Closer

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Sus ojos quien estaban pesados en ese momento comenzaron a alistarse con la luz del sol que atravesaba la ventana y el olor a café de cafetera impregnaba la habitación mezclado con el olor a cigarro.

El comienzo del día con una atmósfera densa y pesada, igual que su carácter.

Con bastante esfuerzo se levantó de la cama y camino hacia la sala, una persona estaba sentada en el sofá viendo el periódico mientras tenía en la mano un cigarrillo y enfrente sobre una mesita una taza de café.

Al verlo en el marco de la puerta se le escapo una sonrisa burlona.

-Vaya te despertaste, me pregunto que desgracia pasará el día de hoy por que no tuve que despertarte yo mismo- habló Kirishima.

Su frente se frunció ante el comentario.

-Tsk, callate idiota como creés que alguien va a poder dormir cuando entra toda la luz del maldito sol y te da en la cara, además de que el olor de tú estúpido cigarrillo tampoco ayuda- respondió Bakugo a la defensiva.

-Claro, si tú lo dices- ignoró el pelirrojo para volver a enfocar su atención en el periódico que tenía en manos.

Intento no prestarle más atención a su falta de desinterés y camino hacia la cocina, específicamente fue al refrigerador para inspeccionarlo y en su caso asaltarlo si pudiera.

-Mierda enserió no hay nada que comer en este maldito lugar?!-

-Hay unos fideos en la alacena- respondió Kirishima sin despegar la vista de las hojas.

Sin esperar fue a ver de lo que se refería el pelirrojo y abrió las gavetas para buscar algo que pudiera sasearlo un poco.

-Carajo Eijiro son fideos instantáneos- se quejó mientras los sacaba.

-Pues obvio que lo son idiota, que esperabas ¿qué te cocinara yo?, no seas imbecil-

No era de esperarse que la actitud y temperamento de ambos chocará constantemente.

Se preparó los fideos mientras el pelirrojo seguía en lo suyo, cuando los tuvo listos tomó su tazón y fue a sentarse al mismo sofá, cogió el control del televisor y lo encendió para ver algo que pudiera distraerlo.

Ahí estaban los dos en sus asuntos mientras lidiaban con tener que soportar al otro, una convivencia que para cualquiera sería insana pero tolerable para ellos.

-Qué mierda haces?- preguntó Bakugo mientras sorbia sus fideos y veía las noticias.

-Pues que más voy a hacer?, busco trabajo, tú también deberías hacerlo holgazán-

-Pff, trabajo, el maldito trabajo, ¿hace cuanto qué cerraron la oficina?-

-En este mes se cumplen los seis meses, seis meses en los que tú y yo estamos desempleados-

-Sé que estamos desempleados idiota, ¿creés que no me doy cuenta por mi mismo?, mírame, estoy comiendo unos malditos fideos instantáneos cuando podría estar desayunando en algún restaurante o cafetería-

-Pues si no quieres seguir comiendo fideos busca un maldito trabajo Bakugo que se nos están acabando los fondos, pronto no tendremos ni para compramos un estúpido cigarro- soltó frustrado Kirishima mientras lanzaba el periódico a la mesita y se ponía de pie para ir a la habitación.

-Lo tengo claro bastardo, otra vez volveré a mandar esos malditos curriculums en Internet para ver si consigo algo por fin-

Asintió el pelirrojo y se dirigió un momento hacia su habitación para coger un saco y un maletín.

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