-¡Bienvenido!.- Cuando Diego estaba cruzando la puerta de la cafetería yo ya estaba colocando el shot de expreso en la cafetera.
Su usual es un capuchino con extra de crema batida.
-¿Cómo estás Beto?.- Tenía su típico traje, con la identificación de su empresa al rededor del cuello.
-¡Bien! Ya casi sale tu capuchino.- Le sonreí.
-Te miras muy lindo hoy.-
Es un coqueto.
A veces me trae chocolates, alguna que otra flor, una vez incluso me trajo un ramo.
-Gracias... ¿Hoy no hay regalitos para mí?.- Dije, mirándolo de reojo, mientras colocaba más crema batida de lo normal en su vaso.
-Lo siento, hoy no, en tarde volveré a traerte algo, mi amado.- Sacó su cartera, mirándome con sus ojos coquetos.
Cerré el vaso desechable y entonces se lo entregué.
Diego me dio más dinero de lo que cuesta el café, dosientos pesos para ser exactos.
-Tranquilo, quédate el resto, como una disculpa por no traerte una flor.-
Dejé el dinero, saliendo de mi lugar de trabajo hasta quedar frente a Diego.
-No te vayas... ¿Si? Aún no me dices la respuesta a mi pregunta de ayer...- Lo miré tímidamente a los ojos.
-Ah... ¿Sobre la cita?... Mmh, claro que quiero tener una cita contigo, pero lastimosamente estoy lleno de trabajo hasta fines de semana, ¿Te parece si te aviso cuando esté libre?.-
De todos modos... Él siempre viene a la cafetería.
-Me parece bien.- Le sonreí.
Nuestros ojos se juntaron, pero fue extraño, ambos parecíamos querer dar el siguiente paso.
Su respiración estaba algo agitada, así que la mía también lo estaba.
Es más guapo de cerca...
Coloqué mis manos en su pecho, acercándome de a poco a su rostro.
Pero la campanita de la cafetería nos interrumpió.
Me alejé, para colocarme nuevamente en mi lugar de trabajo.
-Te veo luego, Diego.- Dije avergonzado.
-Ah... Si, si, nos vemos.- Sonrió de vuelta, yéndose confundido del lugar.
La mujer que antes nos había interrumpido estaba frente a la caja registradora, esperando a que pueda tomar su orden.
-Disculpe... Bienvenida, ¿Ya está lista para pedir?.-
Hice el latte de aquella persona pero mi cabeza aún estaba en las nubes, volviendome loco, no puedo esperar para que vuelva.
Pero Diego no vino en la tarde. Ya se había hecho de noche y aún no he sabido nada sobre él.
La cafetería nunca se había sentido tan fría como ahora, se siente solo.Tal vez tuvo que trabajar horas extras, no tengo que preocuparme tanto.
No es como si fuera mi novio o algo por el estilo... Pero aún así... Me mantiene esperándolo.
Di un suspiro, levantándome de mi flojera. Subí las sillas de cada mesa y barrí lo más que pude, cerré con llave la puerta de entré y así entonces estar listo para por fin irme a casa.
Me quité el mandil del uniforme, aún suspirando pesadamente.
Pero, entonces, cuando llegué al trabajo al día siguiente, Diego no estaba allí a su usual hora de las siete de la mañana con treinta y dos minutos.
Lo seguí esperando ese día hasta la noche, pero jamás llegó.
Pasó otro día y otro, hasta el punto de que pasó más de una semana y jamás pude ver su rostro.
¿Pero es que hice algo mal?
Y eso me lleva a el día de hoy.
Dos semanas desde la última vez que vi a Diego, ¿Qué sucedió? Tal vez tiene más trabajo que nunca y solo está demasiado ocupado como para venir a la cafetería.
Hay más posibilidades, puede haberse mudado, se fue de viaje o... Me está evitando.
Suspiré, estirando mi cuerpo sobre la encimera.
Trabajo solo en mi propia cafetería-casa, a veces viene Ari a ayudar o saludar pero... Aún así todo esto se siente vacío.
Hay tres o cuatro personas en las mesas, la mayoría en silencio y estudiando o haciendo lo que sea en su computadora.
¿Cuál era el usual de Diego? Un capuchino con extra de... ¿Qué? No logro recordarlo tan bien.
¡Crema batida! Si, recuerdo como se limpiaba la boca con una servilleta siempre que le daba un sorbo.
No entiendo su gusto raro por mancharse los labios con crema.
Pero se veía demasiado tierno de esa manera.
Agh... Lo extraño tanto.
Me levanté de la encimera, para limpiar la cafetera muy por encima, solo quitando los restos de granos o leche derramada, soy muy torpe.
La campanita de la cafetería me hizo llamar la atención.
Solo fue alguien que salió.
Tomé mi trapo para ir a limpiar la mesa, tomé la taza y el plato dónde antes estaba un cheesecake para limpiar debajo de estos.
La campanita volvió a sonar.
-Bienveni... Do.- Al voltear miré el rostro de Diego.
Con un traje tan bello como siempre, con una identificación en el cuello y el cabello bien arreglado.
Mis manos temblaron.
Me apresuré a dejar los platos en el lavavajillas.
Volví a la caja registradora, dónde él me esperaba.
-¡Diego!... Um... ¿Capuchino con extra de crema batida?.-
Los ojos de Diego se iluminaron.
-¿Lo recuerdas?.- Frotó su cuello. -No, espera... Lo siento, tuve un viaje de negocios y después de eso me ascendieron, todo esto me hizo morir en montañas de trabajo, lo lamento.-
Le sonreí.
No dije nada, simplemente comencé a hacer su café de la tarde, dice que solo mis capuchinos con poco expreso y mucha crema batida hacen que despierte lo suficiente para terminar su trabajo, pero no demasiado como para ponerlo nervioso.
-¿Ahora tienes los fines de semana libres?.- Dije, mirándolo tímidamente por encima de mi cafetera.
Me sonrió de vuelta, soltando un suspiro de alivio.
-Sí, tengo el fin de semana libre, Beto.-
⊹ㆍ୨୧ㆍ⊹
Wolaaa aquí Mayu 😼.
Yipieeeee
Empezó siendo muy cortito (como 600 palabras masomenos) pero no m esperaba que terminara así de larguito
Peroenfin muchas gracias por leer chikis 💕
Espero les haya gustado este cap 💕🫶🏻
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One-shots ; SFW ; Robarca
FanfictionLo que dice el título :p Ningún capítulo tiene continuidad. Se aceptan inspiraciones para capítulos💕. Todos los shots son sfw!!! Actualizaciones cada que recuerde jiji ♡ ----------------------------------- Portada hecha por: @LightZeroNumb <3 Inici...