Capitulo siete

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Lo peor de sus viajes era cuando llegaba a casa.

Ese día sus amigos lo habían acompañado para ver a los niños y comer la rica comida que Eren solía preparar para la llegada del Ackerman.

¿Como les fue?.-les ponía los platos con comida-.

De maravilla.-sonreía viendo a los niños pelearse por sentarse con Erwin, mientras bebía vino de una copa-. Cerramos muchos tratos y otras cosas...-

Eso es bueno.-con una sonrisa le servía a su esposo-. Lo hice sin pimienta, como te gusta.-trato de darle un beso en la mejilla, pero el fue más rápido y se quitó-.

Eren, ¿como te sientes de tú corazoncito?.-lo miraba, siempre de los tres, había sido la que más simpatizaba con Eren, incluso mas que Levi-.

Estoy bien, mucho mejor de que mi Levi está aquí.-le tomaba la mano al hombre-.

Suéltame carajo, estoy comiendo.-le quito bruscamente la mano-.

Ella se dio una fugaz mirada con Erwin, sabían que en ese último viaje, Levi había comido sushi que estaba encima del cuerpo del prostituto que se follaron entre los tres.

Perdóname.-le pasaba una servilleta y gel desinfectante para que se limpiara-.

Papá.-Isabel miraba a su padre-.

¿Que?.-no se inmutaba, ni siquiera con su nena-.

Le susurró algo al oído.

Gracias.-siguió comiendo-. Feliz cumpleaños.-miro a su esposo-.

Amor, papá está comiendo, debiste dejarlo comer tranquilo.-con un gesto vacío, que solo había pasado porque su hija se lo recordó, logró ruborizar al menor-.

Es que papá no se iba a acordar, es muy olvidadizo.-sonreía-.

Oh Dios, Eren.-Erwin se levantaba para darle un abrazo-. De haber sabido que era tu cumpleaños, hubiéramos ido a un lugar para llevarte a comer.-

Feliz cumpleaños, hermoso.-Hanji lo abrazaba-.

Bueno ya.-miraba molesto a sus amigos, los creía unos hipócritas-. Vamos a comer.-

Mierda.-no podía dormir-.

¿Te pasa algo?.-se levantaba de su lugar para ver a su esposo-.

No puedo dormir.-

¿Quieres un abrazo?.-le sonreía-.

Creo que ayudaría.-atrajo al menor hacia su pecho-.

De alguna manera, abrazar a su esposo lo hacía poder dormir.

Levi.-acariciaba el pecho de su marido-. Si un día me muriera... ¿Te volverías a casar?.-alzó la mirada-.

Claro que si, los niños aún son muy pequeños, necesitan una mamá que los cuide mientras me voy de viaje.-miraba los bonitos glúteos de su muchacho-.

Esa no era ni remotamente la respuesta que esperaba, pero que en el fondo la sabía a la perfección.

¿Me amas?.-

Eren... sabes que no.-miro directamente a los hermosos ojos de su esposo-. No es porque hagas algo mal, es que no siento nada por ti, quizá si te quiero, pero no podría amarte, jamás te amaría.-cerro sus ojos para poder dormir-.

Yo si te amo... muchísimo.-sentía como algo se rompía en su corazón tras escucharlo-.

Ya lo sé.-jalaba una sábana para cubrirlos a ambos-. Ya duérmete, mañana los niños deben de ir a la escuela.-


Papá, papá.-Alice entraba a la habitación de sus padres para despertar al azabache-. 

¿Que?.-se removía en la cama-.

La tía te esta llamando.-le pasó el teléfono-.

Maldita loca, son las 7 de la mañana.-pasaba una mano por su rostro-.

Espero a que la niña saliera de la habitación para contestar.

¿Que quieres?.-paso una mano por debajo de la blusa de dormir de su esposo para sentir su piel-.

Los japoneses accedieron Levi, van a firmar con nosotros.-

¿Como?.-estaba completamente sorprendido-.

Ven a la empresa ahora, Erwin está firmando por ti, solo quieren conocerte.-

Oh Dios.-se levantaba rápido de la cama-. Eren, Eren mierda, despierta.-movía frenéticamente los pies del menor-. Plancha mi traje, me voy a la empresa en 5 minutos.-corría a darse una ducha pero no veía respuesta del menor-. Por un carajo, te dije que despiertes.-lo seguía moviendo pero no obtenía respuesta-.

El teléfono seguía sonando y sabía que eran sus amigos para apurarlo.

Carajo carajo carajo.-aventó su toalla dentro del baño y le quitó la sábana a su esposo-. ¡Te estoy hablando maldita mierda!.-una bofetada fue a clavarse en el rostro del bonito muchacho. Ni siquiera midió su fuerza para hacerlo... porque no era la primera-.

El hombre palideció a ver que no había respuesta alguna.

Eren.-tomó a su esposo de los hombros y se pegó a su pecho para escuchar su corazón-.

No había absolutamente nada.

Eren Eren.-lo sacudía intentado obtener algo-. Amor.-tomaba sus signos vitales pero no sentía nada-. Bebé, despierta mi amor.-le quitaba algunos cabellos que tenía en la frente, sus manos temblorosas solo le hacían más difícil el trabajo-.

Solo podía ver su rostro pacificó, parecía que estaba dormido.

Levi.-

Sus amigos llegaban corriendo al ver al hombre en el suelo, arrugaba entre sus manos unos papeles que contenían el informe de la muerte de su esposo.

Levi, ¿que pasó?.-Erwin se agachaba a su altura-.

Murió en la noche...-miraba la puerta de la morgue donde sabía que estaba su cuerpo-.

Oh, Dios.-Hanji abrazaba al hombre-. Lo lamento muchísimo.-dejaba salir unas lágrimas-.

Se que murió poquito después de que le dije que nunca lo amaría... Me estaba abrazando y tenía sus manitas en mi pecho, el agarre se hizo más suave cuando yo me estaba quedando dormido.-escondía su rostro entre sus manos-. Yo lo maté.-

Pero si había sido la última.

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