True Disaster

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El amor y la paz se sentían en el aire, el hecho de sentirse amado o protegido por la persona que amas es satisfactorio y reconfortante sin duda, es como vivir dentro de una burbuja en donde solo se respira felicidad y tranquilidad.

Izuku Midoriya y Denki Kaminari, dos omegas que vivían felices con sus alfas, aquellas personas quienes les juraron amor eterno, por las que vivirían y morirían con tal de hacerlos felices, ¿acaso habría dos personas tan entregadas al amor devoto que les tenían?.

-Ya me voy al trabajo, no me esperes para cenar Deku llegaré tarde, estos días el estupido de mi jefe ha dejado muchas cuentas que hacer- se despidió Katsuki mientras apoyaba su mano en el picaporte de la puerta.

Un pecoso omega salió corriendo de la cocina con la intención de ir a despedir a su pareja.

-Ultimamente tu jefe ha dejado mucho trabajo estos días, no me gusta que llegues tan tarde a casa- habló con dulzura mientras acomodaba la corbata mal puesta del pelicenizo.

-Qué quieres que haga?, tengo que obedecer lo que me pida, ¿acaso tú lo vas a hacer por mí o qué?- respondió con molestia mientras fruncia el seño.

-Sabes ¿podría trabajar y ayudarte con los gastos de la casa no te parece?, así no tendrías que trabajar demasiado y estar más tiempo en casa conmigo- habló con delicadeza.

El sueño del omega era poder ser suficiente para su alfa, ser una persona capaz de ayudar a su pareja, sentir lo que es ser útil, lo que es ser una persona productiva. En el mundo había omegas que ayudaban a sus parejas o que trabajaban para valerse a sí mismos, era una situación muy poco inusual pero real, lo había escuchado muchas veces en la televisión, en la radio o de parte de sus amigos y conocidos cuando hacía las compras, el hecho de sentir lo que es ser una persona que trabaja y se gana la vida lo hacia sentir esperanzado e ilusionado, como una persona que se ha perdido y encuentra el camino a casa, feliz por saber que volverá a lo correcto, a lo que le da paz y tranquilidad.

Él junto con su amigo Kaminari, siempre habían soñado con ser un apoyo para sus esposos, era solo un sueño, un deseo o una luz de esperanza vaga e inalcanzable pero deseable.

El alfa comenzaba a irritarse por la insinuación de su omega.

-Deja de decir estupideces Deku, tú deber es estar aquí en esta casa esperándome, no tienes porque salir a trabajar cuando tienes a tu alfa haciéndolo para darte lo mejor, no vuelvas a insistir en eso si no quieres que me enoje contigo y pase lo de la última vez- advirtió liberando feromonas mostrando su autoridad y ocasionando que el omega mostrara un hilo de temor.

Lo cierto es que Bakugo lo llegaba a golpear cuando lo hacía enfadar demasiado, aveces eran pequeños golpes para asustarlo o como advertencia pero en ocasiones llegaba a sobrepasarse y dejarlo muy malherido, tanto que incluso en una golpiza lo dejó inconsciente.

-Perdoname Kacchan, no volveré a insistir en eso, mi deber como tú omega y tú esposo es estar aquí para atenderte y darte mi amor- respondió con una pequeña sonrisa.

Bakugo torció la vista por la incompetencia del pecoso y le dio un pequeño y débil beso en los labios.

-Como sea, nos vemos después, ya me voy-

-Saludame a Kirishima de mi parte!- exclamó alegré.

El alfa se apartó del peliverde y salió de su hogar dejándolo solo e inocente. Para Izuku verle partir siempre era difícil, detestaba el hecho de que su alfa saliera al mundo dejándolo solo y sin compañía, en su mente y corazón valoraba el motivo de su partida, era por darle las cosas que él no podría conseguir por si mismo.

"Que tonto fuiste al proponerle algo así Izuku, tú deber como su omega es estar aquí para él cuando llegue, no tienes porqué trabajar, el lo hace por ti"-pensó el omega.

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