6 de diciembre de 1981
Los días pasaban, y Remus estaba cada vez más preocupado.
Seguía sin obtener respuestas de Sirius, y sus suposiciones comenzaron a manifestarse."¿Y si le han descubierto con mi carta, y le han castigado?"
"¿Y si los dementores se han interpuesto entre Sirius y Ellise y la carta nunca ha sido entregada?"
"¿Y si...?" "¿Y si ha pasado algo peor?"
Lupin decidió dejar a un lado sus pensamientos e intentar distraerse.
Pensó en leer un buen libro, escribir o practicar alguna actividad que le llenase. Pero por lo visto, Remus Lupin parecía haber perdido la ilusión por todo.
Con unas ojeras kilométricas y el corazón hecho añicos, se dejó caer en el viejo sillón, y se percató de una botella de Jack Daniels a mitad.
No debía, pero el cansancio tanto físico como emocional le hicieron terminarse la botella.
Al finalizar el día, Remus Lupin se encontraba tendido en el suelo, completamente inconsciente, y sin nadie que pudiera ayudarle.Mientras tanto, en la fría prisión de Azkaban, un hombre inocente, estaba siendo azotado de nuevo.
-¿Qué queríais que hiciera?-¡Me estaba muriendo de hambre!-Exclamó como pudo, tras un nuevo latigazo que probablemente dejaría una cicatriz muy desagradable.
-Te hemos advertido de no interactuar con otros presos, y mucho menos robarles su comida.-Este, es el precio de desobedecer a tus superiores Black.
-¡Bésame el culo!-Gritó Sirius, acompañado de un escupitajo hacia Malcolm.
Esa fue la primera vez que Sirius fue Sirius en prisión.
-Oh, Black...Ahora sí que la has hecho buena.
Sirius no mostró arrepentimiento, aunque por dentro estaba muerto de miedo.
Malcolm golpeó a Black con tanta violencia, que este quedó inconsciente.
Pasaron un par de horas cuando Sirius despertó en una celda completamente diferente. Por su reducido tamaño, y la escasez de luz solar, dedujo que esta se encontraba en el fondo de Azkaban.
Se despertó terriblemente dolorido e increíblemente agotado, tanto, que a penas podía mantenerse en pie.
Se sentó en un lateral del calabozo, y miró por la diminuta ventana. Se podía apreciar que justo se encontraban al nivel del mar, y eso le tranquilizó, ya que en caso de inundación aún podría salvarse.
Dedicó unos minutos a mirar el mar. Posó su mano sobre su herida, producto de los latigazos que tenía lugar en su costado derecho. La cantidad de sangre que había perdido y el tremebundo dolor que sentía, le hicieron pensar que moriría.
Pasaron las horas, y Sirius se percató de que ya había anochecido. Volvió a mirar por la ventana, y esta vez centró su atención en la luna. Comenzó a pensar en lo preciosa que era, y lo deslumbrante que se veía el mar gracias al reflejo de esta.
Y, claro estaba, que le recordó a una persona.
A Sirius le comenzaron a venir recuerdos de un chico castaño de ojos verdes, con la tez repleta de cicatrices. Y se le rompió el corazón. Se le rompió el corazón, porque el amor más puro y sincero que había tenido se había acabado. No se volverían a ver. No volvería mirar esos preciosos ojos color vida, ni volvería a bailar con él hasta que sus piernas dejaran de responder. Eso fue lo que realmente mató a Sirius aquella noche, ni las heridas ni la pérdida de sangre. Eso.
ESTÁS LEYENDO
REUS LACRIMIS MEIS (WOLFSTAR)
FanfictionUn Remus, agotado y abatido tras el asesinato de sus mejores amigos y la posible traición cometida por el amor de su vida, establece una última conversación con este último. Una historia repleta de flashbacks que te dejarán con el deseo de seguir l...