Capítulo 6: 'Intravenosa'

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Bella.

—Necesitamos desinhibirnos, Bella.

Ruedo los ojos al oír a Martine. 

—No llevamos ni una semana trabajando y ya quieres descansar. —bufo. 

—¡Este trabajo es duro hasta para un día!

<<Ahí lleva razón.>>

—Martine...

—Venga, Bella. —se me arrodilla al lado poniéndome un puchero que, al ser débil, me hace replantearme las cosas. —Night Bar Club es un lugar súper interesante.

—Muchísimo...

—Vamos, escuchamos buena música, la gente puede subir a cantar y todo...

—¿A cantar? —me sorprendo. Cuando era adolescente, adoraba cantar y creo que se me daba bastante bien.

Asiente.

—El sábado, salimos de allí a las nueve, ¿vale?

Martine remarca más su puchero, poniendo a temblar su labio inferior. 

—No sé...

—¡No seas tan siesa! Night Club es uno de los mejores sitios de fiesta de Estambul. —insiste. —Venga, Bella, así podremos conocer algo de la ciudad. 

Trato de no mirarla a la cara y tecleo en el ordenador, sin embargo, se me hace inevitable y acabo rindiéndome.

—Vaaaaaaaaaale. —resoplo.

—¡Te amo, amiga! —se me tira encima, abrazándome y trato de apartarla.

—¡Quita!

Veo a aparecer a Arlequin Al Hamari aparecer y apoyar los brazos en el filo del ordenador.

—Buenos días, chicas, no quisiera ser metida, pero he oído que vais a Night Club el sábado. —nos dice ella.

—Oh, sí, pero... —comienzo a hablar, pero Martine no me deja dándome un golpecito antes de empezar a hablar.

—Sí, sí, vamos a ir. —me interrumpe. La señala, sonriente. —¿Tú vas?

—Sí, por eso os decía. —murmura la morena. —Voy a ir con unos amigos, ¿queréis venir con nosotros?

—¿No vas con los de la oficina?

—Mmmmm, no. —contesta, mirando hacia arriba. —De toda esta gente, la única que sale es Alliam, bastante de vez en cuando, y Lara, que si que viene con nosotros. El caso, —continua. —¿queréis venir con nostros? Vamos a ir hacia allí a las nueve, cruzaremos el puente y además, un amigo es el hijo de uno de los socios, lo que nos asegura descuentos bastante grandes en trago.

—¡Bien! —contesta Martine y me siento una inútil, pues aquí no tengo ni voz ni voto. Aunque hubiese dicho que sí también, pues es una ofertaza. —¿A qué hora pasáis por nosotras? —pregunta, bastante sonriente.

—Pues pasamos al Nydia por vosotras a las nueve menos cuarto. ¿Qué os parece?

—¡Perfecto!

HISTORIAS EN EL MAR MÁRMARA © ✓ [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora