Nunca,Mi Alfa💖 💜KookJin 💜💖

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Seokjin estaba parado en la oficina trasera al lado de su primo, con el ceño fruncido en su rostro. Su primo se parecía mucho a él, excepto que no usaba anteojos y era casi un pie más alto. Soyeon estaba felizmente emparejada con su esposo por cinco años. Los dos dirigían este club anfitrión y disfrutaban cada momento. Les gustaba establecer a los clientes entre sí o con sus trabajadores. Tenían una tasa de éxito del cien por cien cuando emparejaban personas. Por eso los dos eran conocidos como los Cupidos del barrio rojo. Era como si pudieran ver los hilos rojos del destino entre las personas. Hizo que el nombre de su tienda fuera aún mejor, Cupid's Den.

Soyeon actualmente estaba hurgando en un casillero contra la pared, arrojando piezas de ropa a Seokjin, esperando que él las agarrara mientras las arrojaba. Eventualmente, Seokjin tenía un traje de mesero masculino en sus brazos.

"Ve a cambiarte a eso." Soyeon dijo, sonriendo a Jin. Suspirando, SeokJin  hizo lo que le dijeron, cambiándose a la ropa que le dieron. A pesar de que Soyeon y Jisub eran los Cupidos de la ciudad, los dos nunca habían tratado de conectar a SeokJin con nadie. Una vez le habían dicho que su pareja andaba por ahí pero que aún no estaba listo para él, por eso aún no se habían conocido.

Vestido, Jin se miró en el espejo e hizo una mueca. Llevaba pantalones negros que le ceñían el trasero con fuerza, mostrando la forma de sus dos piernas a través de la fina tela. La parte superior no era mejor, la camisa blanca de manga larga era como una segunda piel en él, mostrando todas las protuberancias y montículos de sus brazos y abdominales hasya su espalda ancha le distinguia aun mas .

Aunque era profesor, SeokJin trató de mantenerse en forma. Era una de las cosas que había aprendido cuando era más joven, a ser siempre más fuerte que cualquiera que quisiera atacar a un omega. Jin incluso tenía un cinturón negro en kárate. Sin embargo, no muchos lo sabían.

Afortunadamente, el atuendo también venía con un chaleco negro oscuro que, cuando se usaba, cubría sus abdominales y lo hacía parecer como si fuera su flacucho normal. Siempre fue una buena idea atrapar a cualquiera que quisiera lastimarte desprevenido. Jin suspiró mientras ataba la corbata roja alrededor de su cuello, caminando hacia Soyeon con el ceño fruncido.

"Oh, no te enojes tanto, Seok". Sonriendo, Soyeon saltó del sofá y se estiró para arreglarle la corbata a Jin. "Esta noche será una de las mejores noches de tu vida". Con una sonrisa de complicidad en su rostro y un brillo en sus ojos, Soyeon se inclinó hacia adelante y le susurró al oído a Jin. "Puedo sentirlo."

La puerta de la oficina se abrió de golpe y Jisub irrumpió por la pequeña abertura. Tenía un cuerpo grande y era incluso más alto que Soyeon. Su cabello castaño oscuro estaba recogido en una cola de caballo, los tatuajes asomaban por debajo de su camisa. Parecía que pertenecía a la Kkangpae.

"¡Soyeon!" Jisub retumbó. Soyeon se rió y besó rápidamente a Jin en la mejilla antes de volverse hacia Jisub con una sonrisa.

"¿Sí, amor?"

"Uf, si no supiera que me amas y que Jin es tu primo, estaría tan celoso en este momento". Jisub se adelantó, el ceño fruncido en sus labios apareciendo lentamente.

"Ooooh," murmuró Soyeon, "Mmmmm, me gusta cuando estás celoso. El sexo contigo cuando estás celoso es tan... mmmm... tentador. Un sonrojo se deslizó lentamente por la parte posterior del cuello de Jisub y se inclinó, enganchando la cintura de Soyeon, acercándolo para besarla.

"¿Quieres decir que nuestro sexo normal no lo es?" jisub susurró a través de los labios de soyeon. Agarró el trasero de soyeon con sus grandes manos, acercándola más.

"Mmmmm". Soyeon murmuró en el beso.

SeokJin cerró los ojos, suspirando profundamente. Esos dos siempre fueron así, así que estaba acostumbrado... pero... hoy... por alguna razón, también lo hizo desear un amor así. Le revolvió las entrañas y le hizo necesitar... algo que no debería. Aclarándose la garganta, SeokJin abrió los ojos. Jisub y Soyeon todavía estaban unidos, pero ambos miraban a Jin con amor familiar en sus ojos.

"Eso realmente te queda bien, seok", exclamó Soyeon, con una sonrisa brillante. Jisub asintió, aceptando la declaración de su esposo.

"Sal y ayuda a las camareras, por favor", intervino Jisub. "Ya abrimos y hay invitados esperando sus bebidas".

"Está bien", murmuró SeokJin. "Terminemos con esto."

Jeon se sentó al lado de un hombre bastante guapo. El hombre tenía ojos gris claro y cabello castaño oscuro, su sonrisa era agradable a la vista y su cuerpo aún más. Jungkook pudo decir de un vistazo que este hombre era un beta. Mientras conversaba con el hombre, cuyo nombre supo que era Luhan, Jungkook comenzó a sentirse relajado. El olor que lo trajo aquí todavía era evidente, pero era más tranquilo y más fácil de soportar. A Jungkook le gustaba hablar con Luhan, era muy culto y por las miradas que le robaba, Jungkook estaba seguro de que podría terminar la noche en su cama. Después de hablar durante lo que parecieron horas, Jungkook finalmente se dio cuenta de lo hambriento que estaba.

"Luhan, ¿puedo pedir algo de comida?" Con una risita agradable, Luhan le entregó a Jungkook un menú del que pidió algo de comida. Veinte minutos más tarde, Jungkook se sorprendió como si un cable corriera por sus venas. El olor había vuelto, y era mil veces peor que cuando estaba fuera del edificio. Al inhalar ese olor embriagador, Junkook se puso duro. Haciendo una pausa a mitad de la oración, Jungkook se volvió hacia el olor.

Al otro lado del camino, Jungkook pudo ver un culo apretado en un par de pantalones negros, inclinado sobre una mesa, limpiándolo. Con cada movimiento, ese trasero se balanceaba, los pantalones se arrugaban y ondulaban mostrando los músculos tensos debajo de la tela. Jungkook es<taba seguro de que los olores provenían de esa persona.

"¿Quién es ese?" Jungkook preguntó, mirando al mesero como un lobo hambriento. El miembro entre sus muslos palpitaba dolorosamente, podía sentir los latidos de su corazón abajo con cada respiración. El calor que todavía estaba levemente suprimido por las pastillas que había tomado en la escuela estaba enfriando el efecto, pero Jungkook sabía que si no las hubiera tomado antes, nada le impediría abalanzarse sobre el hombre que tenía delante.

"Mmm. Ese es el primo de la  dueña. Respondió Lujan, pasando sus dedos por su cabello, tratando, al parecer, de lucir seductor. "Él solo está reemplazando esta noche".

Esa sola oración le dijo a Jungkook más de lo que necesitaba. Significaba que si se largaba de ahi, ese culo apretado , redondo y delicioso no estaría aquí. También le dijo que el camarero podría no estar acostumbrado a la forma en que funcionan los clubes anfitriones. Esto significaba, en general, que Jungkook necesitaba trabajar en sus movimientos pronto. Sentía que necesitaba ese trasero en su mano pronto, o de lo contrario se volvería loco.

"¿Cúal es su nombre?" preguntó Jungkook. El camarero terminó con la mesa y se puso de pie lentamente. Se dio la vuelta y cuando su rostro se hizo visible, Jungkook se quedó atónito.

"SeokJin". luhan y Jungkook dijeron al mismo tiempo. Jungkook se congeló en su lugar, observando cómo esos ojos azules recorrieron la habitación. Una leve sonrisa apareció en los labios de SeokJin mientras caminaba hacia otro hombre que se parecía a él.

Junto a Jungkook, Luhan entrecerró los ojos, "¿Lo conoces?" El tono casi amenazante hizo que Jungkook apretara su mano en un puño. En lugar de responder, Jungkook se puso de pie, con el rostro inundado de tantas emociones diferentes. Ignorando la llamada de Luhan, Jungkook avanzó hasta que estuvo justo detrás de SeokJin. El olor era intenso este primer plano.

De espaldas a Jungkook, SeokJin no podía decir que alguien estaba detrás de él, pero su cuerpo respondió estremeciéndose ferozmente. Se puso rojo brillante.

Soyeon estaba de pie frente a él, y deteniéndose a mitad de la oración, sus ojos se agrandaron. Y lentamente, con la boca cerrada, los labios girando hacia arriba en una gran sonrisa, susurró:

  "La rueda del destino ha comenzado a girar".