Cap. 20|Hechicera/os de la Tierra✔️

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Athena y Amora estaban en Midgard, recostadas sobre el césped.

Amora: Cuánto tiempo más debemos esperar? -pregunto algo irritada.
Athena: Ni siquiera salió el sol, y ya te quieres ir?
Amora: A quien quieres engañar? -ella la miro mal- Los midgardianos son de mente corta, nadie va a venir.

Athena resopló por lo que dijo, aunque lo esperaba, tanto ella como las demás hechiceras del Consejo de magia le dijeron que era una perdida de tiempo cultivar la magia en Midgard o la Tierra y que mejor pensará hacerlo en otro planeta, pero ella tenía fe en que podría lograrlo.
Sabía que los midgardianos de ahora no eran los más abiertos posibles a la magia, más aún al considerarla cosa del Diablo, lo cual no era nada bueno. Había estudiado su historia hasta ahora, sabía que sería difícil, al igual que sabía que Midgard necesitaba más protección de la que creían en Asgard, puesto que en los últimos años había sido refugio y zona de cultivo de ingredientes de varias brujas peligrosas. También que en sus intentos de capturarlas, varios midgardianos salieron perjudicados, al igual que la tierra en la que solían habitar.

Y antes de que pudiera contradecir a Amora, escucharon un quejido.

???: A la coña, yo no pienso seguir así! -chillo molesta al ver rasgado su vestido.
???: Que delicada, ni que fueras de cristal -dijo sonriendo burlesca, junto a su compañera.

La mujer, que se rasgo el vestido con una rama en el piso, las miro más que molesta, siendo ayudada por su sirvienta para ponerse de pie.

???: -se agachó para arreglar el vestido- No se altere, señora mía. Según las indicaciones que nos dieron, el punto de encuentro no está lejos.
???: Y si estamos aquí por nada?
Marsia: -se levantó y sujeto sus manos- Usted creyó en esto desde el principio, señora. Porque ahora se quiere rendir?
???: -lo pensó un poco y suspiro- Fue solo un sueño... y si no es real?
Marsia: -apreto sus manos- Todas tuvimos el mismo sueño, las sirvientas de otras casas también me lo confirmaron, fue un hecho único -dijo sonriendo emocionada- Y usted, de todas las señoras de Clase alta, solo usted se atrevió a venir. No cree que es una señal?
???: -ayudando a su compañera a subir- De estupidez? -bromeo- Hey! Mira dónde pones los pies! -se quejo por la pisada que recibió de su compañera en la cara.
???: Que no ves que no veo?

La señora miro mal a ambas campesinas, desde que se las había encontrado por casualidad en el inicio del bosque no dejaron de molestarla, las reprendió varias veces, pensando que así pararian, pero no.
Las palabras de su sirvienta la habían calmado bastante, se enderezó bien, con la cabeza en alto y recobro la confianza.

???: Tienes razón Marsia, no me debo dejar vencer. Sigamos avanzando.

Marsia sonrió por como su señora había recuperado su confianza y la siguió.
Observaron el obstáculo que tenían en frente, el cual era un gran y grueso tronco de pino caído, al parecer de los más grandes, ya que abarcaba unos metros.
Miraron por todos lados, claramente no podrían pasar por encima, ya que no tenían de dónde sujetarse y era muy grueso para subirlo como intentaban ambas campesinas. Tampoco podían rodearlo por lo largo que era y eso les quitaría tiempo, además de que dónde estaban era el camino más seguro.

Pasaron unos minutos pensando en cómo poder cruzar, a la vez que ambas campesinas caían al suelo al no poder seguir con el equilibrio.
Fue entonces que a la Señora se le ocurrió un idea, pero ni a ella misma le gustaba, pues arruinaría su ropa.
Lo pensó bastante, pero no encontró otra salida, además de que la noche estaba entrando a su pico más oscuro y no quería encontrarse con ningun animal nocturno.

???: Tengo una idea -todas la miraron- Pero no es bonita.
Marsia: -firme y emocionada- Haré lo que mandé, señora.
???: -miro a las campesinas y suspiro- Necesitaremos ayuda.

Athena: La bestia de los nueve mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora