cuando aún era joven, hubiera elegido el fútbol sin dudarlo. Pero ahora, si le dieran a elegir entre ambos, sin objeción elegiría a Guillermo, una y otra, y otra vez.

Quería que Memo también lo hiciera, y para ello le demostraría todo su amor y si no resultaba, se aseguraría de esperar siempre por el, incluso en la siguiente vida.

-¿Vos me amas?- Un asentimiento recibió como respuesta.- Entonces, no tenés que renunciar a lo que amas. Si  no te sentís seguro, no hay problema cariño, lo único que quiero es tu felicidad y si algo me a enseñado el multiverso, es que en alguno de ellos los dos estaremos juntos.

-Y yo quiero que sea en este...

Las manos del argentino limpiaron todo rastro de llanto para después besar la frente del mayor, dejando unos cuantos besos alrededor de la cara.- Guille, si me dejás quedarme a tu lado, haré hasta lo imposible por qué nuestra felicidad triunfe.

La hinchazón del nudo había concluido, sin esperar más, el alfa salió cuidando de no lastimar a su pareja. Se acomodo a un costado y abrazo al mayor acariciando la cabellera rizada.- Je t'aimerai pour le reste de ma vie.

-Memo, sabes que no es mi fuerte el italiano, hablame en inglés si querés lucir.

Incluso si no fue a propósito, Lionel había hecho que olvidará las preocupaciones que albergaban en lo más profundo de sí. Estaba decidido, quería pasar el resto de su vida junto al menor, juntos contra cualquier adversidad.- Es francés Leo.

La sonrisa que dedico era perfecta en su máximo esplendor, un momento que guardaría para siempre en su corazón.- ¿Podés darme la traducción?

El contrario nego agitando los chinos sobresalientes.- No, será un secreto por ahora.

-Nota mental, aprender francés.- Las risas sonaron en unisono, las miradas se conectaron y breve a unos minutos se dió inicio a una danza de labios, algo casto y puro sin ninguna doble intención.- ¿Te apetece tomar una ducha?