Capítulo II - No iré

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Habían pasado dos días desde la visita del rey vampiro, durante ese tiempo sus horas de sueño fueron demasiado cortas, pues sus pensamientos lo atrapaban sin piedad, impidiendo que pudiera descansar como debía y cuando por fin lo hacía no pasaba mucho para que tuviera que levantarse nuevamente.

Eso solo había provocado que estuviera mucho más irritado que de costumbre, además de que Kirishima venía a cada momento a preguntar que haría al respecto, no era estúpido, sabía que su insistencia también se debía a que el inútil de Deku iría a buscar al vampiro, era obvio que estaba preocupado por su seguridad. Más porque al parecer los que han ido al bosque han resultado heridos, sin embargo, lo inusual de todo era que no había muerto nadie.

Según escuchó hoy, hace un par de días, dos imbéciles se adentraron al bosque con la finalidad de atrapar al culpable de todos los ataques, pero lo único que obtuvieron fueron unos cuantos huesos rotos y que alguien les haya succionado algo de sangre y pese a eso aún continuaban con vida.

Todo sonaba extraño, podía recordar que ese vampiro era un loco que no tenía en muy buena estima a los humanos, por no decir, que lo ha visto luchar y matar sin parpadear, no es normal que ahora decida limitarse a succionar un poco de sangre. Algo no cuadraba, pero no tenía ni la menor idea qué era lo que estaba mal y ese era el motivo de que no pudiera parar de pensarlo.

Estaba a punto de anochecer cuando finalmente terminó de organizar todo lo que correspondía ese día en la manada, como las cacerías y los entrenamientos para los más jóvenes, cuando de repente vio a Kirishima acercarse, chasqueo la lengua, sabía que seguiría mareándolo con lo mismo, no obstante, lo único que hizo fue decirle que tenía que mostrarle algo, así ambos caminaron hacia la salida del bosque Superno.

Cuando llegaron al límite donde un enorme valle se mostraba ante ellos pudo ver como cuatro figuras aparecían para recibirlos, todos usaban una capa que cubrían sus rostros, pero no fue necesario adivinar quienes eran, ya que cuando vieron que era venían, inmediatamente revelaron sus rostros.

Era Deku, junto a los dos demonios, adicional estaba la bruja con ellos, la cual traía algo en sus manos, fue entonces que sospechó que algo habían planeado y volteó a ver a Kirishima con duda.

—Bakugo — saludó el vampiro peliverde, seguido de la bruja.

El hombre lobo frunció el entrecejo y cruzó los brazos, sabía que no lo traerían aquí solo para saludar —¿Qué planean?

—Bakubro, quiero ir a la búsqueda con ellos — habló Kirishima a su lado.

—¿Y me trajiste aquí solo para decirme esto? — preguntó Katsuki un tanto frustrado, si lo que quería era tener permiso se lo podía decir allá en la manada.

—No, yo...

—Bakugo, nosotros queremos que tú también vengas con nosotros — explicó rápidamente Deku.

—¡Aaaa! ¿Son imbéciles? Por si no se han dado cuenta, ahora lidero una manada y no puedo irme porque a ustedes banda de tarados desean ir a buscar al tarado mayor.

—Por eso hemos planeado algo — intervino Uraraka, mientras enseñaba lo que traía consigo. Era una especie de esfera reluciente y transparente que en su interior parecía tener un líquido negro y otro blanco que se balanceaban entre ellos pero sin llegar a mezclarse.

—¿Qué mierda es eso? — señaló Katskuki de manera escéptica.

—¿Recuerdas la barrera que la princesa Momo tiene alrededor de su mansión? Pues lo combinamos con el escudo con que te atrape una vez en el castillo vampiro.

—Es decir, ¿que tiene magia de bruja y demoníaca? — cuestionó el hombre lobo.

—Así es, me tomó varios días poder hacerlo y casi agoto mi magia, pero podemos utilizarlo alrededor de tu manada para protegerla mientras tú vas con ellos, además yo me quedaré aquí para avisarte por si algo llega suceder.

Luna Roja [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora