𝙔 𝙚𝙣𝙩𝙤𝙣𝙘𝙚𝙨... + ʳᵒᵈʳⁱᵛᵃⁿ

╎❝ cuatro ❞╎

Nuestro tercer año fue lindo a su manera, bueno, al principio de los tres años, como es que estabas emocionado por nuestro aniversario, eras tan lindo, como brincabas en la cama de lado a lado mientras explicabas que iríamos al cine, que después iríamos a mi departamento para dibujar, que en la noche veríamos los fuegos artificiales que estaban programados para ese día, que al final dormiríamos juntos, eras tan lindo, y me sentí tan mal cuando todo el plan se arruinó.

—Rodri, podemos hacer algo más.

Intente animarte aunque eres aferrado, no me quejo de eso pues igual lo soy, sigo aferrado a la idea de que nuestra relación está bien incluso cuando ambos sabemos que no, pero ese no es el punto.

—Es que yo quería ver los fuegos artificiales.

—Podemos verlo otro día

—¡Es que no lo entiendes Iván!

Cada vez que gritabas me asustaba, nunca me gustaron los ruidos fuertes pues me ponía alerta y tú lo sabías, sabías que soy capaz de llorar solo si me gritas, no sabía que hice mal, no sabía porque estabas tan molesto, me sentía culpable por no entenderte y antes de llorar me disculpé.

—Lo siento, pero en realidad no se porque te importan tanto, creo que fue mi culpa por no preguntarte.

—Como sea, iré a dormir

A veces eres muy cruel, hasta ahora recuerdo esos momentos y me hace sentir mal, yo no controlo el clima, yo solo quería que hiciéramos algo más para no desperdiciar el día pero supongo que era mala idea y por eso reaccionaste así. Siempre te refugias en dormir, yo sufro de insomnio, talvez era otra advertencia de que no estoy hecho para ti, pero como siempre, la ignoro.

Ese mismo día mientras yo intentaba convencerme de que no estabas molesto conmigo, mientras cocinaba algo para que cenaremos, mientras intentaba no llorar y me convencía de que aquellos trozos de papel higiénico no se movían de dónde mis heridas estaban, me abrazaste. Un toque, solo eso es lo que necesita mi lastimado ser para pertenecerte, solo un susurró en dónde ocho letras son suficientes para olvidar todo

—Lo siento

—No te preocupes, se que estabas frustrado

Yo también lo estaba pero no podía desquitarme contigo, es una parte de tu personalidad que lastima, pero es agradable cuando después me abrazas, dejándome besos, mientras dices lo mucho que me amas.

Y entonces... me digo que esa es la consecuencia que debo aceptar por ser tan horrible, me digo que es lo que debo aceptar por ser insoportable y que está bien porque tú me soportas.