10/04/1912:
La fresca brisa los golpeó apenas salieron, sintiendo cómo el aire volvía a llenar sus pulmones
– hace mucho que no bailaba tanto – informo Daphne con una brillante sonrisa mientras admiraba el mar
– yo jamás había bailado tanto – Thomas admitió para sus adentros que la joven Edevane era la criatura más hermosa que sus ojos habían visto nunca
– no le gusta bailar? – la rapidez con la que Daphne volteo a verlo expectante, hizo que el caballero se quedará sin aliento por un momento
– es difícil encontrar una pareja con la que se pueda disfrutar por un tiempo tan largo – Andrews miró a otro lado, ocultando su nerviosismo y un ligero rosado en sus mejillas
– eso es cierto – mordió su labio inferior debatiendose por decir lo siguiente – ¿eso quiere decir que fuí una buena pareja?
Los ojos de Andrews brillaron al tiempo que buscaban la mirada de la joven dama. Quizá habrían escuchado el latido tan fuerte de sus corazones de no ser por el constante ruido que hacían las aguas al chocar con el enorme barco
– una pareja perfecta, dirá yo – Thomas jugó con las orillas de su saco, igualmente nervioso por su siguiente frase – ¿Usted disfruto mi compañía?
– más que cualquier otra cosa – no fue asta que sintieron sus respiraciones chocar, que fueron consientes de la cercanía que en algún punto comenzaron a crear
Andrews sintió el impulso de alejarse, pero cuando los ojos de Daphne viajaron por un breve momento a sus labios, todo deseo de irse se esfumó por completo
– puedo? – pregunto mientras tocaba ligeramente la mejilla de la chica, temeroso de hacer algo que la molestase
Ella solo pudo asentir suavemente mientras cerraba los ojos dispuesta a disfrutar de su tacto
Fue perfecto, quizás esa misma mañana acababan de conocerse, pero parecía que sus bocas se conocían de toda la vida. Tan suaves y ligeros, temerosos pero ágiles. Daphne lo tomo de las solapas de su traje intentando apaciguar el hormigueo que se apoderaba de sus dedos. Por su parte Thomas busco tener más cercanía al atraerla a él de la cintura
Lamentablemente para ambos, todo momento, por muy perfecto que sea, tiene un final
Y ese final llegó cuando un grito femenino llegó a sus oídos. Daphne se separó del hombre tan rápido como reconocío de quien se trataba, y sin ninguna explicación salió corriendo hacia el lugar, dispuesta a ayudar en lo que fuera a su amiga
Cuando por fin llegaron, pues Andrews iba siguiéndole el paso muy de cerca, se encontraron con una escena demasiado comprometedora
Rose estaba temblando bajo el cuerpo de un chico
– ¿pero que es esto? – pregunto uno de los marineros que tambien habían llegado al escuchar el grito
– aléjate de ella ahora – grito Daphne furiosa al mismo tiempo que quitaba su abrigo para ponérselo a Rose
El chico retrocedió rápidamente, Rose por su parte parecía estar en shock, no hablaba y solo se limitaba a temblar, cómo si estuviera en su propio mundo
– busquen al sargento de marina – grito el marinero
Junto con el sargento, también llegó el prometido de Rose
– es completamente inaseptable, ¿que te hizo pensar que puedes poner tus manos en sima de mi prometida? – gritó – mírame invecil
Thomas coloco su saco sobre los hombros de Daphne al notar la fría brisa que comenzaba a calar
Ella le agradeció con una sonrisa y volvió su vista a su amiga
– cal – lo llamo Rose pero él no le hizo ningún caso
– ¿que crees que estabas haciendo?
– cal, basta
– debería darte una paliza
– cal, fue un accidente
– accidente?
– fue algo estúpido en realidad, estaba asomada y resbalé. Están inclinada para ver la... Emm... La...
– la propela?
– la propela, si, y resbalé, hubiera caído por la borda, pero el señor Dawson me rescató y casi se calló él también
– así que querías ver la propela eh? – su tono parecía una burla
– cómo dije las mujeres y las máquinas no combinan – el sargento de marina se acercó al chico – ¿Fue así cómo sucedió? – pregunto
– si así fue como sucedio
– entonces eres un héroe, bien echó muchacho. Pues si todo está bien volvamos al Brandi
Caledon había comenzado a caminar para retirarse argumentando que su prometida tendría frío, cuando la voz de el coronel Gracie lo detuvo
– tal vez una recompensa para el muchacho?
– ah por supuesto, señor Lovejoy veinte dólares son suficientes
Rose rió sin gracia – ¿ese es el costo por salvar a la mujer que amas?
– Rose está disgustada, ¿que aré? ya sé – se acercó al chico – tal vez puedas acompañarnos mañana a cenar, para deleitar a nuestras amistades con tu azaña heroica – era obvio que no era más que una manera de humillarlo por su estatus, pues el chico era de tercera clase
– claro, cuente conmigo
– bien, es un echo
Daphne aprovecho que Caledon estaba lejos para hablar rápidamente con Rose
– sabes que puedes decirme la verdad, cierto?
– pero no miento – miró a Dawson con una ligera sonrisa – es bueno
– si tú lo dices – le sonrió y volvió al lado de Andrews
– la acompañaré a su camarote – informo mientras le extendía su brazo
– gracias – tan pronto el recuerdo de aquel beso llego a su mente sintió sus mejillas calentarse
Todo el camino paso en silencio, ella iba con la cabeza baja, temiendo encontrarse con sus ojos
Sería mentira decir que Thomas no sintió un pequeño dolor en el pecho al notar que ella evitaba su mirada
Cuando llegaron Daphne se obligó a mirarlo para despedirse, pero el ver su mirada llena de angustia le encogió el corazón
– discúlpeme si la incomode, jamás fue mi intención – estaba tan nervioso que sintió el impulso de salir corriendo, así que dio media vuelta muy rápido pero apenas dio el primer paso su voz lo detuvo
– Andrews! – apenas volteo sintió los dulces labios de la castaña impactar contra su mejilla – no me incómodo – busco la mano del hombre para acariciarla – me gustó
Apenas alzó la vista vio como Andrews se apresuró a besarla, ella coloco sus manos en su nuca acariciando sus cortos cabellos
– buenas noches, Daphne
– buenas noches, Thomas
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𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄𝐂𝐓𝐎 - 𝚃𝚑𝚘𝚖𝚊𝚜 𝙰𝚗𝚍𝚛𝚎𝚠𝚜
RomanceDaphne Edevane, era considerada lo suficientemente "madura" en edad como para contraer matrimonio, según la sociedad. Pero Daphne siempre estuvo dispuesta a no dejarse vislumbrar por los hombres que intentarán conquistarla con tan penosas propuestas...