Capitulo 1 - Afronta tus miedos

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Las palpitaciones aceleradas de mi corazón sonaban en mis oídos, la fuerza con la que pasaba daba la impresión de que mi corazón saldría de mi propio pecho.

Mi corazón se hallaba en un estado perpetuo de terror y miedo.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que todo se sintió así, otra vez me había envuelto en una pesadilla.

Estaba atrapado en ella.

El sudor corría por mi rostro, las imágenes grotescas, monstruos de ultra tumba aparecían, susurros, maldiciones y palabras blasfemas resonaban en mi cabeza.

Otra vez es ella

Había aparecido en algún momento en mi infancia, ese espíritu, esa mujer, esa cosa.

Desde que tengo memoria ella estuvo allí, susurrando, apareciendo se entre mis sueños, convirtiéndolos en las pesadillas más grotescas.

Con que motivo, no lo sé.

Lo que sé, es que le encantaba torturarme.

Uno de los peores recuerdos que tengo es de un día, en el cual estaba absolutamente solo, mi familia se había ido y la soledad sería mi única compañía por varios días.

Normalmente esto sería grandioso para cualquier adolescente, pero para mí no lo fue.

Todo lo contrario, fue encarnar el infierno.

Para mí mala suerte ese día, fue el día en el que más cerca estuvimos, ese fatídico día solitario yacía en casa, ni un alma alrededor más que yo.

Mis pensamientos y yo era lo único que existían.

En esos momentos de un momento a otro, de la tranquilidad, todo fue un cambio repentino. El aire se hizo frío, mis manos temblaban, mi frente sudaba y un susurro se escuchó en los oídos.

Kory~

Mi nombre, en su voz.

Un susurro llamándome, invitándome y llenándome de terror.

Estaba solo en ese cuarto, no había nadie más que yo. ¡Ni siquiera en la propia casa había alguien!. Se había colado, el peso en la cama crujió y sentí el aire cálido junto a una voz sobrenatural.

Era extraño, era una voz suave y aterciopelada, era seductora...

Pero esa tono de voz me aterrorizaba.

Estaba cargada de malicia, una maldad sin precedentes, el aliento cálido en mi oído me envió escalofríos por toda mi espalda y no fue una experiencia agradable.

Los huesos de mi cuerpo temblaban sin control, el sudor frío bajaba por mi frente, con las mandíbulas apretadas y los ojos entrecerrados solo podía contestar entre el temblor.

"¿Quién eres tú?"

"¿Qué quieres de mí?"

Ambas preguntas hechas con desesperación y miedo, fue mi acercamiento más cercano con aquella presencia.

Una risa sonora resonó en la habitación, la temperatura había caído varios grados, incluso sentía el aliento de mi boca más frío.

...

No hubo respuesta.

La presencia se había desaparecido.

Mire hacia atrás con temor.

No había nadie, la ominosa presencia había desaparecido, pero no sus secuelas.

Aún mi corazón latía a mil por hora, aún sentía el terror en mi piel.

Resultado inesperado [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora