Ese tonto de linda sonrisa era el estereotipo perfecto de un chico estadounidense promedio, destacaba en todo Japón por sus ojos verdes y cabello rubio, tan diferente a todos ¿como no me iba a enamorar?
Universo sin quirk y algunas modificaciones en...
–Tú no lo entiendes Oboro, si me ven llegar no saldré de la escuela caminando, saldré en una ambulancia—asomé la cabeza un poco—no tengo miedo pero...bueno si lo tengo. De igual forma, ¿qué es un día sin ir a clases?
–Ellos llamaran a tus padres, ya lo intente y no funciona...—recargo su espalda en el muro—no es tan grave, solo se enojaron un poco.
–¿Un poco? ¡Ve mi mano!—le mostré mi mano con dos férulas, él se sobresaltó por el gritó—Shōta debe estar peor...—me recargue junto a él—cuando escuche que le dijo gordo de mierda me enoje, pero solo fue eso, me trague el coraje y seguí normal, hasta que le pego con la pelota a propósito.
–Y el punto se perdió por "tú culpa"—recordó los hechos del sábado—lo sacaron del equipo y...bueno, si es algo grave, pero no tanto—camino un poco para examinar dentro de la escuela—no lo veo...¿Entramos?...creo que ya va sonar la campana—yo negué—Mic, anda, no te va pasar nada, no mientras nosotros estemos aquí—apreté los labios y miré mis pies, no estaba seguro—vamos Mic, no seas Okama.
–¿What?—Oboro me observó incómodo y luego carraspeó, antes de volver a hablar miro a otro lado.
–Nada Mic, vamos, antes de que se haga más tarde—avance solo unos pocos pasos. ¿Qué es lo peor que me podría pasar ahora?, ya me rompieron dos dedos.
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–¿No has visto a Mic?
–¿Mh? Pensé que ya estaba aquí.
–Mierda...—me senté en mi lugar—Sensoji tampoco está...¿no crees que...?
–No lo sé—me miró preocupada.
–Oboro dijo que venía con él, pero se "perdió"—miró mal al otro que estaba jugando con su lápiz.
–¡De verdad se perdió!—dejó de lado su lapiz—estaba caminando conmigo y ya no lo vi, como teletransportación.
–Aja, dime, ¿de casualidad no hizo esto?—imitó la pose de Goku para teletransportarse.
–Deja de burlarte, ¿si?—bajo la mirada.
–No es para que te enojes—ya no le respondió—Oboro—se quitó bruscamente cuando trato de tocarle el brazo.
Él maestro llegó, mandó sentar y callar a todos para comenzar la clase, no preguntó por él lugar vacío. Sensoji llegó a la segunda hora de clases, si su actitud de por sí era mala hoy estaba peor. Llegó buscando a Mic, pero no lo encontró, entonces al pasar para ir a su lugar empujó mi pupitre hasta hacerlo caer, estaba distraído y fue muy fácil tirarme. Él maestro lo "regañó" y me pidió que me sentará de vuelta en mi lugar, no hice más que hacer caso y recoger mis cosas sin decir nada.
