2

649 58 12
                                    

Baekhyun había tenido una vida complicada, su madre se consideraba una persona libre, demasiado libre, una que siempre tenía un montón de parejas que los mantenían a ambos, solo porque ella era descarada y hermosa, cuando uno de los hombres se cansaba de sus desplantes y tener que alimentar a un niño que no era hijo suyo, entonces su madre buscaba uno más, siempre había sido de esa manera y Baekhyun siempre pensó que era normal, le daba lo mismo mientras los novios de su madre le compraran hamburguesas y papas fritas que llevaba a su boca con sus lindos deditos regordetes, y de eso habían pasado años, incluso cuando llegó a la preparatoria, pensó que era un buen momento para establecerse, pero terminó yendo y viniendo de un montón de escuelas diferentes, porque su madre siempre se estaba mudando con muchos hombres.

Baekhyun no fue a la universidad porque no pudo pagarla y de todos modos no había entrado a una, así que comenzó a trabajar como mesero en un bar y todo estuvo bien por un tiempo, hasta que conoció a JongHyun Kim, su novio. Era un hombre muy atractivo, era un hombre increíble y era muy bueno, trabajador, era un tipo sencillo pero agradable, a Baekhyun le había sido fácil quererlo tanto, en especial cuando se fueron a vivir juntos y terminó recibiendo una vida más estable, lo que siempre había querido, se lo estaban dando, porque estaba cansado de no saber dónde iba a dormir la siguiente noche, así que estaba encantado por todo eso.

JongHyun tenía un trabajo como cargador en el puerto, no hacía la gran cosa, se la pasaba cargando barcos pesqueros que zarpaban muy temprano en la mañana y también los descargaba, eso le había dado un gran cuerpo, estaba muy fuerte y era alto, Baekhyun había pensado que tenía mucha suerte, porque ese hombre era maravilloso, no muy romántico, más bien serio, pero era un buen tipo, uno increíble, y Baekhyun sabía que tenía pocas cosas que ofrecer, como ese pequeño piso en un edificio de apartamentos muy viejo, lleno de cosas y apenas con espacio, pero Baekhyun creía que era lo más que podía tener con una vida como la que había tenido, lleno de poca estabilidad, pero era claro que Baekhyun tenía un problema con el juego, algo que quizás había heredado de su madre, que apostaba para poder darle de cenar algo en el bar del casino, pero al parecer Baekhyun no había sacado su buen tiro.

De hecho, siempre tenía un montón de discusiones con JongHyun sobre eso, gastaba todo su dinero intentando tener más, era una tontería para él, decía que no tenía sentido, decía que no podía seguir con eso, incluso había querido llevarlo a terapia, pero Baekhyun había dicho que podía dejarlo cuando quisiera, lo había prometido, había dicho que de verdad podía dejarlo, pero había sido claro que no, cuando terminó escabulléndose al otro día de su promesa hasta el casino.

Baekhyun ahora sabía que estaba arruinado cuando vio como JongHyun había terminado trayendo su mensualidad a casa y escondiéndola en una caja de la cocina, lejos de sus manos, porque ya sabía que no tenía autocontrol y había dicho que ese dinero no era para tonterías, era para pagar deudas, muchas deudas que tenían, en especial la renta de ese lugar tan pequeñito, entonces Baekhyun había terminado tomando el dinero, pensando que podría hacer algo mejor con él, podría hacerlo ser el doble para así poder pagar más deudas, pero no, nuevamente había perdido todo y mientras caminaba a casa, solo podía pensar en que en verdad no iba a poder recuperar nada de eso y que JongHyun lo iba a matar, bueno, no en realidad, solo iba a terminar molestándolo y gritándole, y con justa razón en realidad.

Baekhyun pensó que JongHyun podría haberlo dejado hace mucho, porque era un completo idiota pero no lo había hecho porque siempre estaban hablando de que iban a hacer cuando se casaran, cuando tuvieran hijos, JongHyun tenía muchas ganas de hacer todo eso bien, porque quería tener una casa linda para ellos, pero en realidad, era bastante complicado a ese punto, Baekhyun se quedó en el salón mirando televisión mientras esperaba que JongHyun no mirará su dinero, ahora perdido, de verdad esperaba algo como eso, pero entonces, había terminado suspirando con muchas fuerzas cuando lo escuchó llegara casa tan tarde, agotado y Baekhyun le sonrió como si nada, como si de verdad no hubiera perdido todo y luego hubiera golpeado al jefe de los yakuza afuera del casino, sonrió inocente incluso cuando recordó que lo tocaron.

El placer de ser desafortunadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora