prólogo

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—¿Y entonces? —le dije

Aquellas brillantes esmeraldas me miraron con una notable confusión pero aún así, esa bonita sonrisa, esa maldita sonrisa que me hacia olvidarme de todo lo que sufro, me cohibió. Notar como su adorable rostro se movía ligeramente expectante de que continuará con la oración

—Entonces ¿Qué quieres hacer?

Era un cobarde y lo sabía, pero, no era capaz de romperle el corazón a ese chico, no era capaz de soltar su mano, porque a pesar de todo yo lo sigo amando, a pesar de todo, mi corazón le pertenece y siempre lo hará. 

—Me habías asustado

Pequeñas risas comenzaron a escapar de sus labios, causando que sus ojos se cerrarán ligeramente y del mismo modo, yo me arrepintiera de lo que estaba apunto de hacer. Podía soportarlo, podía soportar seguir de esta manera, haciéndolo feliz como pudiera, incluso si me destrozo poco a poco, porque me gusta, porque lo quiero, porque lo amo, es estúpido lo se, pero cuando terminemos, cuando estemos por separado, ¿Qué pasará?, ¿Cómo seguiré en pie al saber que lo he hecho llorar?

Y entonces... solo queda soportarlo.

𝙔 𝙚𝙣𝙩𝙤𝙣𝙘𝙚𝙨...  + ʳᵒᵈʳⁱᵛᵃⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora