❛ CARTAS ❜ | Ray The Promised Neverland

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Señales

"Ahora mi objetivo es tu corazón"

—Oye, crees que sea... ¿Ray?

¿Ray? No, era imposible que Ray sintiera algo por mi, además, en los años que he estado junto a él nunca lo había oído hablar de amor, excepto en libros. Simplemente no.

—¡Claro! Todos sabemos que Ray está enamorado de Amber —animó Violet.

Yo no decía nada, estaba perdida en mis pensamientos, intentando recordar si alguna vez Ray había demostrado estar interesado en mí, pero nada venía a mi mente.

Probablemente la vez que estuvimos más cerca, fue uno de los días en los que buscábamos a Emma. En una pequeña montaña se encontraba Ray, sentado debajo de un árbol, pensativo, y por primera vez me acerqué a él sin vergüenza, todos pasábamos un mal momento sin Emma, incluyéndome. Entonces estuvimos los dos juntos, sentados viendo el hermoso atardecer que había delante de nosotros, y sin miedo alguno lo abracé fuertemente, los dos lo necesitábamos, un abrazo. Después de eso nos hicimos más unidos, pero no tanto como yo quería.

Mis dos amigas seguían recopilando las ocasiones en las que ellas pensaban que Ray estuvo mandando señales de que le gustaba, y en todas siempre las negaba, para mí, era obvio que solo estaba siendo amable conmigo, y no que estaba demostrando sus sentimientos.

—¡Vamos Amber, piensa positivo! —Gillian jaloneaba mi brazo para que aceptara lo que me decía—, siempre dices que no es cierto, pero en tu mente te emocionas demasiado.

Vaya, por una parte tenía razón, algunas veces si me emocionaba, pero solo en unas pocas ocasiones, y no quería admitirlo frente a ellas, frente a nadie.

—Te daré la razón cuando piense que realmente está enamorado de mi —repliqué.

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Después de haber estado con Gillian y Violet la mayoría de la tarde, cada una se fue a hacer sus respectivas tareas del hogar. No tenía nada más que hacer, estaba sola en mi habitación mientras leía detenidamente las cartas anónimas que había recibido, pensé que si ponía más atención en el trazo o en lo que decía, podría saber quién era el que las había hecho.

Había decidido que revisaría la letra de todos, para intentar llegar a una conclusión, primero empezaría con los chicos que vivían conmigo, aunque Don era el menos probable, ya que todos afirman que está enamorado de Gilda. Entonces sin contar a Don, solo quedarían Ray y Zack.

Ray no estaba, escuché que había ido al bosque junto con Norman, y por otro lado, Zack tampoco estaba, porque él estaba en la cabaña donde vivían Oliver, Paula, entre otros chicos de Goldy Pond. Tenía la oportunidad de entrar a sus habitaciones y revisar detenidamente, lo único por lo que debía preocuparme era de que no me vieran entrar en sus
habitaciones. En el tercer piso, están las habitaciones de Ray y Zack, juntas. Solo deseaba de que no estuvieran cerradas, porque agarrar las llaves de las habitaciones llamaría la atención de los demás, y lo que quería era pasar desapercibida.
Subí las escaleras tratando de no hacer demasiado ruido, y cuando finalmente llegué, entre primero en la habitación de Ray. Su cuarto era un poco más grande que el mío, por lo que tenía espacio para poner sus estanterías llenas de libros y el gran escritorio que tiene. Me acerqué directamente al escritorio, abriendo cada uno de los cajones que tenía, donde encontré una agenda. La abrí y me encontré con una letra totalmente diferente a la de las cartas, y si soy sincera, me deprimí un poco. Dejé todo como estaba, cerré los cajones que había abierto y salí de su habitación.

Ahora me quedaba el cuarto de Zack, que era el más grande de todos pero no tenía tantas cosas. En su habitación solo había una cama, un armario con un espejo y cajones, y tenía libros de medicina regados por todo el cuarto, había oído que iba a ir a estudiar medicina a otro país, sin duda lo extrañaría. Busqué entre todos sus libros alguna libreta que le perteneciera, y con cuidado de no revolver los libros, la encontré. Tenía varias libretas donde hacía anotaciones sobre las cosas que aprendía en clases, pero tampoco su letra era parecida a la de las cartas.

Igual que en la habitación de Ray, dejé todo como estaba en un principio, estaba a punto de salir cuando escuché el sonido de alguien subiendo las escaleras, los escalofríos recorrieron mi cuerpo y me escondí abajo de la cama de Zack, por suerte, escuché la voz de Ray y de Norman, que entraban a la habitación de Ray a jugar ajedrez. Tenía miedo de salir del cuarto de Zack y me llenaran de preguntas de porqué estaba ahí. Salí de ahí con pasos sigilosos, la puerta de la habitación de Ray estaba abierta, y podía escuchar todo lo que hablaban, sin importarme nada más, corrí hacia las escaleras y baje rápidamente, creo que nunca había corrido tan rápido, finalmente llegué hasta el primer piso, donde no había nadie, así podía evitar preguntas como: ¿Porqué tan alterada?