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¿Ray?

"Estoy segura de lo que siento, sí, siento algo por ti"


Me desperté mas temprano de lo usual, aunque no pensé que lo haría por la hora en la que me había dormido. Ni siquiera Gillian estaba despierta, todo se sentía tan callado y tranquilo. Salí de la cabaña para sentarme en las sillas que estaban afuera, y para mi sorpresa, estaba Ray sentado en una de las dos sillas que había, estaba leyendo, me sentí muy nerviosa cuando volteó rápidamente hacía mi, por el sonido que hizo la puerta al abrirla.

Tenía dos opciones, irme y no molestarlo mientras leía, o sentarme a su lado. Y al final, elegí la segunda opción, porque irme sin decir nada sería algo grosero, y realmente quería estar a su lado.

—Buenos días Ray —nerviosamente tomé asiento a su lado, intentando que no notara mi cara completamente roja.

—Buenos días Amber —había una pequeña mesita entre las dos sillas, en la cual había un plato con una dona mordida, extendió su mano, acercando el pequeño plato con comida hacia mi.

—No gracias —negué con la cabeza y ahora arrastré el plato hacia él —, haré tortitas de desayunar y Gillian hará waffles, así que esperaré un poco.

—¿Harás de desayunar tortitas? —dijo cerrando su libro, creando bastante ruido, mientras yo asentía con la cabeza, asustada—, me hubieran avisado antes. ¡Las tortitas que tu haces son deliciosas!

Mi susto se borró rápidamente, y empecé a reír. Nos quedamos un rato así, mirando el paisaje nevado mientras hablábamos, lo que en un principio pensé que no haríamos. Escuchamos unos cuantos ruidos que venían de adentro de la cabaña, Ray miró el reloj que estaba en su muñeca, y me hizo una seña para entrar.

Abrí la puerta y entré rápidamente a la cocina, donde me esperaba Gillian junto a Violet, las cuales platicaban.

—Buenos días Amber —dijo Gillian que estaba en el lavabo con los trastes sucios—. ¿En donde te habías metido?

—Estaba afuera —hice una pequeña pausa—, con Ray.

Gillian volteó a ver a Violet con una larga sonrisa, las dos reían juntas. Cerré la puerta de la cocina, sabía que ellas empezarían a hablar sobre mis sentimientos hacia Ray y por lo fuerte que hablaban, los demás se enterarían y no quería eso.

—Tuvimos una plática agradable.

—¿No hubo algún beso? —respondió Gillian de manera sarcástica.

Rodé mis ojos y empecé a cocinar. Ellas seguían hablando de Ray, y no les prestaba atención, pues quería concentrarme en el desayuno que prepararía, aunque algo hacía que ni pudiera concentrarme, y eso era la carta de ayer. Pero alguien hizo que volviera a la realidad, Violet.

—Amber, despierta de tu sueño —se rió y Gillian también—. ¿En qué piensas tanto?

—¡Yo se en qué piensa tanto! —agregó Gillian—, ¿puedo?

Asentí, para que le contara a Violet lo que había sucedido.

—Amber recibió una carta anónima —vi como Violet se sorprendió mientras Gillian hablaba—, de alguien declarando su amor hacia ella.

Gillian hizo movimientos exagerados lo cual me hizo reír, Violet hacía más preguntas sobre el tema, y Gillian o yo las respondíamos. Con toda la charla que tuvimos dejamos a un lado el desayuno que teníamos que hacer, eso hizo que lo termináramos un poco tarde. Después de todo terminamos y desayunamos juntos.

•┈┈┈••✦ ♡ ✦••┈┈┈•

Estábamos Gillian, Violet y yo en mi cuarto, escuchando como Violet se quejaba de que no podía salir al pueblo más cercano por la nieve que había, y la entendíamos, en el lugar donde estábamos caía demasiada nieve y eso hacía que no pudiéramos ir a un pequeño pueblo con unas cuantas tiendas que estaba a 20 minutos de donde nos encontrábamos.

—Odio no poder salir ahora —se quejaba Violet—, no nos pasará nada, estoy segura.

—Pero aunque insistamos, no nos dejarán ir —dijo Gillian, y tenía razón, por nuestra seguridad no nos dejaban salir.

Para evitar el aburrimiento, me decidí por sacar un juego de mesa que tenía guardado en uno de mis cajones, y lo que hizo que me quedara completamente quieta al abrir el cajón, fue que había un sobre dentro del cajón.

—¿Qué pasa? —Gillian se acercó a mi y cuando miro dentro del cajón lo entendió.

Saque el sobre y me senté en la cama, Violet y Gillian se sentaron conmigo, miraban atentamente cada uno de mis movimientos y a su vez, el sobre. Desdoblé la hoja que estaba dentro, emocionada.

"Tu sonrisa dulce como la miel
hace a mi corazón latir con fuerza,
y no se va a detener"

Había una gran sonrisa en mi rostro, pero se borró cuando entendí algo.

—¿Este anónimo entro a mi cuarto? —pregunté exaltada.

—¿Cómo es que entró? —Gillian hizo esa pregunta y empecé a recordar las veces en el día en que no estuve en mi habitación.

—Quizás en la mañana —seguía recordando donde había estado en el día-, cuando lavaba los platos después de desayunar.

—¿Tienes una idea de quién haya sido? —preguntó Violet y yo negué con mi cabeza.

—Oye, crees que sea... ¿Ray?










¡Nota de la autora!

Estoy muy emocionada sobre la historia, aveces me bloqueo y me preocupo bastante por eso, pero aún así me alegra que sigo escribiendo más, y escribo todas esas ideas que tengo en mente. Intentaré publicar nuevos capítulos seguido y tener más ideas para los nuevos capítulos, eso es todo. ¡Gracias!

❛ CARTAS ❜    |     Ray The Promised NeverlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora