Louis Tomlinson es sólo un muchacho de Doncaster con una leve obsesión por Twitter y una aún más leve obsesión con la actual banda más caliente, One Direction.
Nunca pensó que algo pasaría si él le escribía a un miembro de este trío dinámico.
Chico...
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A Louis no le gustaba pensar que el sonido que había hecho era parecido a un chillido. Era más bien un grito varonil de alegría. Sí, eso es lo que era. ¿A quién quería engañar?, chilló y chilló fuerte. De hecho, por un momento estuvo preocupado sobre que Niall iría a la habitación para ver si estaba siendo asesinado. Después de haber esperado unos minutos, asegurándose de que el muchacho irlandés no había tirado la puerta, había bailado en su habitación al igual que Katherine Heigl en una de sus muchas películas románticas. En un día normal, probablemente se habría juzgado a sí mismo, pero esto era una circunstancia especial.
Harry Styles no solo había reconocido su existencia, sino que ahora era su seguidor número 26. El número 26 de la suerte. Bueno, probablemente no sea el número de suerte de todas las personas, pero era su número favorito y eso tenía que ser una señal. Obviamente estaban destinados a ser... amigos, por supuesto. Al hacer clic en el icono de @Conecta en su aplicación de Twitter, él miraba las dos interacciones principales, preocupado de que por alguna forma él había interpretado mal el tweet, pero No, era el verdadero Harry y de verdad el tweet era dedicado a él.
@Harry_Styles: @Louis_Tomlinson Parece que la tercera vez no va la vencida. Yo ya me sabía esa. Inténtalo de nuevo :)
Inténtalo de nuevo, había dicho, ¿Inténtalo de nuevo? Ya era bastante difícil de encontrar algo cuando él no estaba seguro de si Harry lo llegaría a leer, pero ahora sabiendo que el chico famoso, donde quiera que esté, estaba esperando una respuesta, lo ponía en sobre el borde. El vértigo había comenzado a disiparse mientras mantenía su mirada fija en el teléfono. Esto fue todo culpa de Niall. No sólo fue un terrible amigo porque ni siquiera fingió preocuparse por su bienestar (en serio ¿y si habían querido asesinarle?) pero se había ido y había dejado a Louis sabiendo que Harry era consciente de su existencia. Era demasiada presión. Por supuesto, había pasado un par de horas, así que tal vez Harry había renunciado a Louis, tal vez a él ya no le importaba más, quizás había perdido el interés porque, ¿quién era él para Harry?
Nadie, esa era la respuesta a esa pregunta. Pero él lo había seguido, y le había twitteado y Louis tenía que responder porque él era obviamente muy caballero. Si él simplemente supiera qué contestarle. Él había dado la vuelta a toda la música que tenia en su biblioteca de iTunes hace algún tiempo, nada parecía se una buena respuesta y en comparación a las canciones que había mandado antes, ahora parecía quedarse corto, escuchando canciones que ni siquiera quiere admitir que conocía y mucho menos a través de Internet a su celebridad favorita. Erm, ídolo. Maldición.
Dejándose caer de nuevo en la almohada, lanzó sus brazos sobre los ojos, escuchando la música, esperando y rezando para que algo bueno saliera y así pudiera responder a ese jodido tweet y terminar con su estrés.
***
Era una noche de cine en el piso de los chicos de One Direction, una larga tradición. Claro, ellos vendían entradas para actuar en anfiteatros y rompen todos los récords en el mundo, pero ellos estarían condenados si por alguna razón se perdieran la película semanal donde comen comida que engorda y ven películas como Toy Story 3.
