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10/04/1912:

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10/04/1912:


– y aquí tenemos la bicicleta fija, es muy efectiva para mantenerse en forma – un hombre mostraba las instalaciones de quel lugar  – y por aquí, el caballo eléctrico. Claro que es extremadamente popular, e incluso tenemos el camello eléctrico

– me recuerda a mis días en Harvard – hablo Caledon, mientras usaba uno de los artefactos, este hacia la simulación de ir remando

– y está es nuestra nueva máquina de remar. ¿Quiere probarla, señora? –  Ruth Dewitt Bukater miró con horror a aquel hombre

– no sea ridículo. No puedo imaginar una habilidad que pueda necesitar menos – el desprecio en su voz era evidente

– yo si quiero probar – Daphne se posicionó al frente

– una hermosa joven fuerte! esto no se ve a diario – el hombre la ayudo a sentarse en la máquina

– por algo aún no tiene marido – Ruth miraba con desprecio a la chica

– Andrews, ¿por qué no espera a que Daphne terminé de usar la máquina? El señor Bruce puede continuar con nuestro recorrido – Molly sugirió, con una risa cómplice

– ah yo... Bueno, es que... – el pobre hombre tropezaba con sus palabras constantemente ante el nerviosismo

– perfecto, pueden continuar con el recorrido ustedes solos. Ponte feliz querida, tendrás al mejor guía para ti sola

  Daphne se ruborizó, mientras veía al caballero frente a ella desde abajo. Rose al comprender las intenciones de la mujer, empujó a su confundida madre fuera, al igual que Molly con Ismael y Cal

  La rubia rio – creo que estoy preparada si es que el barco llega a hundirse – mencionó tímida después de que todos hubieran salido

– eso es imposible, pero si, ya está lista – se meció sobre sus talones, mientras jugaba con sus manos detrás de su espalda

– sobre eso – comenzó a levantarse, recibiendo la ayuda por parte de Andrews – gracias. Hace un momento, cuando pasábamos por los botes salvavidas. Hice el cálculo, y con el número de botes, multiplicados por la capacidad, disculpe, pero creo que no son suficientes para todos los pasajeros

  Él asintió – solo para la mitad, no se le escapa nada verdad – la chica se ruborizó, los ojos del caballero la miraban con fascinación  – yo había puesto esa nueva clase de grúas, que pueden sostener otra fila de botes dentro de esta. Pero creyeron, algunos, que la cubierta desluciría, así que me ignoraron

– eso es terrible – se sentía mal por el hombre, sus buenas intenciones fueron echas a un lado, por el lujo y la ostentosidad programados para aquel gran barco

– Duerma tranquila señorita Edevane, le aseguro que le construí un buen barco, fuerte y confiable. No necesitará botes salvavidas – Daphne sonrió pero igualmente la preocupación era clara en su rostro – pasa algo?

– esque... No piense que desconfío de usted, o que no crea que es capaz de construir tan magnífico barco – desvió su mirada al mar, dejando ver sus preciosas facciones – es solo que... Es mi primera vez en barco, y siento que todos le dan demasiada confianza mientras yo estoy temblando por dentro – rio suavemente – pero seguro son solo paranoias mías 

  Él acerco ligeramente su mano al de ella, deteniéndose muy cerca al no ser capaz de rosar su mano, Daphne sintió que la corta distancia le quemaba, también quería acortarla. Pero ninguno se atrevió

– le doy mi palabra, si este barco llega a hundirse, usted será la primera en subir a un bote salvavidas. Yo mismo me encargaré de eso – sus miradas se encontraron, y su rostro hablo solo con las relucientes sonrisas que se dirigieron – por cierto, tengo algo para usted

  Comenzó a buscar en el bolsillo interior de su sacó. Daphne sintió un revoloteo en su estómago, expectante por el objeto

– fue algo difícil, conseguir un libro en un barco, pero supuse que estaría ansiosa por terminarlo, y no me pareció correcto esperar asta desembarcar – extendió aquel libro

  Claramente Daphne se había lamentado la perdida de su libro, y la expectación de saber lo que contenía la carta que el Señor Darcy entrego a Elizabeth la mataba. Pero en ese momento en lo menos que pensó fue en la continuación de aquel libro, solo podía pensar en la imagen de el caballero frente a ella, buscando por todo el barco el libro, solo para entregárselo a ella, apesar de que era obvio que el no fue el culpable de su perdida

– oh señor Andrews! – exclamó mientras sus manos tomaban el libro, pero sus ojos estaban centrados en él – no debió molestarse

– no fue molestia se lo aseguro, además, usted merece saber ese final – jugaba con la punta de su sacó, nervioso

  Sin poder retener el impulso, Daphne abrazó al hombre. Había dado abrazos antes, a su abuelo y padre, pero este, este abrazo fue tan cálido, el cosquilleo en sus brazos, y la agitación de su corazón hicieron que el momento fuera único

  Andrews por su parte, no sabía cómo reaccionar, no solían abrazarlo, pero se sentía bien. Tuvo cierto temor al pensar que la chica podía estar escuchando lo rápido que su corazón latía, aún así, correspondió gustoso a su tacto

– lo siento, yo... Me deje llevar – ruborizada la chica reacomodo un mechón de cabello tras su oreja – espero no haberlo incomodado

– para nada – hablo rápidamente Andrews – me alegra que le gustará el obsequio

– mucho – sus ojos brillantes lo volvieron a ver, y el sintió que se quedaba sin aire – creo que tendremos que volver

  Y era así, la campana que anunciaba la cena sonó. Y fue entonces que se dieron cuenta que habían pasado toda la tarde al lado del otro, y Daphne no supo por qué ese hecho la emocionó

– me permite acompañarla? – extendió su brazo

– por supuesto – Daphne pensó que podría pasarse la vida entera del brazo de aquel hombre, se sentía tan cómoda y segura a su lado. 

𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄𝐂𝐓𝐎 - 𝚃𝚑𝚘𝚖𝚊𝚜 𝙰𝚗𝚍𝚛𝚎𝚠𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora