Capítulo 3 - Una bebida tibia en la noche [+18]

1K 61 0
                                    

Aquellos deliciosos labios me llenaban de besos y caricias, lamidas y pequeñas mordidas, había bajando lenta y deliberadamente para ampliar al máximo el placer. Se hallaba peligrosamente cerca de mi herramienta, en mi estómago se detuvo un momento.

"Impaciente por lo que veo fufu~"

La demonio ronroneo de satisfacción al ver la tienda de campaña que se había formado en mis pantalones, lo peor de todo era que escuchar esa voz tan erótica solo me volvía más emocionado.

"No te preocupes querido, me encargaré de este niño grande por ti~"

Con lentitud la mujer coloco suavemente sus manos en mi estómago, lentamente bajaba, la anticipación me gano y di un gran trago.

Los escalofríos de placer se acumulaban en mi espalda, el solo tacto de la mujer me volvía loco.

"Te lo advertí querido, te daré el placer que un mortal solo puede soñar~"

Con burla la mujer con el dedo índice pincho mi erección, molestando. Su sonrisa mostraba lo divertida que se encontraba.

"No te preocupes cariño, la burla acabará pronto~"

Su mano suavemente rodeo mi pene por encima de la ropa, dándome un placer extraño. La justa y deliciosa presión para hacerlo perfectamente placentero.

"Si~ si~ disfruta~"

Disfrutando de mis expresiones faciales la mujer comenzó a mover su mano, suavemente de arriba a abajo en un vaivén que causaba grandes cantidades de placer.

No pude evitar dejar escapar los gemidos

"¿Se siente bien?~"

La voz llena de lujuria me pregunto, solo pude asentir mientras guardaba el placer y evitaba perderme en el.

Todavía no al menos.

"Entonces esto se sentirá mejor, suficiente de juegos..."

Con anticipación ví como la erótica mujer se lamió los labios del deseo y lentamente tomo mi pantalón para bajarlo, sacando de su prisión a mi miembro que estaba más que ansioso de recibir atención.

"Mmm grande y duro, como me gusta~"

"Agh~"

No pude evitarlo, el gemido se escapó de mi boca, su mano tibia rodeo mi pene con suavidad y firmeza, atrapandolo en una prisión de placer.

"¿Se siente bien querido?~ No te preocupes, solo estamos empezando~"

Su mano apretaba con suavidad mi falo de carne, frotandolo de arriba a abajo, lenta y tortuosamente aplicaba suficiente fuerza para hacerlo placentero pero no tan rápido para que sea demasiado intenso

"Ugh... ah~"

Mi respiración se volvió pesada y mi sangre ya hirviendo circuló con fuerza hacía mi miembro.

La sensual belleza me observaba atentamente con lujuria y deseo, saboreando ansiosa mi lujuria y placer, cada gemido y cada escalofrío que sentía lo tomaba con hambre. Se sobresaltaba por cada mota de placer que mostraba, sus deliciosos pechos temblaban, tentadores como un fruto maduro.

"Pasemos a algo mucho mejor..."

Alejando su mano sentí el frío de la noche, la calidez de su piel me abandonó.

Resultado inesperado [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora