La cálida luz de la mañana cubría el departamento donde habita Miko Iino, con una nueva motivación, se dispuso a prepararse para su nuevo día en la academia. Tomó una ducha caliente, un desayuno nutritivo que le proporcionaría energías para su rutina diaria.
A pesar de que esté en el consejo estudiantil, eso no ha impedido que Miko Iino logre cumplir con sus labores del comité de disciplina, y eso no cambiaría en su nuevo ciclo escolar.
Llegó más temprano que nadie a la academia y se dispuso a ponerse su banda del comité de disciplina, y su silbato en el cuello, para recibir a los estudiantes a que lleguen en orden a sus salones, y Miko no dejaría pasar por alto a ninguna infracción.
En el salón de clases, Miko vio a un grupo de chicos rodear a una de sus compañeras de clase, ahí es cuando debía actuar.
-El profesor llegará pronto, así que les sugiero que vayan a tomar asiento.
-Hola Iino-san, solo nos estamos divirtiendo un rato- Se excusó la chica que era el centro de atención, la idol de la escuela, Koromo Shiranui.
-No me interesa, si no van a sentarse de inmediato tendré que notificar al comité de disciplina.
-¿En serio le estás hablando así a una de las chicas imposibles de Shuchi'in?- Encaró sorprendido uno de sus compañeros de clase.
-No me importa lo que sea, nadie está exento de seguir las reglas- Declaró Iino con firmeza.
Shiranui con una mirada cansada decidió levantarse de la mesa del asiento, para ir a su lugar.
-Vamos chicos, Iino-san tiene razón, hay un lugar y momento para todo, no te preocupes Iino, no te daremos problemas- Shiranui dio su confianza a Iino con una sonrisa.
Iino vio a sus compañeros ir a sentarse haciendo caso de sus instrucciones, pero no soltó una sonrisa de satisfacción, pues eran las reglas, y debían cumplirse, solo eso.
Así pasó el resto del día, patrullando los pasillos durante los descansos y asegurarse de que ningún estudiante incumpliera las normas.
-¡Confiscado!- Iino arrebató una revista inapropiada de un grupo de chicos.
En una ocasión terminó siendo acompañada por Osaragi, sin mantener conversación, pues Miko estaba concentrada absolutamente en sus deberes del comité, entonces vio a una pareja pasar cerca de ellos de forma acaramelada.
-¡Ustedes dos!- Iino fue de inmediato a darles una advertencia.
Osaragi vio algo extrañada la actitud de Iino, parecía más estricta de lo usual, y podía intuir la razón para la que estaba actuando así, sin embargo, guardó silencio.
Miko Iino siguió patrullando la academia para que las intachables normas no sean incumplidas, con una mirada firme y decidida, acompañada de su fiel acompañante Osaragi Kobachi, ambas harían cumplir cualquier reglamento, por más pequeño que sea, a todos los estudiantes, no importa quienes sean.
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Lo que pudo haber pasado
RomansaOtra historia más de Iino Miko y Yuu Ishigami, una historia donde una decisión diferente, abriría las puertas para un futuro incierto para el secretario y la auditora del consejo estudiantil. Lo que pudo haber pasado.